Independiente cayó 5-4 en serie de penales ante Chapecoense y se despidió de la Copa Sudamericana.
Miércoles 28 de septiembre de 2016
Foto: sitio Infierno Rojo
Si se cae en un análisis profundo, se podría decir que la definición por penales fue lo más justo para decidir cuál de los dos avanzaba a la siguiente llave. Así como Independiente mereció ganar en Avellaneda, hoy mereció perder ante su rival brasileño en condición de visitante.
En los primeros diez minutos el equipo argentino parecía dispuesto a “aplastar” a su contrincante, tanto en el juego como en el resultado. Pero sólo fue una ráfaga. Independiente careció de ideas con el correr de los minutos, no tuvo en sus creadores los métodos para lograr quebrar -al igual que sucedió en el partido de ida- a la defensa de Chapecoense y las pocas chances con las que contó, fueron desperdiciadas.
Los locales apostaron a un juego muy similar al que ofrecieron en Avellaneda: muy cerrados atrás, saliendo de contra, pero esta vez con los jugadores del equipo visitante esperando más en su propio campo, que yendo a recuperar la pelota. El primer tiempo culminó siendo casi un espejo de lo que fue el primer partido, con la salvedad de que los locales estuvieron más dispuestos a ir a buscar el gol.
El segundo tiempo arrancó siendo más de lo mismo, aunque con un Independiente esperando cada vez más a su rival. Por incidentes en la tribuna visitante, entre los hinchas rojos y la policía, el partido estuvo parado durante un lapso de diez minutos. Párrafo aparte para esto, en el que las mafias enquistadas en los clubes y la policía represora, siempre terminan dando la nota en muchos de los partidos internacionales en Sudamérica.
Ya reanudado el partido, Independiente comenzó a quedarse, producto del parate y también del desgaste. Chapecoense tuvo en tres situaciones diferentes, tres tiros en los palos, que le dieron aún más vida a Independiente, que le permitió llegar a los penales. La visita sólo tuvo un par de aproximaciones, gestadas a través del aporte de los que ingresaron, como Benítez y Sánchez Miño.
El partido concluyó y llegaron los penales, en los que se destacaron los dos arqueros, Danilo y el uruguayo Campaña. Independiente, gracias al esfuerzo de Campaña, y a haber alcanzado la serie de un y un penal, tuvo la chance de ponerse hasta tres veces en ventaja. Pero no lo supo aprovechar. La falta de criterio al elegir el lugar para colocar la pelota (todos al mismo lugar), tanto de Benítez, en el primer penal, como luego Rigoni, Sánchez Miño y finalmente Tagliafico, posibilitaron que Danilo sea el héroe del equipo brasileño y lo deje en cuartos de final.
Independiente deberá seguir esperando.