El Sindicato de Docentes en Contexto de Encierro, emitió un comunicado en el que señalan una realidad incontestable: "La vacunación aún es mínima para contener la propagación del virus". Denuncian las condiciones inhumanas de detención en las cárceles, y exigen al Estado que garantice lo necesario para la continuación pedagógica de forma virtual.
Viernes 9 de abril de 2021 10:17
La segunda ola de coronavirus recrudece las condiciones inhumanas de detención en las que más de 100.000 personas se encuentran privadas de su libertad en las penitenciarías. Esta realidad casi invisible afecta también a las y los docentes que trabajan en ellas.
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Desde el Sindicato de Docentes en Contexto de Encierro (SIDECE), volvieron a denunciar las pésimas condiciones de higiene y edilicias en las cárceles, que se recrudecen en la pandemia. Aseguran: "La presencialidad escolar en nuestros contextos, y en pandemia, se vuelve incompatible con la vida y la salud de la docencia y nuestra comunidad educativa".
Por eso plantean la necesidad de continuar de modo virtual con la enseñanza. Para esto exigen al Estado que garantice en estos contextos la educación virtual, para lo que es elemental que tanto docentes como quienes están privados de su libertad, tengan acceso a internet y a los elementos necesarios.
Un punto fundamental en sus reclamos es la vacunación y testeos masivos, para "Evitar una catástrofe sanitaria y resguardar la salud y la vida". Denuncian que en los contextos de encierro históricamente las condiciones de detención son inhumanas y que durante el ciclo lectivo anterior se ocuparon los espacios escolares en algunas Unidades Penitenciarias y todavía no han sido devueltos.
Vale recordar que en noviembre de 2020, además de la represión a golpes, las balas y los gases, el Servicio Penitenciario Bonaerense respondió al justo reclamo de los detenidos que hace meses no tienen visitas, quemando y destruyendo los Centros Universitarios.
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La pandemia y las condiciones inhumanas en las cárceles
En una entrevista con este diario en julio de 2020, la docente y referente del Sindicato de Docentes y Educadores en Contextos de Encierro, Ester Cohen, aseguraba: "En la cárcel, la salud y la educación son derechos imposibles". Esa realidad se mantiene y profundiza con el avance de la pandemia.
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Desde hace décadas todos los gobiernos han mantenido en estas condiciones inhumanas a quienes están privados de su libertad, en especial jóvenes de los sectores más pobres y precarizados, detenidos por delitos menores contra la propiedad o la venta de drogas al menudeo.
En el reportaje a Ester Cohen, quien desde hace más de quince años da clases en el Complejo Penitenciario de Florencio Varela, describía cual es el nivel educativos de quienes están presos: "En general, los presos cursaron algunos años de la escuela primaria, pero hay muchos que son analfabetos, la mayoría cursa sus estudios en la cárcel, dado que antes no han podido ir a la escuela por razones muy conocidas: desempleo de sus padres, pobreza, necesidad de salir a trabajar desde pequeños, vivir en la calle". De esta situación el Estado también es responsable.
En un reportaje radial durante la primer parte de la pandemia, el presidente Alberto Fernandez, señaló: "A un Gobierno se lo juzga por sus cárceles". El estado de las cárceles y las condiciones inhumanas que se mantienen desde hace décadas, en las que miles de personas están privadas de su libertad, dejan a la luz que es una política de Estado.
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Andrea Lopez
@lopez76_andrea Cronista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario, miembro del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos.