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Red Internacional
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UMET. Discurso de resignación: reapareció CFK para justificar el ajuste de Massa y el sometimiento al FMI

La vicepresidenta habló en público después de mucho tiempo. Con un discurso de resignación justificó el ajuste de Massa, reivindicando que aplica los planes del FMI, pero "diciendo la verdad". Aval a la devaluación que volvió a disparar la inflación a niveles históricos, aumenta la pobreza y castiga los salarios, deslindando la responsabilidad en el FMI al cual su Gobierno se somete. Dedicó apartados a cuestionar a los y las docentes que defienden la educación pública. “Querer vivir bien no es de derecha”, el slogan con el cual buscó dialogar con los votantes de Milei.

Sábado 23 de septiembre de 2023 19:49

A un mes de las elecciones y luego de estar un tiempo fuera de cámaras, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dio una charla en la UMET, en Ciudad de Buenos Aires. Fue un discurso para la militancia, en un auditorio que contó con la participación de funcionarios como Axel Kicillof, Wado de Pedro, Fernando Espinosa y sindicalistas como Hugo Yasky y Roberto Baradel. El que no estuvo, pero recibió los halagos de campaña, fue el ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa.

"Yo quiero recordarles que fui una de las principales impulsoras de que no hubiera PASO, de que se consiguiera un candidato de unidad", planteó Cristina Kirchner, al lado del comunicador Pedro Rosemblat, quien impulsó la candidatura de Juan Grabois en las internas del oficialismo. La vicepresidenta se autoelogió haber anticipado que sería una elección de tres tercios, pero decidió ignorar al candidato de Patria Grande.

Así dio el pie para una reversión de la frase "agarró un fierro caliente", con la que se halaga a Sergio Massa desde el peronismo. Esta vez, la reivindicación fue que "el ministro de Economía le dijo la verdad a la sociedad sobre el FMI".

"Hay que decirle la verdad a la gente. Si es que obligan a firmar porque si no, no desembolsan... Hay que decirles la verdad, no contarles que es todo maravilloso, que ahora estamos bien como hizo De La Rua..." -reivindicó la vicepresidenta, justificando la devaluación del 22 % que aplicó el ministro Sergio Massa- "Por eso valoro inmensamente la decisión de decirle a los argentinos y a las argentinas la verdad. Obligan a devaluar".

Se trató de un discurso de resignación y sometimiento: como si no hubiera otra alternativa que hacer lo que, desde Estados Unidos, el Fondo le dice a la Argentina que haga. Para millones, ese sometimiento es muy concreto: implica aumento de la pobreza, y salarios y jubilaciones que cada vez alcanzan para menos. La inflación alcanzó en agosto niveles históricos y eso no es producto solamente del FMI, sino del rendimiento incondicional ante sus planes.

"Cada argentino y cada argentina debe saber que los precios le aumentaron por la devaluación del 22 %, pero también vienen aumentado por la devaluación cotidiana que hace el Banco Central, y que es impuesta por el Fondo Monetario Internacional. El FMI impone la tasa de interés por encima devaluación y la devaluación por encima de inflación. Estas son sus condiciones".

La nueva "épica" con que el kirchnerismo busca seducir a los votantes, y armar a su militancia para debatir tiene muy poco filo. Se trata de sincerar que el aumento insoportable en los costos de vida que están pagando las mayorías trabajadoras, son producto de las políticas que aplica el Gobierno a pedido del Fondo Monetario Internacional.

Desde la Izquierda, la diputada y candidata a presidenta Myriam Bregman, respondió a esta parte del discurso de Cristina Kirchner.

A los votantes de Javier Milei

La vicepresidenta repitió un par de veces, casi como un slogan, la frase "Querer vivir bien no es derecha"; como respuesta a la pregunta de Rosemblat de si los votantes se habían derechizado. Y cargó responsabilidades sobre los docentes de la escuela pública; al igual que hizo Sergio Massa, hace un mes, cuando les advirtió "Muchachos, se acabó la joda del paro. Basta".

"No es cierto, Pedro, que la gente se haya derechizado" -respondió Cristina- "Querer tener mi casa… hoy que no puedo ni alquilar. Querer que tus hijos que van a la escuela tengan clases.... Pero no podemos seguir diciendo que defendemos la educación pública, pero mandamos a los chicos a la privada porque no tenemos clases".

De esta manera, Cristina Kirchner tomó un discurso que hace años viene agitando la derecha Juntos por el Cambio, pero ahora también Javier Milei con su propuesta de los vouchers educativos.

"En el año 2012 yo era presidenta. Lo dije en un primero de marzo y me saltaron a la yugular" -recordó Cristina. En esta ocasión, los docentes estaban reclamando por la reapertura de la paritaria nacional, y la entonces presidenta los atacó diciendo: "trabajan 4 horas y tienen 3 meses de vacaciones".

Efectivamente, la docencia en aquel año le saltó a la yugular por esta mentira. Pero incluso hoy, la situación del sector docente aún es peor. Tienen que tomar varios cargos para alcanzar un sueldo que pierde mes a mes frente a las políticas inflacionarias y de ajuste que aplica el gobierno por orden del FMI.

¿Se puede defender la educación pública, atacando a los docentes que día a día la sostienen en sus hombros?

El docente y secretario de prensa de Ademys, Federico Puy, respondió esto:

Los problemas que enfrenta la educación pública, son consecuencia de años de desfinanciación por parte del los gobiernos. Y en particular, el gobierno del Frente de Todos, aplicó ajustes como parte del programa que pide el Fondo.

Ni cómplices, ni sometidos

Cristina Kirchner encaró la charla para debatir contra el modelo neoliberal, achacándole la continuidad de estas políticas a la oposición de derecha. Aunque durante los tres mandatos consecutivos del kirchnerismo no se tocaron los pilares fundamentales de esta herencia.

La vicepresidenta denunció que fue el economista Carlos Melconian quien puso la firma para estatizar la deuda privada en dólares en 1982. Luego de tamaña acusación, se refirió como si nada al encuentro que tuvo, el año pasado, con el economista que acompaña la candidatura de Patricia Bullrich.

Explicó que aquella charla con Melconian fue en el marco de una consulta de “las principales empresas del país, las que te encontrás en las góndolas, en el surtidor de nafta, relacionadas a la energía, los banco… que contrataron un grupo de economistas para que les hagan un plan económico".

Se trata de los sectores que vienen aumentando sus ganancias, a costa de la caída consecutiva del ingreso de los trabajadores y las mayorías populares, desde el gobierno de Mauricio Macri, hasta el actual gobierno peronista.

No quedaba muy bien que trascendiera una reunión entre la vicepresidenta y quienes estaban preparando un plan económico. De hecho al mes siguiente Martín Guzman tocó lo tarros y fuiste” -admitió Cristina.

Después de esta frase el auditorio comenzó a aplaudir y Cristina los retó: “No es para aplaudir es casi para llorar”. Hay que entender a los presentes, un año atrás habían prácticamente militado la renuncia del exministro Martín Guzman, por pactar el acuerdo con el FMI. Aunque ahora la línea sea militar la candidatura de Sergio Massa, como el ministro que aplica el plan del FMI, diciéndote que lo está aplicando.

Así, Cristina Kirchner hiló un discurso para hablar contra la “casta” de los economistas neoliberales, como Melconian o Juan Domingo Cavallo, en quien se referencia Javier Milei.

También planteó que es inviable el “plan motosierra”, que propone el candidato libertario, aunque el propio ministro Sergio Massa cedió ante su demanda de postergar para luego de las elecciones la confección de un nuevo Presupuesto de ajuste para el 2024.

Y señaló que los empresarios en Argentina tienen miedo de que por el déficit fiscal se les aumenten los impuestos; cuando este mismo Gobierno dio beneficios a los grandes empresarios con exenciones impositivas, como al sector de la “economía del conocimiento” o las mineras y petroleras de Vaca Muerta.

El aumento en la desigualdad, y que crezca la pobreza incluso entre trabajadoras y trabajadores asalariados, es producto de que se ajusta a los de abajo y se beneficia a los de arriba.

“Necesitamos que cada argentino y argentina tome conciencia de los problemas que estamos teniendo. No se decide libremente si no se sabe la verdad” -fue el slogan final.

Al parecer, la campaña electoral que propone Cristina Kirchner, para que su militancia salgo a buscar votos para Sergio Massa: es decir sinceramente, que la crisis social que se vive es porque no queda otra que aplicar medidas antipopulares del Fondo Monetario Internacional.

Cristina Kirchner te quiere convencer de que no hay salida, más que resignarnos a acatar las órdenes del Imperio.

Pero sí hay salida para el pueblo trabajador, para las mujeres y los jovenes. La que postula el Frente de Izquierda Unidad: ni cómplices ni sometidos, ante el poder económico y el FMI.