Desde hace cinco años, luego del terremoto ocurrido en 2010 que afectó a Baja California el gobierno de Estados Unidos ha estado tomando el agua del Valle de Mexicali. A pesar de la gran sequía que sufren lo jornaleros y habitantes en el norte del país, el agua se está convirtiendo en propiedad privada estadounidense
Jueves 27 de agosto de 2015
Con el pretexto de que en el año 2010 el terremoto colapsó algunas partes de Mexicali, Baja California Norte (BC), el gobierno panista firmó un acuerdo que estableció que Estados Unidos (EE.UU) aceptaba guardar el agua que no se pudiera utilizar en el valle.
Este acuerdo tenía una vigencia de tres años, pero autoridades mexicanas renovaron el contrato hasta el año 2025. De esta forma, el gobierno mexicano cedió el uso del agua al sector privado, en gran parte de trasnacionales imperialistas.
Afectaciones al campo mexicano
Al rededor de 2 500 agricultores de trigo y arroz y más de 30 mil hectáreas son afectadas, declaró el secretario general de la Central Campesina Cardenista (CCC), Max Correa.
A pesar de que Baja California posee territorio fertil para la agricultura, también es uno de los estados que sufren de las sequías más intensas en todo el país y de altas temperaturas.
BC está situado al sur de California, estado perteneciente a Estados Unidos, quien también está atrevasado una de las mayores sequías de la historia de aquel país. No obstante, el gobierno californiano está extrayendo agua del Río Colorado que también cruza Baja California.
De esta forma, el agua del manto acuífero que comparte BC y California, en su mayor parte es apropiada por empresas petroleras y agricultoras y sectores acomodados de California. Mientras, el pueblo pobre mexicano del norte de México, carece de agua para su uso cotidiano y para el cultivo de alimentos.
Denuncia de los campesinos
Por este despojo, 24 ejidos del Valle de Mexicali presentarán una denuncia ante el Tribunal Latinoamericano del Agua, en contra de la Comisión Internacional de Límites de Agua. El líder campesino mencionó que desde hace tiempoya estaba la denuncia ante el Tribunal Unitario Agrario, que resolvió a favor de los campesinos, pero la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) se amparó y se negó a regresarles este recurso.
Aunque el gobierno estipula que la CONAGUA es la responsable de administrar el agua en el país, con este hecho queda en evidencia que las instituciones estatales están subordinadas a las disposiciones del gobierno estadounidense y el sector privado al grado de tener la facultad legal de entregar el recurso más importante, que escasea en varias partes del país, sobre todo en el norte, dejando en la miseria a miles de campesinos pobres, jornaleros, jóvenes y trabajadores.