Este jueves se realizó la Asamblea Extraordinaria del gremio y se votaron las acciones de lucha contra el ajuste, abriéndose una discusión sobre la continuidad de las medidas.
Sábado 3 de marzo de 2018 17:43
Como en toda la provincia de Buenos Aires, este jueves se realizó la Asamblea Extraordinaria de Suteba y se votaron las acciones de lucha contra el ajuste del gobierno. A raíz de la continuidad de las medidas se abrió una discusión en la que la Agrupación Azul y Blanca, dirigida por la CCC - PCR, terminó votando con la Celeste de Baradel.
La asamblea comenzó con un informe e intervenciones en la que los compañeros coincidían en que después de las jornadas del 14 y el 18 de diciembre el gobierno de los CEO de Mauricio Macri -a pesar de haber aprobado la reforma previsional- quedó muy debilitado. Es que este ataque hacia los jubilados y los sectores populares fue aprobado, pero a un altísimo costo, cayendo fuertemente su imagen y alejando incluso a sectores de su propia base social. Luego los compañeros que se anotaron para hablar hicieron mención a los ataques que venimos sufriendo los trabajadores, como fueron los miles de despidos, salarios por debajo de la inflación y tarifazos sistemáticos. A nivel educación se plantearon las problemáticas que sufrimos como el cierre de las escuelas rurales y cursos, el cese de oficio a miles de docentes provisionales y suplentes, la modificación del sistema de licencias médicas haciendo casi imposible su obtención, el miserable aumento salarial, etc.
Posteriormente comenzaron a discutirse las medidas a tomar en la primer semana de clases: paro el lunes y el martes, asambleas de escuela con docentes, auxiliares, padres y estudiantes el miércoles para ver cómo la seguimos, y el 8 adherir al paro por el día internacional de las mujeres.
Las diferencias comenzaron a la hora de discutir la continuidad de las medidas en la semana que empieza el lunes 12. Desde La Marrón, y como planteó la Multicolor en toda la provincia, propusimos asambleas seccionales el viernes. La Agrupación Azul y Blanca se opuso, planteando que había que llamar a reuniones de delegados con mandato. Lo que parecía una cuestión terminológica terminó siendo toda una opción política: las reuniones de delegados no son resolutivas. Votar reuniones de delegados para la provincia es darle a la Celeste, que no dice cómo seguir en la semana del 12, la posibilidad de que el viernes haga solo reuniones informativas para que dirija el conflicto de la manera burocrática que hace siempre, es decir, imponiendo la línea del Consejo Ejecutivo Provincial sin decisión de las bases. No casualmente en importantes seccionales de Suteba en las que dirige la Celeste, como Lomas de Zamora, la propuesta del oficialismo fue justamente reuniones de delegados con mandatos.
Las únicas instancias resolutivas, las únicas en donde pesa la base -incluso con sus mandatos-, son las asambleas de escuela y las asambleas seccionales. Que en las seccionales multicolores toda instancia sea resolutiva es una conquista de los docentes. No es la realidad en donde dirige la Celeste. Por eso no es menor la votación de la Agrupación Azul y Blanca que le da en la práctica un cheque en blanco a Baradel.
Un giro de los docentes del PCR que se veía venir
A la hora de justificar su posición, la conducción de la Azul y Blanca realizó un balance muy particular en el que puso a la misma altura la política de la Celeste en el conflicto del año pasado y la de la Multicolor. Es decir, que las burocrateadas de Baradel con sus paros por Whats App, las consultas que reemplazaban a las asambleas y su nula intención de nacionalizar el conflicto, son para la particular lógica de la CCC - PCR lo mismo que la política llevada adelante por la Multicolor. Ahora bien, más allá de que la equiparación, ya plantea un claro posicionamiento: la solución para los compañeros no es abrir un debate en el seno de la Multicolor, sino votar la misma política que la Celeste. Y no fue solamente en Quilmes, ya que en todos los lugares donde tienen peso, como Berazategui y Esteban Echevarría, tuvieron la misma posición.
Esta política no es casual. Desde que hace dos años la CCC profundizó su acercamiento al Vaticano, su agrupación docente se negó en todas las movilizaciones convocadas por las centrales sindicales a llevar cualquier tipo de política de exigencia de paro y plan de lucha. De hecho, por este motivo se negaron a que la bandera de Suteba Quilmes estuviera el último 21F con los enfermeros del Posadas, los mineros de Río Turbio, el INTI, la UEP y Ferrobaires, entre otros sectores de trabajadores que están luchando contra los despidos. Ese 21F su posición fue marchar acríticamente con el Suteba central. Tampoco se trata de una política nueva. La Azul y Blanca codirigió el Suteba con la Celeste tanto en sus orígenes como en el período 2003 - 2009.
Los docentes combativos tenemos el desafío de poner en pie a todo nuestro gremio junto a los auxiliares, padres, alumnos y el conjunto de la comunidad. Por eso la necesaria unidad de acción tiene que servir para derrotar el ataque del gobierno de los ricos contra la educación pública y ampliar la influencia del sindicalismo antiburocrático. No permitamos que nos lleven a otra frustración en la que sólo ganarán los que opinan que la única salida es que “Hay un 2019”.