Movilizaciones, tomas de fábricas, huelgas y piquetes: pasa en el cine, pasa en la vida real. Recomendamos una serie de películas para preparar con fuerza el Paro General del 24 de enero.
Martes 2 de enero 16:33
La fuerza de lucha de la clase trabajadora recorre la historia del cine en cientos de ejemplos de cinematografías de todo el mundo. La realidad y la ficción se funden en las pantallas y aportan fragmentos de una historia enorme que necesita ser transmitida y recreada a cada paso.
En este enero de luchas, con cacerolazos, movilizaciones, asambleas y en la preparación activa del Paro general del 24 de enero, juntarse colectivamente a disfrutar, conocer y debatir sobre estas historias puede ser un gran plan.
Recomendamos diez películas de ficción para empezar a conocer este gran archivo de la lucha de clases.
Cart, 2014, Boo Ji Young
Trabajadoras temporales de un supermercado deciden organizarse luego de que la empresa anuncia el despido de la mayoría de ellas, incluso desobedeciendo el contrato laboral. El plan es contratar empleados tercerizados.
Las combativas mujeres toman el supermercado y organizan un sindicato para negociar con la empresa. Pero ésta impulsa maniobras para dividir, incluso manda a la policía a reprimir para doblegar.
Las trabajadoras realizan distintas acciones para volver a trabajar y en el camino conquistan la unidad con los empleados de planta no despedidos.
Inspirada en episodios verídicos, es una historia de lucha donde la unidad es el factor clave para ganar. Una realidad coreana que identifica a millones en el mundo.
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Perdón por molestarte, 2018, Boots Riley
La película relata las experiencias de trabajadores de un call center en Estados Unidos. En un tono de comedia ácida retrata las condiciones precarias, el trabajo extenuante y repetitivo, los bajos salarios.
El protagonista, Cassius "Cash" Green, es un negro que descubre que hablando con “voz de blanco” puede realizar más ventas telefónicas. Mientras él se concentra en ganar más dinero y ascender, sus compañeros comienzan a organizarse por las condiciones de trabajo. Cuando estalla la huelga, Cassius deberá elegir en qué bando estar.
Retrata con denuncia y humor la actualidad del mundo laboral. Las ideas anticapitalistas recorren sus escenas.
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Tout va bien, 1972, Jean Luc Godard y Jean-Pierre Gorin, grupo Dziga Vertov.
Suzanne, una corresponsal americana en Francia, y su marido Jacques, un director vanguardista venido a menos, se ven envueltos en una huelga de trabajadores en una fábrica. Luchas, enfrentamientos, ocupación y toma de rehenes. La crisis que atraviesa su relación coincide con la crisis social y política, la lucha de clases se hace presente en todos los escenarios. Los aires del Mayo del 68 están presentes en cada minuto de la película
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Pago Justo, 2010, Nigel Cole
El film cuenta la historia real de 187 trabajadoras de la planta Ford Dagenham en 1968, que organizaron una huelga en la que protestaban por la discriminación de género, exigiendo un salario equitativo al de los hombres. El resultado de la protesta fue la aprobación de la Equal Pay Act.
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La sal de la tierra, 1954, Herbert J. Biberman
Basada en un hecho real, narra la historia de una huelga de mineros en Nuevo México que luchaban por la igualdad de derechos entre trabajadores de origen mexicano y los anglosajones.
Con sus propias demandas se suman las mujeres de estos trabajadores. Apoyan las reivindicaciones de sus compañeros y del sindicato minero, siendo clave su rol en la lucha.
De estilo neorrealista, con participación de actores comprometidos y los trabajadores del lugar, es un cine social con un gran testimonio histórico y un fuerte alegato feminista.
La unidad obrera y la solidaridad se impone en la lucha contra la desigualdad, los prejuicios, y la explotación.
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Los traidores, 1972, Raymundo Gleyzer, Cine de la Base
Trata sobre los comienzos, ascenso y caída de la vida de un burócrata sindical. Desde sus comienzos de lucha en la resistencia peronista a fines de los años 50, hasta su transformación en un dirigente corrupto, vendido a la patronal, traidor a los intereses de los trabajadores, que persigue a los militantes clasistas y de izquierda en los agitados días de los años 70. Realizada por el cineasta desaparecido Raymundo Gleyzer y su colectivo Cine de la Base, la película de ficción fue filmada en clandestinidad y se basó en una exhaustiva investigación documental sobre la burocracia sindical. Circuló en proyecciones junto a las agrupaciones clasistas, sindicatos y estudiantes combativos.
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Ojo por ojo, 1972, Marin Karmitz
Está ficción se basa en hechos reales inspirados en las luchas del mayo francés y años posteriores. Sigue la lucha de un grupo de obreras textiles en Francia, que enfrentan condiciones laborales extenuantes, el aceleramiento del ritmo y malos tratos. Cuando dos compañeras son despedidas se enfrentan a la patronal y a la burocracia sindical para lograr sus reivindicaciones. Ocupan la fábrica y toman al patrón de rehén, y en este proceso se dan cuenta de la gran fuerza que tienen.
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La huelga, 1925, Sergei Eisenstein
Los obreros de una importante empresa de la Rusia zarista están descontentos y, después de una reunión, deciden ir a la huelga. El director de la empresa informa de la situación a los responsables políticos y éstos envían agentes a la zona para abortar la huelga. La película se inspira en las duras huelgas de la Rusia pre revolucionaria. Es el primer largometraje de Eisenstein, el maestro del cine revolucionario soviético, pionero de la teoría del montaje cinematográfico.
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Pride, 2014, Matthew Warchus
Es el año 1984 y los mineros declaran una huelga indefinida por los cierres de las minas que impulsa Margaret Thatcher, quien busca dar un fuerte golpe a los trabajadores para imponer reformas económicas reaccionarias.
Los activistas de la diversidad sexual forman un grupo llamado “Lesbianas y Gays apoyan a los mineros” (LGSM), que deciden juntar dinero para ayudar a los trabajadores y sus familias. El enemigo es el mismo: el gobierno y la policía que persigue a los gays y reprime a los mineros en los piquetes.
La película muestra la alianza entre estos dos sectores, superando todos los prejuicios.
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Pan y Rosas, 2000, Ken Loach
Maya llega de manera ilegal a Estados Unidos; apoyada por su hermana Rosa y su familia, la joven logra entrar a trabajar como empleada de limpieza en un edificio de la ciudad de Los Ángeles. El salario es mínimo y no existen prestaciones, además que la mayoría de los otros trabajadores se conforma por inmigrantes de diferentes orígenes. Sam , activista de Justice for Janitors, se acerca a ellos para promover la lucha a favor de mejoras laborales y su derecho a formar sindicatos.
Es a partir de esta trama donde convergen en la película la lucha contra la explotación y contra la xenofobia ante la inmigración ilegal.
La historia está basada en la campaña Justice for Janitors del SEIU (Service Employees International Union) que luchaba por la sindicalización y las mejoras laborales de los trabajadores de limpieza en Estados Unidos (mayoritariamente empleo para los inmigrantes).
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Contraimagen
El grupo Contraimagen nace en el año 1997. Nuestras primeras realizaciones fueron cortometrajes y muestras fotográficas itinerantes ligadas a las movilizaciones de derechos humanos y luchas de trabajadores. Buscamos unir la producción audiovisual y artística con la política revolucionaria. Contraimagen está conformado por militantes del PTS-FIT junto a artistas independientes. Actualmente compartimos experiencias con el colectivo #ArtsitasConelFIT, La Caja Roja y Enfoque (...)
