El discurso trumpista que pretende asociar al migrante con la criminalidad demuestra no tener sustento, ya que sólo el 0.01 % de los migrantes imputados en su primer mes de mandato están procesados por delitos que representan un peligro a la seguridad pública.
Jueves 6 de abril de 2017
Según las leyes migratorias sólo por cruzar la frontera eres un criminal sujeto a procesos y condenas. De acuerdo a las cifras que presenta el Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), sólo 0.01 % de un total de 4,301 migrantes imputados cometieron delitos que ponen en peligro la seguridad pública estadounidense, por cargos relacionados con arma de fuego u otros delitos.
Cabe resaltar que los procesos por este tipo de cargos disminuyeron un 51.7 % en febrero de este año en comparación con febrero del 2016 y si se comparan las cifras del 2017 con las de hace cinco años, las imputaciones por este cargo han descendido un 46.2 %.
En referencia a los procesos iniciados restantes,es decir 4296 casos, se dividen de la siguiente manera:
Las cortes que se encargan de estos casos son de dos tipos: cortes de distrito o superiores y cortes para casos menores. Las condenas migratorias expresan el mismo patrón al de los procesos iniciados donde más del 90 % son por ingresar al país en momento o lugar inapropiado, o por ingresar después de haber sido deportado.
Te puede interesar:"Necesito una moneda, me deportaron": testimonio de los que regresaron.
Un argumento falaz
Lo anterior demuestra la falta de concordancia entre las cifras publicadas por la TRAC y el discurso de Trump quien pretende hacer del migrante y del criminal un sinónimo, lo anterior como parte de una política que busca criminalizar a quienes salen de sus países a buscar trabajo y mejorar su calidad de vida, a costa de arriesgar la misma al ingresar a Estados Unidos.
Abajo los muros, unidad de las y los trabajadores en ambos lados del Río Bravo
Las leyes de los ricos, los que tienen el poder económico y político, los que tienen la vida resuelta a costa de explotarnos, quieren dividirnos aún más a las y los trabajadores por nuestro color de piel, género o nacionalidad, para que no podamos organizarnos contra ellos. Así se fomenta la división en la población en el país vecino, mientras al migrante se le criminaliza, discrimina, viola, encarcela y mata.
Te puede interesar: Policía en Utah mata a hispano de 16 disparos.
No debemos dejar que esto continúe, los que trabajamos a diario en ambos lados de la frontera, podemos derribar esos muros y divisiones con nuestra organización, unificando un gran movimiento anticapitalista de trabajadoras y trabajadores que luche para hacer frente a las criminales políticas migratorias de Trump y el gobierno de Peña Nieto.