Ayer se hizo la primera audiencia del juicio por el secuestro de 24 obreros en el centro clandestino que la multinacional tenía dentro de la planta: "el quincho". Un caso emblemático de violencia empresaria y crímenes de lesa humanidad.
Miércoles 20 de diciembre de 2017 11:20
Después de la gran jornada de lucha contra la nefasta reforma previsional, se realizó la primer audiencia del juicio contra los dos exgerentes de Ford, Pedro Müller y Héctor Francisco Sibilla.
El primero era gerente de manufacturas y segundo en la escala jerárquica de la empresa, en tanto Sibilla era un teniente coronel retirado y jefe de seguridad de la planta de General Pacheco que, como denuncian los sobrevivientes en sus declaraciones, participó personalmente de las torturas.
El otro acusado es el exgeneral Santiago Omar Riveros, actualmente cumpliendo condena por delitos de lesa humanidad, que argumentó "cuestiones de salud" para estar ausente de la primera audiencia.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de San Martín que deberá juzgar a estos empresarios genocidas estará por el juez Diego Barroetaveña y no tiene buenos antecedentes.
Hace unas semanas absolvió al ex Capitán del Departamento de Inteligencia del Comando de Institutos Militares Rafael Félix López Fader, quien era responsable del centro clandestino "El Campito" que funcionaba en Campo de Mayo y torturaba con perros a sus víctimas.
Uno de los jueces ni siquiera viajó para la audiencia y se conectó por skipe. Una muestra más de la poca importancia y postura ante esta causa, por la que lucharon y esperaron casi 42 años los 12 obreros que lograron sobrevivir.
El gran ausente entre los acusados es el sindicato SMATA, que sigue impune a pesar de haber tenido un rol fundamental entregando trabajadores no sólo en el caso de Ford, si no también en muchos otros como en Mercedes Benz.
La causa se elevó a juicio oral hace tres años y medio, pero el inicio se postergó dos veces y en el camino fallecieron dos de los acusados: el exgerente de relaciones laborales Guillermo Galárraga, que llegó a estar procesado por su participación primaria en estos delitos de lesa humanidad, y el entonces presidente de la compañía Nicolás Courard.
En esta primer audiencia se dió lectura al requerimiento de elevación a juicio, donde se describe y queda demostrado cómo Ford actuaba en conjunto con el ejército y las distintas fuerzas represivas para llevar adelante el plan genocida.
Los gerentes acusados que permanecieron impunes más de 4 décadas, con total lucidez a pesar de su avanzada edad seguían la lectura en las copias que tenían del expediente junto a sus abogados.
Los sobrevivientes han sido en su mayoría secuestrados de sus puestos de trabajo y llevados al centro clandestino que la multinacional tenía dentro del predio: "el quincho". Allí fueron retenidos y torturados todos ellos para luego ser trasladados a la comisaría 1era de Tigre y posteriormente a la Unidad 9 de La Plata o Sierra Chica.
Entre los datos que surgieron de la lectura puede verse que Ford suministraba los Ford Falcon y las camionetas F 100 para que las fuerzas represivas lleven adelante los "traslados", ponía a disposición de los genocidas el comedor de la planta y les facilitaba los legajos personales de los obreros para que lleven adelante los secuestros.
Ford y otras empresas de la zona estaban bajo la órbita de la llamada subzona 4, con sede en Campo de Mayo.
La segunda audiencia se realizará el próximo 28 de diciembre a las 9:30 horas.
Los obreros sobrevivientes de Ford acompañados para exigir el juicio y castigo
Estuvieron presentes Nora Cortiñas y Taty Almeida de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Mariana Rosseaux, hija de Miguel Angel Rosseaux, obrero desaparecido de la fábrica Gillette, Carlos Emiliano Oroño, trabajador de Fate e hijo de desaparecidos, Carmen Metrovick de la Comisión de familiares, amigos y excompañeros de Ana María Martínez, Rubén Matu exdelegado despedido de Lear y referente del Movimiento de Agrupaciones Clasistas que sufrió los ataques de la patota del SMATA.
También participamos desde el Ce.Pro.Dh acompañando a los obreros sobrevivientes junto a otros organismos de derechos humanos, trabajadores de distintas fábricas de la zona norte, entre otros.
Los trabajadores de Ford y otras empresas de la zona norte formaban parte de las Coordinadoras Interfabriles y además luchaban por mejores condiciones de trabajo, ya que muchos morían muy jóvenes y al poco tiempo de ingresar a trabajar en la planta. Por ejemplo en el sector de pintura la contaminación con plomo les costaba la vida a los trabajadores en muy poco tiempo y la pelea por la salud y la vida era central.
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Al finalizar la audiencia Carlos Propato, sobreviviente y querellante en el juicio, y la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas dialogaron con La Izquierda Diario.
Carlos Propato: "ha llegado el día, empezó el juicio tras 42 años de espera y de lucha. Perdimos 12 compañeros en el camino, pero hoy es un día importantísimo no solamente para nosotros sino más que nada para todo el movimiento obrero de aquellos tiempos, el contemporáneo y también para los del futuro, todos los compañeros de clase que van a venir.
Estoy muy contento de haberlos visto a Sibilla y Muller en el banquillo de los acusados, dos viejitos que parecen destrozados por el tiempo pero estos empresarios nos cagaron la vida a nuestros viejos a nosotros y a nuestros hijos.
Tres generaciones de argentinos fueron las que destrozaron, pero acá estamos y vamos a seguir luchando por el juicio y castigo y todas las luchas que vendrán"
Nora Cortiñas: "En este caminar de más de 41 años muchos esfuerzos se hicieron para que no hubiera impunidad en este país.
El juicio a los civiles es el que más cuesta pero no queremos que queden en la impunidad, quizás por la edad que tienen no vayan a la cárcel pero sus familia tienen que quedar marcadas por estos crímenes que se han cometido.
No se puede permitir que a los los torturadores y los que entregaron a la gente teniendo una gran responsabilidad en las fábricas queden libres y sin condena.
El juicio de la Ford es muy importante y esperamos que reciban la condena correspondiente. Este es un paso muy importante que tiene un valor muy grande para las Madres".