El ministro de Hacienda se reunió con la directora del FMI. La funcionaria tuvo palabras elogiosas para la gestión Cambiemos. Pero el lunes había diagnosticado un menor crecimiento para Argentina.
Jueves 19 de enero de 2017
“Queremos tener una relación madura con el FMI”. Ese fue el mensaje del nuevo ministro de Hacienda de la Nación en su cuenta de Twitter. El funcionario es parte de la comitiva técnica que viajó al foro mundial que se realiza en Davos. Allí, junto a reuniones con inversores, se reunió con la titular de la institución responsable de planes que llevaron al colapso a la economía argentina en los años 90 e inicios de este siglo.
Más información: Davos: la delegación argentina con menos brillo que hace un año
Desde el FMI no fueron más moderados en su apreciación de la reunión. “La directora Ejecutiva congratuló al señor Dujovne por su nombramiento y elogió a las autoridades por los continuos esfuerzos para establecer un marco económico y legal más estable, que sirva para estimular la confianza y el crecimiento en la Argentina” afirmaron voceros del organismo.
El marco económico “más estable” -en palabras del FMI- está signado por una inflación que superó el 40 % en 2016 y una masa de despidos que fue confirmada por el Indec en 128 mil trabajadores registrados en la jornada de ayer. Si se suman los no registrados (en "negro"), las cifras trepan a 200 mil despidos en 2016, según estimaciones privadas.
Pero las sonrisas para la foto se dan con la noticia de fondo de que Argentina tendrá un crecimiento menor del previsto. La información la brindó, hace horas nomás, el organismo que Lagarde preside.
En un informe emitido el lunes pasado, se revisan los pronósticos de crecimiento a corto plazo de Brasil y Argentina. Un golpe al discurso que viene proponiendo el Gobierno nacional, donde se habla de que 2017 será “un mejor año”.
Más información: El FMI trae malas noticias para Macri y Temer
El informe, en una cita textual, afirma que "La revisión a la baja en América latina refleja en gran medida una menor expectativa de recuperación a corto plazo en la Argentina y en Brasil, tras las cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas en torno al segundo semestre de 2016”.
Así, la foto con sonrisas y los elogios mutuos, por ahora, no se traducen en “buenas noticias” en la economía.