"Los rollos perdidos" es un un trabajo realizado al margen de la cinematografía comercial y de festivales de exportación. A pesar de su origen y los objetivos con que se mandó a hacer (y quizás también desaparecer), es un testimonio documental invaluable que nos muestra la manera de actuar del gobierno mexicano en la masacre de Tlatelolco.
Lunes 1ro de octubre de 2018 11:38
En el marco de la conmemoración de la masacre del 2 de octubre de 1968, se lanzará de manera gratuita en plataformas digitales como Youtube y Vimeo el documental Los rollos perdidos (2012) del director Gibrán Bazán y narrada por Daniel Jiménez Cacho.
Bazán dijo que en el documental, que enfrentó la censura en distintos festivales y plataformas, se sigue la pista del director Servando González quien por encargo de Gobernación filmó, desde los pisos 17 y 19 de la torre de Relaciones Exteriores, con un equipo y ocho cámaras de 35 milímetros, la matanza del 2 de octubre. Se sospechaba que existía por lo menos una hora de material en las bóvedas de la antigua Cineteca Nacional.
El segundo tema que se desarrolla es el incendio de la Cineteca Nacional en 1982 del cual hace responsable el crítico de cine Jorge Ayala Blanco al entonces coordinador de la institución Fernando del Moral González, quien guardó irresponsablemente películas de nitrato altamente explosivas.
En esa época, Del Moral González se desempeñaba como coordinador de la Cineteca Nacional, cuyas instalaciones se ubicaban en la confluencia de Río Churubusco y Tlalpan, actual sede del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Blanco cuenta que detrás de la pantalla de la sala Fernando de Fuentes que explotó, se encontraba un clóset de madera en donde Del Moral González metía las cintas más valiosas e importantes, porque él quería ser el primero en analizarlas. Días antes al incendio, llegaron del interior de la República materiales de nitrato, que hicieron explosión y originaron el incendio.
Hacemos público Los rollos perdidos para las futuras generaciones y con una excelente calidad para que sea compartido… el documental fue censurado, no fue aceptado en ningún festival de cine… lo logramos subir a una plataforma pero al mes la bajaron, hemos sumado una larga lista de censura. Gibrán Bazán en conferencia de prensa.
“Hablamos de un cineasta que nos dio películas como Viento negro (1964) que por 25 mil pesos grabó la masacre de ese 2 de octubre. Tenían cámaras y telefotos, ese mismo equipo fue con el que se filmaron las Olimpiadas. Querían grabar la farsa de un grupo de comunistas que atacaban al Ejército. Incluso personas del equipo de Servando González fueron heridas”, destacó Bazán.
Por su parte el integrante de la Comisión del 68, Humberto Campos, destacó que “dos de los seis integrantes del equipo de filmación nos dijeron sobre los rollos. El Vaquero me dijo que le preguntáramos a Servando”.
Ingmar Montes, fotógrafo del documental Los rollos perdidos, dio su opinión sobre lo que pudo filmar ese día el equipo de González: “tenían cámaras y telefotos, se podía filmar con una óptica fina, se podían identificar rostros, pudieron registrar bastante bien todo lo ocurrido”.
En Los rollos perdidos se habla de que el equipo pudo grabar por lo menos 10 horas de material, el cual fue revelado en los estudios Churubusco la madrugada del 3 de octubre. El material fue llevado por el Ejército a la Secretaría de Gobernación, excepto una primera prueba de revelado. Hasta aquí termina la pista del material integro.
Pliego petitorio
En el estreno del documental se informó también sobre un pliego petitorio dirigido a la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para que se investigue el paradero del material filmado por Servando González y su equipo conformado, entre otros, por Ángel Bilbatúa y Alex Phillips. Este documento también contempla la creación de otra comisión para investigar el incendio de la Cineteca Nacional.
Además presentan el pliego petitorio anexando varios puntos; dirigido al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, a la próxima secretaria de Cultura del gobierno de la República Alejandra Fraustro Guerrero y a los integrantes de la comisión de Cinematografía y Cultura. De esta última Gribrán Bazán aseguró que dará mucho que hablar.
Los rollos perdidos es un un trabajo realizado al margen de la cinematografía comercial y de festivales de exportación, y a pesar de su origen y los objetivos con que se mandó a hacer (y quizás también desaparecer, con la pantalla del incendio), un testimonio documental invaluable que nos muestra la manera de actuar del gobierno mexicano en ese momento histórico clave.