El sistema de AFP se mantiene en el centro del cuestionamiento siendo revisado por una nueva propuesta de reforma previsional despachada al Congreso desde el gobierno, que incluye entre sus medidas, una cotización extra del 5% que será administrada por el Estado en vez de las AFP, punto rechazado por los economistas.

Álvaro Pérez Jorquera Profesor de Historia y Geografía, historiador y músico
Sábado 12 de agosto de 2017
Este jueves, Bachelet comprometió el envío al congreso de una reforma previsional, que consta de 3 puntos principales los cuales son, la creación del Ahorro Colectivo, otro que perfecciona la regulación del sistema de capitalización individual (las AFP) y una reforma constitucional que crea el Consejo de Ahorro Colectivo, que apuntan a elevar las cotizaciones un 5%, monto extra que será administrado por el Estado.
Esto último es el principal motivo del rechazo enarbolado por economistas. Según una entrevista realizada por El Mercurio, la mayoría coincide en que el anuncio no les trajo sorpresas y que la medida de la administración estatal de una parte de los fondos les produce rechazo.
Para David Bravo, quien integró la comisión asesora, es una medida que llegó tarde y no prosperará por la falta de acuerdo y el poco tiempo que le queda al gobierno, mientras que para el economista de la Universidad Mayor, Tomás Flores. la principal diferencia es quién administrará los nuevos fondos, al tiempo que señala como pendiente aumentar la edad jubilatoria.
En la misma línea, Fernando López de la Universidad Alberto Hurtado agrega que le sorprende la idea de revisar el régimen de pensiones de las Fuerzas Armadas y llama a concentrarse en el sistema de conjunto. Así mismo la economista de la Universidad Diego Portales, Claudia Sanhueza, plantea la insuficiencia de la reforma al no dar seguridad social mientras que los economistas Mónica Titze y Axel Christensen, que es también Director empresarial para inversiones en América Latina, vuelven sobre el punto de la administración estatal, el cual rechazan, y proponen flexibilizar para dar espacio a las entidades privadas.
Todos alejados de las necesidades del pueblo trabajador y buscando el modo de oxigenar el cuestionado negocio de las pensiones, razón de fondo por lo que rechazan que el aumento de un 5%, sacado de los bolsillos de los trabajadores, sea administrado por el Estado y no lo puedan utilizar para generar mayores ganancias.
¿Es insuficiente la reforma? Claramente no busca terminar con el negocio previsional y se transforma en un mero lubricante, que sin embargo no asegurará mejorar las condiciones en los que viven nuestros adultos mayores, por lo que no sólo no es suficiente sino que completamente inútil para los ancianos. Y aún así, este mínimo cambio corre serio riesgo de no pasar de ser un proyecto más, ante la defensa cerrada de los economistas, empresarios y sus políticos que buscan que nada cambie.
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