Se oficializó el lanzamiento del Registro Único de Solicitantes de Lotes (RUS) con el apoyo de Juan Grabois y organizaciones sociales oficialistas. ¿Por qué no se puede confiar en que esta medida se aplique?
Viernes 15 de septiembre de 2023 21:44
Sergio Massa prometió un programa para otorgar en 4 años 4 millones de lotes con servicios
El gobierno oficializó el lanzamiento del Registro Único de Solicitantes de Lotes (RUS), un programa que tiene por objetivo "identificar la demanda de suelo por parte de personas y familias de sectores populares para planificar proyectos de lotes urbanos y rurales según las necesidades de la población", según se señala en el sitio web del ministerio de Desarrollo Social.
Según información oficial, este proyecto permitirá "avanzar en un programa concreto de 1.000.000 de lotes con servicios destinados a las familias de sectores populares que lo necesitan". En Argentina, según uno de los informes relacionados a las condiciones habitacionales de las viviendas ocupadas en base a los datos del último censo de 2022, solo el 65,5 % de los hogares en todo el país disponen de vivienda propia. Aunque aún no se conoció el último número de déficit habitacional, el censo de 2010 había arrojado que alcanzaba a 3,5 millones de viviendas: 1,3 millones de viviendas faltantes y 2,2 millones de viviendas que no proveían a quien la habitan las condiciones mínimas para mantener un nivel de vida digno.
La medida había sido anticipada por el ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa, en un acto en La Rioja, realizado el jueves pasado. "Lanzaremos este registro, que tiene que ver con un programa de articulación que permita construir en 4 años 4 millones de lotes con servicios”, había dicho el ministro. “Tenemos que dar el primer paso de una manera efectiva hacia millones de argentinos que hoy no tienen la posibilidad ni de desarrollar su propio programa de agricultura familiar y mucho menos de tener su propio lote. Cada argentino en su lote es la consigna de los próximos cuatro años”, destacó Massa.
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Este viernes, al oficializarse el proyecto, distintos referentes del oficialismo hicieron eco de la medida, entre ellos, la ministra de Desarrollo de la Nación, Victoria Tolosa Paz. "Nos enorgullece la implementación del Nuevo Registro Único de Solicitantes de Lotes para el acceso al hogar o hectárea productiva. Un registro para que cada argentina y argentino pueda acceder a la tierra".
A ella, se sumó el ex candidato a presidente de Unión por la Patria, Juan Grabois: "Todos los que necesiten un terreno para vivir o producir pueden anotarse en el Registro Único de Solicitantes de Lotes. No es un regalo, es un derecho constitucional que nuestro gobierno actual y el futuro presidente Sergio Massa se compromete a hacer efectivo asignando las tierras y fondos para que a ninguna familia le falte un terreno".
Pero, ¿qué se sabe del programa? Veamos.
Un proyecto de acceso a la tierra para todos flojo de papeles
En primer lugar, el lanzamiento del Registro Único de Solicitantes de Lotes (RUS) no garantiza el acceso a un lote de tierras porque así lo especifica el mismo sitio web del proyecto: "Inscribirte no implica la asignación directa de un lote, sino que pasarás a integrar el Registro Único de Solicitantes de Lotes (RUS), lo que nos permitirá conocer y ordenar la demanda nacional de las personas que necesitan acceder a un lote propio".
Es decir, que no significa la inscripción para acceder directamente a un lote de tierra, sino que se trataría más bien de una especie de relevamiento urbano. Pero, ¿no son los mismos datos oficiales los que arrojan que en Argentina hay un déficit habitacional de 3 millones de viviendas?
Por otro lado, ni Sergio Massa, ni Tolosa Paz, ni ninguna autoridad competente ha informado, junto a sus rimbombantes promesas de tierra, ni dónde estarán esos 4 millones de lotes con servicios ni de dónde saldrá el presupuesto para implementar la medida. Mejor dejar la demagogia electoral de lado y mirar los hechos.
Una promesa más y van...
Los desalojos a las familias sin tierra se han producido a lo largo y ancho del terreno nacional en el último tiempo, en jurisdicciones gobernadas tanto por oficialistas como opositores, como hemos reflejado en este medio. A la par, la devaluación, el aumento de la inflación, el aumento del trabajo informal y la especulación inmobiliaria imposibilitan el acceso a una vivienda propia.
Quizás el ejemplo más concreto de la política del gobierno hacia el problema de déficit habitacional puede ubicarse en lo que fue la lucha de las familias de Guernica por una tierra para vivir, que llevaron adelante una toma de tierras en el municipio de la zona sur del conurbano entre julio y octubre del 2020 y cosechó un importante apoyo de vecinos, trabajadores, estudiantes, organismos de derechos humanos y la izquierda.
Sin embargo, la respuesta del gobierno de Axel Kicillof fue la represión, con un operativo de 4000 efectivos de la Policía Bonaerense comandada por Sergio Berni desalojaron a 1500 familias en un predio que reclamaba sin sustento jurídico el grupo inversor Bellaco S.A. Topadoras sobre casitas y ranchos, escuelas quemadas. Desprecio a los trabajadores pobres sin tierra -esos a los que Juan Grabois quiere convencer de votar a Sergio Massa en base a promesas flojas de papeles.
Solo después de una lucha de más de 3 años las familias desalojadas de Guernica pudieron torcerle el brazo a las autoridades y lograr la firma de actas de entregas de lotes con servicios. Su lucha es un ejemplo de organización y cooridnación entre trabajadores contra el negocio inmobiliario de los countries y barrios privados y los políticos que los defienden.
Mientras tanto, el problema habitacional es parte de la agenda nacional. En agosto, el Congreso trató la modificación de la Ley de Alquileres, un proyecto de Juntos por el Cambio que ataca los derechos de los inquilinos.
Como era de esperar por parte de los amigos del lobby inmobiliario y del poder económico, el bloque de Milei le habilitó el quorum para poder ser tratado. ¿Qué hizo el peronismo de Massa, Tolosa Paz y Juan Grabois? Tuvo 13 ausencias de diputados y una abstención que podría haber cambiado el resultado de la votación. Para muestra, basta un botón, pero el peronismo, a decir verdad, ha dado varios.
El Frente de Izquierda fue la única fuerza que votó en contra, con un programa alternativo para favorecer a las familias trabajadoras que necesitan alquilar, como planteó la diputada nacional y candidata a presidenta, Myriam Bregman.
Los diputados del Frente de Izquierda no solo llevan adelante la pelea por el acceso a una vivienda en el Congreso, sino que también han puesto el cuerpo y acompañado a las familias que reclaman por una tierra para vivir. Además, es la única fuerza política que plantea claramente un programa para terminar con el déficit habitacional que afecta a las familias de la clase trabajadora -30 millones en el país- afectando las ganancias de los empresarios. En su plataforma electoral, plantean:
- Plan de viviendas y urbanización de barrios. Regulación de alquileres.
- La vivienda es un derecho. Hay que terminar con la especulación inmobiliaria y tomar medidas a favor del pueblo.
- Plan de construcción de viviendas, urbanización e integración urbana (transporte, salud, educación) de los barrios precarios. Ningún desalojo mientras haya familias sin vivienda.
- Impuestos progresivos a la vivienda ociosa, revisión de la venta de tierras del Estado a los grandes pulpos inmobiliarios y expropiación de los terrenos y viviendas ociosas que estos grupos tengan.
- La ley de alquileres tiene que beneficiar a los inquilinos y el Estado debe garantizar que se cumplan sus derechos.
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