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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. Directora de DD. HH. y Género despide a trabajadora por estar embarazada

Liliana Santoro, funcionaria de la localidad bonaerense de San Vicente, echó a una psicóloga que trabajaba precarizada y está embarazada de gemelos.

Jueves 5 de septiembre de 2019 19:03

La directora de DDHH y Políticas de Género de la localidad de San Vicente Liliana Santoro despidió a la licenciada en Psicología Noelia Giménez, quien venía trabajando de forma precarizada como monotributista, nada más y nada menos que por estar embarazada. Algunas de sus palabras al momento del despido fueron que “cada uno cuida su embarazo como puede” y “sos monotributista”.

Se trata de un hecho grave, que empeora aun más si se considera el área donde se venía desempeñando la trabajadora, que tiene como función resguardar los derechos de las mujeres como uno de sus principales tareas. Noelia Giménez escribió un descargo relatando lo sucedido, que publicamos a continuación.

¿Directora en Derechos Humanos y Políticas de Género?

Liliana Santoro, la Directora en DDHH y Políticas de Género de San Vicente me despidió por estar embarazada.

Soy Noelia Giménez, Licenciada en Psicología, recibida en el año 2016 en la UNLP. Vivo en La Plata hace ya 9 años, comencé a trabajar en la localidad de San Vicente el 1 de abril de 2019 en el “Programa para la Erradicación de la Violencia de Género e Igualdad de Oportunidades”, el cual depende de la Dirección de DD.HH. y Políticas de Género y consiste en pocas palabras en brindar asesoramiento, contención y seguimiento a mujeres que padecen o han padecido situaciones de violencia.

A mediados de mayo, me entero que estoy embarazada, la situación se complicó cuando me dicen que son gemelos, llevar adelante un embarazo múltiple siempre conlleva sus riesgos, de hecho, son denominados embarazos de riesgo. Informé enseguida esta situación en mi lugar del trabajo, recibiendo todo el apoyo de mis compañerxs y de quien en ese momento era mi coordinadora. Felizmente mi embarazo avanza de manera óptima, no obstante ello, los controles médicos y ecografías son más numerosas que lo requerido en un embarazo simple o de un solo bebé. Por tal razón, me vi obligada a solicitar en dos ocasiones retirarme a las 13:30 h del trabajo y en tres ocasiones me vi imposibilitada de asistir, llevando en cada caso certificado médico.

Quiero mencionar que, aun siendo profesionales de la salud, el trabajo es por demás precarizado traduciéndose en contratos que se renuevan trimestralmente por un salario de tan solo $16.000 y que se ve afectado en la mayoría de los casos por los gastos de transporte (en mi caso hablamos de más de $4.000).

El día viernes 30 de agosto, la Sra. Liliana Santoro nos informa en un grupo de Whatsapp que debíamos cubrir los horarios para colocar un stand en la “Fiesta del Pollo”, fiesta organizada por la gestión municipal de San Vicente, que se realiza en la localidad de Domselaar los días 7 y 8 de septiembre (sábado y domingo), el mensaje finaliza diciendo “Están todos afectados”. Dada mi condición y la complicación para el traslado, ya que debía tomarme un tren y un colectivo, acordamos con mis compañeres en que ellos cubrían las jornadas de ese fin de semana. Al mandarle la lista de las personas que irían a dicho evento, esta señora me envía un mensaje de audio en donde me refiere que íbamos “a tener que hablar porque había que rever mi carga horaria, dado que estaba haciéndome muchos controles médicos y que me negaba a ir al evento mencionado”. Le explico que no se trataba de no querer asistir, sino de que implicaba mucho viaje y muchas horas para mí y que el médico mismo me había recomendado que no lo hiciera y que de todas maneras mis compañeros cubrían esa jornada.

Hoy, martes 3 de septiembre de 2019, me llama para hablar en una oficina a solas en donde me manifiesta que ellos necesitaban profesionales que pudieran realizar cargas horarias más extensas (siempre por el mismo salario, incrementando aún más la precarización laboral) y que yo no estaba pudiendo cumplir con esto, por lo que no me iban a renovar el contrato en octubre. Mi pregunta ante esto fue: ¿Me estás echando porque estoy embarazada?, a lo que esta señora, carente de rasgos humanitarios y empatía por el otro, me responde “cada uno cuida su embarazo como puede”, “sos monotributista”.