En horas de la mañana trabajadores estatales del Frente de Gremios encabezados por sus dirigentes del SEOM, Carlos “Perro” Santillán, y de ATSA, Yolanda Canchi, tomaron tierras en la capital jujeña. El gobierno convocó a una reunión en horas de la tarde.
Martes 5 de mayo de 2015 18:54
A primeras horas de la mañana un nutrido grupo de trabajadores estatales con referentes del SEOM y de ATSA (Sanidad) se apostaron en terrenos ubicados en el barrio de Campo Verde de la capital jujeña. La decisión de tomar las tierras que serían de un propietario privado obedece a la falta de respuesta de un acta firmada por el gobierno provincial hace un año, señalaron los dirigentes Carlos “Perro” Santillán y Yolanda Canchi.
En el lugar se hicieron presentes el ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Luis Cosentini, el secretario de Seguridad, Jorge Zurueta y el fiscal de turno, Alejandro Maldonado. Y fueron escoltados por una numerosa columna de policía y la infantería que se mostraron amenazantes con desalojar a los trabajadores.
El Ministro Cosentini invitó a los gremios que encabezan la medida, a una reunión para mañana, con la condición de que levanten esta medida de fuerza. Aunque los gremios no aceptaron la propuesta y anticiparon que hasta que no tengan algo totalmente concreto, no van a levantar la toma. Además amenazaron con profundizar las medidas en el interior de la provincia, con toma de tierras y cortes de ruta.
El ministro Matuk declaró a la prensa, en Alto Comedero hay terrenos disponibles, pero los integrantes del FGE no quieren ir a ese lugar. También rechazaron la oferta de comprar un terreno en Forestal que les sería financiado. Una respuesta evasiva a un problema estructural no resuelto en la provincia que en el año 2011 tuvo un estallido popular con la toma de miles de terrenos en todo el territorio y ante el cual el gobierno respondió con una durísima represión que se cobró la vida de tres jóvenes trabajadores en Libertador General San Martín.
Desde ese entonces, el gobierno desvió el reclamo con la promesa del plan “Un lote para cada familia jujeña que lo necesite”, más de 30.000 inscriptos hubo aunque la solución al problema de la vivienda aún se hace esperar.