Su historia se volvió viral cuando una vecina la compartió en sus redes sociales. Su familia confirmó que falleció este martes.
Viernes 2 de octubre de 2020 17:30
Foto: Yamal Manuel
Yamal Manuel era un joven platense que, como tantos miles de jóvenes, se quedó sin empleo en plena pandemia. Junto a su papá se dedicaba a la albañilería y ambos se quedaron sin trabajo. Con el frío del invierno a cuestas, Yamal no tuvo más opción que rebuscárselas para llevar una ayuda a su familia. Y así empezó a recorrer su barrio, golpeando puertas y ofreciéndose para barrer las veredas a cambio de algunos pesos.
Una vecina atendió su llamado a principios de septiembre y no dudó en aceptar su servicio. Solidariamente le ofreció también una taza de té caliente “porque estaba muerto de frío”, y un rato de charla. Después compartió su historia que se volvió viral. Esta semana, la familia de Yamal le confirmó al portal de noticias 0221 que el joven murió el martes por un cuadro de neumonía.
Yamal no pudo “quedarse en casa” a cumplir el aislamiento como pide el Gobierno. Su historia es el reflejo de lo que hoy viven miles de jóvenes en todo el país que todos los días pierden, mientras un pequeño puñado de ricos gana como nunca. Pierden el empleo, pierden la vivenda, pierden derechos y hasta pierden la vida.
Las consecuencias de la crisis económica y social azotan duro a la juventud, que las viene pagando desde hace varias generaciones. Para el año 2018, el diputado del FIT Nicolás del Caño detalló en su libro Rebelde o Precarizada, que al menos un 60% de las y los jóvenes de entre 16 y 24 años estaba condenado a un trabajo “en negro”, sin ningún derecho. Esta realidad sin dudas se agravó desde que irrumpió la pandemia, ya que no existió por parte de ningún Gobierno un plan de medidas para evitar que sea la juventud quien pague la crisis.
Por el contrario, el Gobierno solo destinó este año un miserable IFE de $10 mil pesos cada dos meses, al que puede acceder solamente una parte de quienes se vieron afectados por la pandemia. En cambio, no dudó en pagar millones de dólares a los acreedores; beneficiar con subsidios a las empresas y bajar las retenciones a los sectores concentrados de la economía como las mineras o el campo.
La muerte de Yamal conmueve profundamente porque su realidad no es distinta a la de la gran mayoría de les jóvenes, que todos los días inventa una forma para subsistir. Su historia reafirma que es urgente imponer otras prioridades para la juventud y el pueblo trabajador. Un motivo más para organizarse por conquistar otro futuro y dar vuelta todo.