INTERPELACION A MINISTRO DE GOBIERNO. Duro enfrentamiento en ALP por caso Golpe de Estado sin cuestionar la naturaleza antipopular de las FF.AA y la Policía

La sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) realizada con motivo de la interpelación al ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, sobre la detención de Jeanine Áñez y de varios de sus colaboradores por los casos Golpe de Estado, corrupción, lavado de dinero y otros del anterior Gobierno. Sin embargo, apenas Del Castillo pretendía exponer su informe, luego de la proyección de imágenes de las masacres de noviembre del 2019, fue interrumpido por el griterío iniciado por la oposición, griterío que derivó en la pelea a golpes de puño entre los parlamentarios.

El diputado del partido ultraderechista "Creemos", de Luis Fernando Camacho, Henry Montero afirmó que fue agredido al exigir y reclamar a la presidencia de la Asamblea que el ministro se dirija con respeto a los parlamentarios, momento en que habría sido agredido por Colque.

La sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional, estuvo acompañada por decenas de simpatizantes del oficialismo así como de víctimas y familiares de las víctimas de las masacres de Sacaba, Senkata y Ovejuyo, que montaban vigilia en puertas del parlamento, mientras que en el interior Del Castillo convertía su interpelación en un debate político y jurídico que reclamaba a la oposición aprobar los juicios de responsabilidades a la ex presidenta de facto Jeanine Áñez.

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Del Castillo denunció el carácter golpista del movimiento de octubre y noviembre del 2019 frente a una oposición que a los gritos oponía la “tesis” del fraude electoral rechazando el calificativo de Golpe de Estado. La ALP, concluido el debate aprobó un voto de confianza al ministro con la votación mayoritaria de los parlamentarios del MAS.

Un durísimo debate en los marcos de la democracia liberal

Las repercusiones no se hicieron esperar. Tanto desde el oficialismo como desde la oposición se condenó la gresca sucedida aunque desde los distintos bloques se adjudicaba al oponente el inicio de la violencia, afirmando que los parlamentarios serán sometidos a la comisión de ética del parlamento.

En redes sociales, afines al Gobierno y al MAS no desperdiciaron la ocasión para denunciar el papel cómplice de la oposición al intentar encubrir los delitos de corrupción y lavado de dinero “desviando” la discusión hacia el relato del supuesto fraude electoral del 2019, mientras se realzaba la figura del ministro de Gobierno. Por su parte la oposición denunciaba la sesión como expresión del “rodillo” parlamentario del MAS, y un paso en la consolidación del relato de “golpe” para avanzar en la supuesta persecución política de los derechistas vinculados al Gobierno de facto de Áñez.

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Sin embargo, la dureza del debate político no pasó mas allá de los marcos establecidos por el régimen liberal, reduciéndose las responsabilidades por las masacres y el golpe de Estado a algunas individualidades de la oposición pero defendiendo y preservando a las instituciones reaccionarias, como la Policía y las FF.AA., de su responsabilidad.

Ya todo el bloque golpista, encabezado por el proimperialista CONADE (Comité Nacional de Defensa de la Democracia), se había manifestado contra los procesos a unos pocos oficiales a los que se considera casi como los salvadores de la democracia.

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Por su parte, Del Castillo, afirmó en su intervención que la policía fue “mal” usada, ya que la policía estaría “formada por el pueblo” solo que este estaría de uniforme. Con estas afirmaciones, Del Castillo reedita la política sostenida por Evo Morales y el MAS, de intentar embellecer estas instituciones claves del poder agroindustrial, financiero y empresarial ante los ojos de las y los trabajadores y el pueblo, exculpándolas de toda responsabilidad.

Recordemos que durante el Gobierno de Morales se calificó a estas instituciones como “antimperialistas” lo que facilitó que las mismas pudieran consumar el golpe de Estado mediante las torturas, asesinatos y finalmente mediante la persecución política desatada luego de la renuncia de Evo Morales.

Los duros epítetos entre las bancadas y las escenas de pugilato al mantenerse en los marcos de la democracia liberal, donde masistas y opositores se disputan la titularidad de la “democracia” solo contribuyen a fortalecer estas instituciones recreando ilusiones en los sectores populares sobre la posibilidad de avanzar en derrotar a la derecha con la ayuda de los mecanismos parlamentarios e institucionales como el aparato judicial.

Con esta política desplegada por el MAS se vuelve a verificar la afirmación de Lenin de que la “democracia burguesa es la mejor envoltura de la dictadura capitalista”, ya que lejos de alentar la auto actividad y auto organización de masas contra las instituciones capitalistas, lo que hace es recrear expectativas no solo en el reformismo oficial sino en las mismas instituciones que fueron claves a la hora de golpear a las y los trabajadores y el pueblo.

Es urgente impulsar la más amplia movilización en exigencia de justicia para las víctimas del golpe de Estado, para impedir que esta sentida demanda sea utilizada como moneda de cambio en las transacciones por mayor gobernabilidad entre el MAS y los golpistas, que como vimos en la sesión pasada, pueden tener duros cruces verbales pero siempre respetando el poder de las clases dominantes expresado en las instituciones policiales y militares del Estado Plurinacional de Bolivia.

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