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Red Internacional
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Clases presenciales. Dos meses en las aulas ¿cómo lo hemos vivido las maestras?

A partir del 30 de agosto del presente año, se impuso el regreso a clases en educación básica en casi todo el país. Utilizando el argumento de que los alumnos necesitaban socializar y evitar los ambientes de violencia que vivían en sus casas, justificaron la imposición, poniendo en riesgo a toda la comunidad educativa.

Jueves 21 de octubre de 2021

Cabe destacar que muchas escuelas volvieron sin contar con las condiciones de salud y seguridad mínimas aunado a esto, la falta de vacunación para toda la población, incluyendo la de los alumnos y alumnas, volvió aún más riesgoso el regreso, pues los contagios siguen y las muertes por el SARS-CoV-2 continúan.

Son más de dos meses de este retorno a clases. Muchos de nosotros laboramos en escuelas que operan sin contar con agua, con una enorme carencia de insumos básicos como jabón, gel antibacterial, cubrebocas. Padecemos la falta de personal como maestros y maestras, médicos, psicólogos, entre otros. Los que solventamos los pocos insumos que tenemos somos los maestros junto a las madres y los padres de familia. Así es como se opera la educación en estos tiempos donde la pandemia sigue.

La mayoría de las escuelas están ofreciendo servicio presencialmente porque así lo impusieron las autoridades educativas y muy pocas lo hacen en línea o de manera híbrida.

Aunque hay un rezago educativo muy evidente muchos padres y madres de familia han tomado la decisión de no enviar a sus hijos porque se exponen a los contagios, esos alumnos que no asisten quedan fuera del sistema educativo. En mi escuela, por ejemplo, solo se dio la indicación de atender a los alumnos que asisten presencialmente al plantel.

Pero ¿qué está sucediendo en las escuelas que están funcionando de manera presencial? En mi centro educativo se han suscitado contagios y lamentablemente las autoridades educativas callan y no informan a toda la comunidad escolar. Todo se maneja a discreción evitando la divulgación a toda la comunidad del plantel.

Los Comités Participativos de Salud Escolar no están activos. Solo forman parte de un protocolo que no funciona. Los gastos por atención médica si alguien se contagia recaen en los maestros y maestras, padres y madres de familia. Además, la escuela no se cierra si se contagia alguien lo que pone en riesgo a la comunidad del plantel.

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Filtros en las escuelas ¿son suficientes?

En el primer filtro -que es cuando ingresan los alumnos al plantel- se observa la aglomeración del alumnado lo que los pone en riesgo por no mantener la “sana distancia”.

Dentro del aula no hay la suficiente ventilación para estar seguros, en los recesos a los alumnos les es inevitable estar al lado de sus compañeros y compañeras, por lo que no se guarda la sana distancia, pues hay una gran concentración de personas en los patios de las escuelas. Si esto se da ahora que los grupos están divididos en secciones y asisten de manera escalonada, entonces ¿qué se espera cuando se dé la vuelta a clases de manera obligatoria para todos para el mes de noviembre?

¿Realmente estamos preparados para esto los maestros y maestras, padres, madres y alumnos? Principalmente somos los que estaremos expuestos a los contagios y que de las autoridades no hay ninguna preocupación si se enferma cualquiera de nosotros.

La vuelta a clases es una política que solo interesa a los empresarios para reactivar la economía y los que pagamos las consecuencias somos quienes formamos parte de la comunidad del plantel.

Es tan claro que el Estado hace caso omiso y se ha deslindado de esta responsabilidad que le compete. Reduce el presupuesto a la educación y cada día destina más a la construcción de cuarteles y el apoyo a la Guardia Nacional.

Por eso, es necesaria la unidad entre maestras, maestros, madres y padres de familia, alumnos de todos los niveles para exigir al Estado que, si se obliga a volver a las aulas, se garanticen mejores condiciones en las escuelas. Es momento de organizarnos para que impulsemos un gran movimiento nacional por un regreso seguro a clases y luchemos por una educación gratuita y pública.

¿Cómo ha sido tu experiencia en este regreso a clases? Envíanos tu testimonio.

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