San Nicolás. Docentes denuncian incumplimiento de protocolos COVID

Docentes y delegadxs de distintas escuelas públicas de San Nicolás, a partir de una iniciativa desde la Secundaria 20, denuncian que no se cumplen las pautas del Plan Jurisdiccional para una presencialidad segura en las aulas. Entre los problemas, enumeran la sobre carga laboral para auxiliares, sin nuevos cargos y sin mayor financiamiento intentan mantener la limpieza y desinfección de los espacios comunes, cuestiones irresueltas de infraestructura, imposibilidad de ventilar todos los salones y en los que se abren las ventanas temperaturas bajas incumplimiento de los protocolos en el transporte público.

Denuncian, además, que “hay marcadas resistencias institucionales a determinar el aislamiento de burbujas ante casos sospechosos, aun cuando está científicamente comprobado que no pueden esperarse los resultados de los hisopados (que suelen demorarse hasta una semana) o bien que hay familias que no cuentan con la posibilidad de pagar uno particular.” También señalan que, frente al frío de la temporada, los estudiantes se exponen a enfermedades respiratorias.
El texto del pronunciamiento, abierto a la firma de todas las docentes nicoleñas, se puede encontrar aquí

Hambre y frío en las aulas

El clima invernal de la temporada, que va a durar varios meses, invade las aulas con la ventilación exigida en los protocolos. Mientras lxs estudiantes y sus familias intentan abrigarse como pueden, llegando a organizar colectas de mantas, calzado y camperas desde sus centros de estudiantes y asociaciones cooperadoras, lxs docentes sufren afecciones respiratorias por el uso de la voz entre corrientes de aire a bajas temperaturas.

Al incumplimiento del Plan Jurisdiccional, ya precario por no venir apoyado por un mayor financiamiento, se suman las consecuencias de una severa crisis económica y social. Los estudiantes, además de frío, pasan hambre. Los comedores no funcionan y los bolsones aún no se entregan en todas las escuelas, donde ya mencionamos reiteradas veces que no cumplen con los requisitos nutricionales para niños y adolescentes.

Con restricciones a las actividades económicas, muchas familias se quedaron sin ingresos. Los sueldos están planchados, mientras la inflación y las tarifas siguen aumentando. Ni siquiera el miserable IFE que ofrecía bimestralmente el gobierno nacional, que para el presupuesto 2021 no contempló la continuidad de la pandemia. A pedido del FMI, la crisis recae sobre los más vulnerables.

Testeos truchos, burbujas pinchadas

El gobierno de la provincia lanzó un operativo de testeos en escuelas que tiene profundas fallas. En el Jardín de Infantes 918, por ejemplo, de los tres testeos aleatorios que se hicieron la semana pasada, una de las auxiliares recibió resultado positivo. Inmediatamente se aisló junto a su familia, pero ante la consulta del equipo directivo a Inspección, la funcionaria passaglista Mirna Bottazzi informó que el resultado fue mal cargado en el sistema, y que en realidad era negativo. La trabajadora auxiliar, para evitar transmitir el COVID involuntariamente, tuvo que mantenerse aislada por su cuenta y conseguir un testeo particular pagado de su propio bolsillo. En sus palabras, “me dio negativo, pero me indigna la falta de responsabilidad y de control que hay políticamente, manejando los resultados a conveniencia para que no nos bajen de fase”.

Las escuelas están funcionando en una fracción mínima de sus capacidades, ya afectadas por la crisis crónica del sistema educativo de la provincia. La división de los cursos en burbujas no contempla ningún tipo de trabajo virtual. Si una docente dicta clases presenciales a un grupo, entre el 50% y el 75% del alumnado permanece en sus hogares sin posibilidad de mantener vínculo pedagógico. Para atender la totalidad de un curso hay que trabajar el doble o el triple por el mismo salario. Además faltan coberturas para docentes y auxiliares dispensadas, y las preceptoras aisladas por contagios o casos sospechosos no tienen suplencias para continuar el trabajo.

En cuanto a la virtualidad, la enorme mayoría de lxs estudiantes no tienen dispositivos propios ni conectividad libre para mantener la continuidad pedagógica. En muchas familias se cuenta con un solo teléfono celular para compartir entre tres o cuatro hermanxs, y en varios hogares ni siquiera eso.

¿Sindicatos o funcionarios?

Los sindicatos, en el mejor de los casos, se limitan a denuncias particulares dejando que cada escuela se arregle como pueda. Como si se trataran de casos aislados y no de un sistema educativo en crisis que no se preparó para la pandemia. En el peor de los casos, directamente justifican las políticas del gobierno como si fueran una oficina de la Dirección General de Cultura y Educación. El SUTEBA San Nicolás conduce una campaña para... aprender a cuidar la voz ante las dificultades del uso de barbijo y mascarilla en clase.

La Agrupación Marrón Docente, por su parte, exige que los sindicatos docentes y de auxiliares dejen de tapar la crisis, los delegados deben convocar asambleas para mandatar a tomar medidas contundentes como el paro y movilización por la suspensión de las clases presenciales mientras dure el riesgo epidemiológico. También decimos que San Nicolás no es ajena a otras localidades y provincias, son los gobernadores como Kicillof y Perotti, sus ministros y las jefaturas distritales las responsables de seguir con este plan.

¡Nuestras vidas importan! Que se vacune masiva e inmediatamente a todxs lxs trabajadores de la educación, declarando de interés público la producción de vacunas en el laboratorio del empresario Sigman. Que se garanticen dispositivos y conectividad para estudiantes y docentes, y se creen y cubran todos los cargos necesarios. Que el gobierno deposite Ingresos de Emergencia de $40.000 para todas las familias que lo necesiten.

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Existen los recursos para cubrir las necesidades de la pandemia, pero es necesario afectar los intereses de los banqueros y los empresarios. Hay que romper con el FMI y desconocer la deuda fraudulenta para invertir en educación, salud, y todas las necesidades del pueblo trabajador.