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Red Internacional
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SOCIALES Y LAS CONDICIONES DE CURSADA. Edificio Único; ¿qué ves cuando me ves?

Martes 7 de abril de 2015

Los estudiantes de Ciencias Sociales comenzamos el ciclo lectivo del 2015 como nunca lo habíamos hecho desde la existencia de la Facultad: todos juntos en un mismo edificio. La construcción de la sede ubicada en la calle Santiago del Estero del barrio de Constitución podría jactarse de ser la más larga de la historia en los record Guiness. La UBA demoró 25 años en su terminación y entre el primer ladrillo y el último pasaron siete mundiales de fútbol, ocho presidentes de la Nación, y un aumento de más de 0,4 grados Celsius de la temperatura global de la tierra producto del calentamiento global, entre otras cosas.

Pero sobre todo, presenciamos una infinidad de protestas, movilizaciones, tomas de la facultad (y el Rectorado) y clases públicas de estudiantes, docentes y no docentes de la Comunidad de Sociales. Si el Edificio Único no se demoró aún más, fue por la obstinación de distintas generaciones que no se cansaron de pelear por la educación pública, soportando las dilaciones de distintos gobiernos, los ninguneos del Rectorado y las bicicleteadas de los decanos de turno, y conquistando cada ladrillo que se apilaba en la nueva sede. Sin ir más lejos, en octubre del año pasado se llevó adelante la última toma en reclamo por las condiciones de cursada. Pero llegamos, lo festejamos y ahora que estamos todos juntos tenemos que seguir organizándonos.

Edificio nuevo, ¿vida nueva?

Son las siete de la tarde y la entrada de la facultad está colapsada, sin nada que envidiarle al caos de hora pico eln el subte o el tren que nos trajo hasta acá. Nos abrimos paso entre el montón y enfilamos para el curso. Vamos por la escalera, no queda otra, de nuevo el ascensor está fuera de servicio. Llegamos pero la odisea no termina allí; el docente que se para frente al curso es uno de los miles de “ad honorem” (forma elegante para decir que no cobran un peso por su trabajo) que hay en la UBA. Termina la cursada y todavía queda una larga fila para comprar los apuntes y una más larga para poder realizar un trámite en el Departamento de Alumnos.

Este es un panorama que cualquier estudiante de Sociales tiene que soportar, ya que el avance que significó la conquista del Edificio único está atravesado por la profunda precarización con la que se sostiene la educación pública. Y a pesar de los reclamos de estudiantes, docentes y no decentes, la gestion de la Facultad, alineada con el kirchnerismo, viene de aprobar en la ultima sesión del Consejo Superior el presupuesto de miseria que impone el rectorado. La capacidad de mantenimiento del edificio es deficiente, ya que con la inauguración del ala Humberto Primo se duplicaron los espacios pero no se incorporó nuevo personal no docente pese al pedido de la Interna, aumentando así la precarización de los trabajadores que no dan abasto.

En el centro, los estudiantes

El decano de nuestra facultad, Glenn Postolsky, conforma junto a la decana de Filosofía Graciela Morgada y el decano de FADU Luis Bruno, el “bloque” de las tres facultades que responden a la política del Gobierno Nacional. Pero lo cierto es que, mientras ensayan un relato progresista de enfrentamiento al Rectorado (que se termina de componer por sectores de la UCR y el PRO), en los hechos acompañan la política privatista de Barbieri. Al reclamo por mejores condiciones de cursada se le suma la exigencia de un comedor estudiantil, una biblioteca, apuntes de calidad a precios accesibles y becas para garantizar que el acceso a la educación sea realmente público. Sin embargo,todos ellos acaban de dar su voto a la partida presupuestaria de la UBA en el ultimo Consejo Superior.

Mientras las autoridades se dedican a hacer lobby en el rectorado, y se desentienden de estas cuestiones básicas, es el Centro el que lleva adelante la producción y venta de los apuntes, así como una fotocopiadora universitaria. Mientras la Gestión se niega a “becar a los hijos de la clase media” (como dijo Gustavo Bulla, Secretario de Gestión, en una reunión con todas las agrupaciones del CECSo), el centro de estudiantes otorgó becas por el valor de más de $500.000 durante el año 2014.

Todo esto se hace en pos de facilitar el acceso a los materiales de cursada para los estudiantes, mientras en paralelo el CECSo pelea por una educación realmente pública y gratuita. Ante esta situación, el rol de la Gestión consiste en desarrollar un boicot abierto al Centro y que tiene como principales perjudicados a los estudiantes. Continúan sin entregar los nuevos espacios para apuntes y fotocopiadoras, ya que aún no se encuentran construidos. Su objetivo es que los estudiantes nos enfrentemos entre sí y con los trabajadores no docentes, que laburan en las mismas pésimas condiciones que nosotros estudiamos. Buscan estigmatizar a “los troskos” y que la bronca se dirija a la Conducción del Centro y a los becarios, que trabajan por magros sueldos, ya que no son considerados trabajadores no docentes por la facultad.

Esta problemática solo puede solucionarse si la gestión se encarga de garantizar la producción y venta de apuntes, haciéndose cargo de los trabajadores que las hacen hoy día, así como del material, las máquinas y las becas necesarias, deslindar esa responsabilidad en el Centro de estudiantes es solo una maniobra, de la que se hacen ecos las corrientes kirchneristas de la facultad.

El árbol no tapa el bosque

Por más que quieran, las autoridades no pueden ocultar sus intereses políticos y personales. Mientras apuesta por hacer de la facultad un bastión kirchnerista que le permita trascender después de octubre (Postolski estará en el cargo hasta 2017), nuestro Decano cobra un jugoso sueldo por cumplir esta importante tarea, lejos de los $15000 que marca el piso del impuesto a las ganancias, similar al que cobran los gerentes de las grandes empresas, superando los 50mil pesos mensuales. El ataque a la conducción de CECSo por los apuntes que ellos deberían garantizar tiene detrás la incomodidad de la denuncia que hicimos hasta conseguir la renuncia del ex SIDE Dario Richarte, o defendiendo a los docentes que son perseguidos por la Gestión como fue el caso de Juan Iñigo Carrera. Puertas afuera de la Facultad también venimos de pelear contra los despidos en la autopartista Lear, y formar parte de los piquetes que llevaron adelante los sectores del sindicalismo combativo en el último Paro General, llevando la exigencia de triplicar el presupuesto educativo para empezar a solucionar estas demandas.