Entrevistamos a Elisabeth Márton directora del documental Mi nombre fue Sabina Spielrein (2002). Los relatos oficiales del psicoanálisis suelen otorgar un lugar devaluado e ignorado para algunas mujeres que fueron pioneras en la transmisión del psicoanálisis, como es el caso de Spielrein.
Martes 18 de agosto de 2020 14:12
En el relato histórico del psicoanálisis, las mujeres más bien ocupan un lugar secundario o directamente aparecen como objeto de estudio (las histéricas). Por eso entrevistamos a Elisabeth Márton, quien en el 2002 hizo el documental Mi nombre fue Sabina Spielrein sobre una de las pioneras en el psicoanálisis,que fue olvidada durante mucho tiempo.
Elisabeth Márton es directora de cine, nació en Stuttgart Alemania y vive en Suecia desde 1973. Estudió psicología, cine y teatro y trabajó como crítica y asistente de dirección. En 1990 terminó sus estudios de directora en la Academia de Cine de Budapest.
¿Por qué decidiste hacer una película sobre Sabina? ¿Por qué la elegiste?
Durante mis estudios en psicología nunca escuché el nombre de Sabina Spielrein. En ese momento todavía era una figura inexistente en la historia de la psicología y el psicoanálisis. Por lo tanto, estaba muy interesada en aprender más sobre ella cuando un guionista sueco me pidió veinte años después que hiciera un largometraje sobre ella, Jung y Freud. Desde el primer momento me impresionó profundamente la historia de vida de Sabina Spielrein. Al estudiar su correspondencia con los dos pioneros más importantes del psicoanálisis, Freud y Jung, me di cuenta de que su influencia en Jung especialmente, pero también en Freud, era mucho más esencial (importante) de lo que imaginamos. Pero, ¿por qué Jung no la mencionó en su autobiografía y por qué ella solo existía como una nota al pie en el trabajo de Freud? Me molestó el hecho de que ella básicamente no existía en la historia del psicoanálisis. Mi ambición era basar la película en la correspondencia encontrada en 1977 en una bodega de Ginebra, en sus diarios y su trabajo científico, y quería que la película fuera lo más auténtica posible. También abandoné el guion original y busqué mi propio estilo entre la documentación cinematográfica y la recreación para dar vida a la historia de Sabina Spielrein.
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¿Qué aspectos de su vida y su trabajo crees que están vigentes en la actualidad?
Probablemente debería ser una psicoanalista para responder esta pregunta correctamente. Pero creo que su tesis de doctorado sobre la esquizofrenia, que en ese momento era un trabajo pionero, sigue siendo fundamental en este tema.
También varios de sus estudios de casos con niños y el desarrollo del lenguaje fueron importantes y se convirtieron en conocimientos básicos para estudios posteriores. Su segundo trabajo, "La destrucción como causa del devenir", es de un carácter innovador y profundamente original con su representación del mundo simbólico y sus asociaciones con la historia, la historia cultural, la psicología y otros campos, lo que lo convierte en un texto memorable e interesante.
Su tesis principal de "La destrucción como causa del devenir" se convirtió para mí en un modelo para toda la realización de la película. Y tuve que aprender mi propia lección sobre la destrucción en el proceso creativo. Tomó siete años terminar la película.
Tu película no es solo biográfica, pudimos ver que es un trabajo que inicia un diálogo con la teoría psicoanalítica. ¿Cuándo comenzó tu interés en esa teoría? ¿Hubo algún cambio en tu percepción sobre el psicoanálisis después de hacer la película?
A temprana edad me interesé por los sueños y su interpretación. Más tarde en la poesía y su estructura asociativa, que es similar a la estructura del sueño. Al igual que Sabina Spielrein, quería saber más sobre la psique humana y nuestra mente subconsciente. Por lo tanto, como cineasta no estoy interesada en contar historias de una manera lineal y de un solo nivel.
Parecía natural contar la historia de Sabina Spielrein de manera similar, mientras que al mismo tiempo procedía como un analista en una sesión psicoanalítica: lineal y cronológicamente por un lado, desconectada y asociativamente por el otro, saltando los límites del tiempo, lugar y causalidad, regresando a la infancia con sus recuerdos y anticipación de eventos futuros. Esta forma también determinó el ritmo del montaje y el fondo de sonido de varios niveles.
La contribución más fuerte del psicoanálisis es la de la "cura por la palabra". Al aprender más sobre el cuerpo y su función como guardián de la memoria, me interesé más en la terapia gestáltica, que también practiqué con buenos resultados. La gente solía preguntarme después de haber visto la película si me sometí a una terapia psicoanalítica y generalmente digo: la película fue mi psicoanálisis.
¿Cuáles son las razones que determinaron que Sabina fue olvidada durante tanto tiempo, incluso entre la sociedad académica?
Las razones principales son probablemente que ella era una mujer y que vino de Rusia como una paciente histérica que tuvo una historia de amor con su médico. No tenía a nadie que pudiera haberla apoyado, aunque muchos colegas varones la apreciaban y valoraban su trabajo. Jung lo hizo al principio, Freud más tarde durante su período de Viena, pero el escándalo con la relación médico-paciente fue bastante delicado (peligroso) tanto para Jung como para Freud y su reputación. Para Jung, porque estaba casado y era su médico, para Freud porque su nueva terapia podría tener consecuencias complicadas.
Afortunadamente, Freud descubrió la contratransferencia a través de la historia de amor entre Spielrein y Jung y, a partir de ese momento, cada psicoanalista tuvo que someterse a un autoanálisis.
El famoso descubrimiento de la correspondencia de Spielrein con Freud y Jung en una bodega en Ginebra en 1977 y su publicación algunos años después por el analista italiano Aldo Carotenuto, quien entendió su importancia para Jung y Freud y su importancia como figura clave en La historia del psicoanálisis le dio a ella y a su trabajo científico una nueva vida.
Mirando hacia atrás, parece que el reconocimiento de Sabina Spielrein cambió con el tiempo: Al principio fue descrita desde el ángulo de "la escandalosa connivencia entre Jung y Freud", "la seducción en el diván". El siguiente período la vio desde una perspectiva más feminista como "la víctima como heroína". Solo en el tercer período, la gente comenzó a interesarse realmente en su propio trabajo como psicóloga infantil y psicoanalista con más de treinta publicaciones científicas.
Podemos ver el continuo interés de Sabina Spielrein por parte de científicos y artistas en libros, artículos, películas y obras de teatro. Nuevamente, fue como una sesión psicoanalítica, un descubrimiento en varias capas durante las últimas cuarenta décadas y aún continúa.
Página web del documental sobre Sabina Spelrein : http://www.sabinaspielrein.com/htm/press.htm