El juez Gerardo Santicchia cedió la locación de la planta a los trabajadores organizados en la cooperativa MadyGraf. Al mismo tiempo, fija un canon que los obreros deberían acordar con el síndico. La primera respuesta de los trabajadores.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Martes 7 de octubre de 2014
Este viernes 3/10, el juez Gerardo Santicchia emitió una resolución, ante las presentaciones de los trabajadores que vienen gestionando la planta gráfica desde el 12 de agosto. Fueron los trabajadores quienes denunciaron desde un principio que la empresa no tenía crisis ni deudas significativas, y la quiebra era una maniobra planificada. La misma Presidenta tuvo que denunciarla como "fraudulenta" y la AFIP pedir el rechazo a esa quiebra.
Ante estas pruebas y ante la actitud de los trabajadores – que continuaron con la producción bajo gestión obrera y se movilizaron en repetidas veces al juzgado – el juez que tiene a cargo de la quiebra de la multinacional gráfica, concedió la locación de la planta de la empresa a la Cooperativa "MadyGraf". La medida significa un aval, hasta el momento, para la continuidad de la gestión obrera. Al mismo tiempo, decidió fijar un canon, que los trabajadores deberán acordar con el síndico a cargo. El fallo además incluye otros requisitos formales que deberá cumplir la cooperativa, como seguros, habilitaciones, obligaciones societarias, entre otras.
Los trabajadores, mientras siguen produciendo y continúan movilizados, consideraron un logro el otorgamiento de la locación a MadyGraf, aunque permanecen en estado de alerta ante las condiciones de podría fijar el juez para el canon y los plazos de la locación.
La Izquierda Diario dialogó con René Córdoba, que nos contó sus primeras impresiones sobre el dictamen.
LID: ¿Cuál es la primera lectura qué hacen de la decisión del juez?
RC: Que el juez haya otorgado la locación, y que no haya insistido con que necesitábamos los 2/3 de quienes trabajábamos en Donnelley para que MadyGraf sea aceptada y pueda continuar con la producción, es un paso adelante que sólo se puede entender con la movilización y firmeza que hemos tenido los trabajadores en estas semanas. Es un logro nuestro, lo hemos arrancado con la lucha como fue antes el pago de los salarios. Pero como siempre, intentan ponernos por delante nuevas incertidumbres y obstáculos. Plantean que debemos acordar con el síndico un canon por la locación. O sea, el juez que dijo que la fábrica que dijo que “la fábrica es inviable” ahora nos pone un canon.
Nosotros somos los que hemos sostenido la fábrica produciendo, evitando que cientos de familias queden en la calle. El juez que decía que era inviable, no nos puede pedir un canon que ahoga a la cooperativa. Por eso planteamos que nos dejen seguir trabajando. Nosotros creemos que no debe haber un canon, o debe ser simbólico. Eso es lo que hemos discutido con los compañeros.
LID: Antes habían conseguido otra cuestión a la que el juez en principio se negaba, el pago de salarios
RC: Es cierto. Después de la tercera movilización al juzgado el juez liberó 800 mil pesos que había depositado Atlántida en la justicia, y de eso se pudo repartir 4000 pesos para cada trabajador. Y además conseguimos el compromiso de que mientras se vayan depositando los cheques por los trabajos realizados, se va a ir liberando ese dinero para los salarios.
Hay casi 5 millones de pesos que van a ingresar en las próximas semanas. Eso lo hemos conseguido, como te decía, movilizándonos, y es lo que permite sostener a las más de 200 familias que hoy son parte de la gestión obrera, junto a las campañas solidarias que llevamos adelante con la Comisión de Mujeres.
LID: ¿Cómo es la situación dentro de la fábrica?
RC: Nosotros permanentemente hacemos reuniones por turno, periódicamente hacemos asambleas generales, hoy hicimos una para discutir el dictamen del juez y otros temas. Siempre nos reunimos para discutir de organizar la producción y todas las tareas que hay que hacer, cómo nos repartimos las tareas entre todos los compañeros, las prioridades. Todo eso se discute todo en las asambleas, y eso ayuda a que haya mucha predisposición de parte de los compañeros. A muchos esto les ha cambiado la vida, y tienen una predisposición terrible para que salgamos adelante, darnos una mano entre todos.
Queremos seguir construyendo y sosteniendo la gestión obrera, por eso seguimos haciendo una fuerte campaña fuera de la fábrica. Porque sabemos que aunque consigamos algo del juez ahora, no confiamos en la justicia que dictó la quiebra en 24 horas, y puede poner nuevos obstáculos. Por eso tenemos claro la importancia de seguir recorriendo las fábricas, facultades, los barrios, charlas donde nos invitan vamos para seguir difundiendo el conflicto. Que sigamos haciendo lo que hicimos siempre.
LID: mientras avanzan estos pasos con MadyGraf, siempre repiten que la fábrica puede ser estatizada y puesta al servicio de la comunidad
RC: Sí, y te lo voy a contar más en concreto. La semana pasada estuvieron en la fábrica un importante grupo de docentes del SUTEBA Tigre y de San Martín. Les mostramos la fábrica, las máquinas, todos los materiales escolares que se pueden producir acá. Con ellos charlábamos qué es lo que queremos hacer con la fábrica. Les contamos lo mismo que charlamos siempre con nuestros compañeros, que los obreros de Zanon donaban parte de su trabajo, cerámicos, a escuelas, hospitales, a los barrios carenciados. De la misma manera, nosotros queremos discutir y mostrar cómo podemos ayudar a la comunidad. Hay muchos chicos que no tienen acceso a los libros, a la cultura, o que se ven imposibilitados de comprar los materiales para estudiar. Entonces discutíamos con los compañeros, y se votó en asamblea, donar 10 mil cuadernos a alumnos de escuelas públicas. Y lo queremos seguir haciendo con nuevos colegios. Queremos también hacer unas revistas para colorear, para los chicos internados. Esta fábrica puede tener utilidad a los chicos que más lo necesitan. Hoy la fábrica está lejos del 100% de su producción, pero se podrían producir muchos materiales públicos. A nosotros no nos interesa tener un salario mucho mayor al que teníamos con la patronal. Preferimos donar parte de nuestro trabajo y la producción de la imprenta para la sociedad. Cuadernos, hojas de carpeta, manuales.
Con esta perspectiva planteamos la estatización de la fábrica, gestionada por los trabajadores, y es algo que no vamos a dejar de pelear nunca. Realizando estos trabajos estamos desmintiendo el discurso del gobierno, que una empresa como Donnelley no se puede estatizar porque no hay “utilidad pública”. Estamos demostrando que sí, que tiene utilidad pública, si el gobierno no considera la cultura de los chicos, del pueblo, como de utilidad pública, se está equivocando.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.