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Red Internacional
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Pandemia. Dos fábricas de Chascomús dejan a 80 familias sin cobrar el sueldo

Los trabajadores de Leadcam y Fadecya denunciaron que las empresas decidieron suspender a sus trabajadores sin goce de haberes.

Jueves 2 de abril de 2020 20:44

Fadecya es una fábrica metalúrgica que cuenta con 30 trabajadores; mientras que Leadcam, que se dedica a la producción de camisas para motores, tiene 50. Si prospera la medida de no pagar los sueldos mientras dure la cuarentena, serían 80 las familias que se quedarían sin un sueldo para su manutención.

Desde el 19 de marzo, fecha en que se decretó la cuarentena y aislamiento a nivel nacional, los trabajadores no están concurriendo a sus lugares de trabajo, ya que ninguna es considerada fabricante de “productos esenciales”.

Los empresarios aducen que las “suspensiones son por razones de fuerza mayor”. Aunque el presidente, Alberto Fernández dijo que sería "muy duro" con los empresarios que despidieran, sus dichos no se reflejan en la realidad. Si bien ayer se decretó un DNU que prohíbe los despidos por 60 días, no se impondrá a las empresas la reincorporación de quienes ya han sido despedidos o suspendidos antes del 31 de marzo.

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Es decir que en medio de la emergencia sanitaria, las patronales aprovechan para despedir y suspender personal, descargando la crisis que genera la pandemia del Coronavirus sobre los trabajadores y trabajadoras.

En la denuncia que los trabajadores hicieron en medios locales compartieron un audio del dirigente gremial de la UOM, Mario Batista, donde afirmaba que la empresa mandó los telegramas directamente y una notificación al Ministerio de Trabajo, "lo hicieron unilateralmente”, se excusó . Los obreros aún se encuentran a la espera de una solución por parte del Ministerio de Trabajo y del sindicato que los representa.

Esta situación se repite en diversos puntos de la provincia de Buenos Aires, suspensiones, despidos, fábricas que siguen funcionando aunque no sean esenciales, sin las condiciones de seguridad e higiene necesarias.

También hay ejemplos de solidaridad que parten de los mismos trabajadores como en Madygraf que decidieron reconvertir su producción para fabricar alcohol en gel o los trabajadores de Astillero Río Santiago que hoy están arreglando camillas ortopédicas. La capacidad de la industria debería ponerse en función de afrontar la crisis sanitaria.

Asimismo, es necesario exigir que se prohíban los despidos retroactivamente, mientras dure la emergencia, para el conjunto de las y los trabajadores del país, empezando por quienes no tienen ni siquiera los mínimos resguardos de la legislación por estar en la precariedad absoluta.