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Red Internacional
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Antofagasta. Dirigentes del Partido de Trabajadores Revolucionarios asisten a Encuentro de agrupaciones clasistas y antiburocráticas

Nicolás Bustamante, dirigente obrero del PTR y Dauno Tótoro, dirigente nacional del PTR, señalan la importancia de fortalecer las agrupaciones y levantar de conjunto una herramienta política de las y los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Lunes 29 de julio de 2019

El día sábado 27 de julio se realizó en Antofagasta, un Encuentro de Agrupaciones Clasistas y Antiburocráticas, donde asistieron trabajadores, trabajadoras, de la educación, de salud, mineros, ferroviarios, del retail y la industria, junto a estudiantes secundarios y universitarios, las cuales se reconocen clasistas por distinguir la existencia de 2 clases sociales antagónicas entre sí: la clase trabajadora, que genera las riquezas del mundo, siendo la mayoría de la población; y los empresarios y sus políticos, quienes se apropian de éstas para sus propios intereses, lo que se observa en sus millonarias ganancias versus los bajos sueldos, los despidos, la educación de mercado y tantos otros derechos negados para la mayoría como la salud, pensiones, entre otros.

Por otro lado, reflexionaron cómo las burocracias sindicales y las direcciones estudiantiles- en las diversas luchas desarrolladas tanto por la movilización de profesores, de estudiantes, como mineras y de Walmart- buscaron la mediación entre las clases, entre el gobierno y los empresarios, y por otro lado, diversos sectores de trabajadores, reflejado en el llamado de Mario Aguilar al repliegue y al cese de la movilización por ganadas mínimas, traicionando la posibilidad real de avanzar en la conquista de las demandas, al calor de la unidad planteada en la movilización docente: con el ejemplo de las profesoras del Cariola, profesores y profesoras discutiendo junto a 3200 mineros, avanzar a una marcha unificada y apoyarse en la lucha contra el gobierno y las reformas, en asamblea por huelga en Chuquicamata; en la unidad mostrada en las calles en marcha con las y los trabajadores mineros de Conveyor y trabajadores y trabajadoras de Walmart en huelga; con los portuarios; manipuladoras de alimentos; asistentes de aula; estudiantes; contando con un amplio apoyo de la población, sacando la conclusión de que estaban dadas las condiciones para avanzar hacia el paro nacional por la conquista de todas las demandas, pero que fueron justamente las burocracias quienes llevaron a la derrota.

Reflexionando a la vez, que está política no es al azar sino que responde a la estrategia del Frente Amplio y el Partido Comunista, quienes dirigiendo las principales organizaciones sindicales y estudiantiles como la CUT, el Colegio de Profesores, y el CONFECH, no buscaron organizar esta gran fuerza dada por la unidad de profesores, de estudiantes movilizados, mineros, y diversos trabajadores, renunciando a la posibilidad de dar una pelea seria y unificada contra el gobierno de Piñera y los empresarios, sus reformas y ataques que no favorecen en nada a las familias trabajadoras, política de unidad y con la perspectiva de vencer, que sí fue impulsada por las distintas agrupaciones presentes en el encuentro.

Desde este punto, Nicolás Bustamante, dirigente obrero del Partido de Trabajadores Revolucionarios, colocó énfasis en la importancia de recuperar los sindicatos para las y los trabajadores como una real herramienta de defensa, organización y lucha de nuestra clase de forma independiente a los empresarios, señalando a la vez, la pelea no se acaba ahí sino que hay que terminar con los privilegios de los dirigentes burocráticos que no son más que las correas que transmiten las políticas de los empresarios en nuestros organismos”. Concluyendo con la importancia de levantar las agrupaciones y partido, para “elevar las aspiraciones de las y los trabajadores, a no sólo pelear por sus demandas mínimas sino por transformar la sociedad, avanzando a ser sujetos políticos conscientes que detrás de cada empresario está el gobierno, sus políticos y sus instituciones, como también que detrás de las direcciones que traicionaron las diversas luchas y movimientos se encuentra los partidos que han buscado constantemente conciliar y mediar nuestra lucha contra los empresarios y el Gobierno, como el Partido Comunista que dirigiendo la CUT ha mantenido su posición pasiva y de tregua frente a los ataques y reformas de Piñera, y el Frente Amplio, que ha mostrado la inviabilidad de su estrategia parlamentaria que más que fortalecer la movilización ha buscado fortalecer la ilusión de que a través de este régimen político deslegitimado podremos conquistar nuestros derechos, dando la espalda así a millones que confiaron con su voto en ellos.

En ese sentido, Dauno Tótoro, dirigente nacional del Partido de Trabajadores Revolucionarios, refirió que la apuesta del Frente Amplio es llegar a acuerdos y alianzas con sectores “progresistas” de la Nueva Mayoría para “reformar desde adentro” el capitalismo en Chile. Dando énfasis, en que por ello se necesita una alternativa política distinta. Porque la única forma de resolver las necesidades de las grandes mayorías, de esta educación de mercado, del trabajo precario, de la depredación del medioambiente por la avaricia de un puñado de empresarios, es proponiéndose terminar con este Chile neoliberal y autoritario heredado de la dictadura militar, rompiendo con los grandes capitalistas y levantando una alternativa de las y los trabajadores que confíe en la fuerza de la clase obrera.

Desde esta problematización se votó por propuesta de un trabajador ferroviario, impulsar una candidatura obrera, que represente la voz y los intereses de los trabajadores, las mujeres, y la juventud, con independencia de los empresarios, el gobierno y sus políticos corruptos, que amplifique sus ideas y lecciones, denunciando a la burocracia sindical y política; fortalecer las agrupaciones, avanzando en la construcción de una herramienta política, un partido independiente de las y los trabajadores para derrotar al capitalismo, sistema que mantiene a las 26 personas más ricas del planeta con el 50% de la riqueza mundial, es decir, que apenas un puñado de multimillonarios poseen más dinero que los 3.800 millones de personas más pobres del mundo.