El gobierno definió al colectivo docente como blanco de sus ataques. En Educación Superior intentaron imponer un examen de ingreso eliminatorio, pero tuvieron que “corregirse” y finalmente dejar un examen diagnóstico. Pero van por más. Defendamos el derecho a la educación de más de 40 mil estudiantes y todos los Institutos de Educación Superior.
Virginia Pescarmona @virpes
Miércoles 4 de abril de 2018
El gobierno de Cambiemos, y en particular Cornejo, definieron al colectivo docente como blanco de sus ataques. Empezaron con el Ítem Aula y un discurso de desprestigio permanente. En Educación Superior intentaron imponer un examen de ingreso eliminatorio, pero tuvieron que “corregirse” y finalmente dejar un examen diagnóstico. Pero van por más. Defendamos el derecho a la educación de más de 40 mil estudiantes y todos los Institutos de Educación Superior.
Tanto el gobierno nacional como el provincial pretenden avanzar con una reforma estructural del sistema educativo y de las condiciones laborales de los trabajadores de la educación. Buscan someter la educación a las directivas del mercado laboral. Necesitan flexibilizar la enseñanza, y por lo tanto el trabajo docente, para desarrollar un perfil de egresados adaptados a un mercado de trabajo precario e inestable como el que quieren imponer con la reforma laboral.
Quieren una escuela atada a una lógica empresarial, con planes prescriptos por “expertos” que sean ejecutados acríticamente por los docentes. Esto no es nuevo, ya estuvo en debate en los `60. En este siglo, adopta la forma de plataformas digitales para las cuáles pretenden que los docentes sean meros operarios, técnicos y aplicadores, vaciando de teoría y contenido la educación y empobreciendo las condiciones para el desarrollo de un pensamiento crítico.
En los Institutos de Educación Superior (IES) la realidad es que miles de jóvenes y adultos comienzan sus estudios cada año, pero lamentablemente son muchos los que no los pueden terminar. La mayoría porque debe trabajar de forma precaria, además de cumplir con sus tareas como madres, padres o sostén de familia. Es contra este sector que ahora el gobierno se propone avanzar.
La reforma del gobierno es menos para educación
A pesar de la prácticamente nula información que el gobierno emitió a los docentes y a la comunidad educativa en general, sobre el plan que intenta llevar adelante en Educación Superior, los pocos datos arrojados hasta ahora ya dan cuenta que la reforma que preparan ningún beneficio trae para fortalecer la educación pública, sino todo lo contrario. Veamos algunos puntos:
1) Una reforma para una estructura antidemocrática que dinamita la autonomía
La institucionalidad de los IES está reglamentada por el Decreto 476/99. El gobierno ya anunció que este decreto será reemplazado por otro, pero no brindó ningún tipo de información sobre el mismo ni su contenido. Lo que sí se conoce es la modificación que el gobierno realizó en la estructura de la Dirección General de Escuelas (DGE), eliminando la Dirección de Educación Superior, reemplazándola por la Coordinación General de Educación Superior, a cargo de Ema Cunietti. De esta forma, digitando “desde arriba” el funcionamiento de la dirección escolar, el gobierno demuestra algunas de sus intenciones.
Entendemos la autonomía de los Institutos como la base de la democratización de las instituciones educativas y la posibilidad de desplegar el debate pedagógico. Desde ese lugar, y ante los rumores de un nuevo decreto que atentaría contra esta autonomía, consideramos que hay que ser claros y defender los espacios de autonomía de los institutos, en el camino de avanzar en una profunda democratización. Democratizar los gobiernos colegiados con elección directa de las autoridades: una persona un voto y revocabilidad de los mandatos para consejeros y directivos, defendiendo la libre participación política y organización del movimiento estudiantil.
2) Una reforma que ataca la libertad de cátedra y la soberanía del conocimiento
Necesitamos poner en debate qué educación superior queremos, al igual que en el resto de los niveles. El llamado Plan Maestro presupone algunas definiciones de organismos internacionales como el Foro Mundial de Educación, el Banco Mundial y las Naciones Unidas, que direccionan las reformas que quieren encarar. Por un lado, buscan distribuir recursos en función de “resultados” que, junto a las evaluaciones externas y las plataformas digitales, direccionan qué enseñar para no “fracasar” después en las evaluaciones. Por otro, intentarán habilitar la actuación de los privados (incluso financiados por el estado) en cuestiones centrales como la capacitación, las plataformas digitales de administración, elaboración de legajos y control de ausentismo y la elaboración de las plataformas pedagógicas, entre otras. Esto no es más que un claro ataque a la posibilidad de elección de contenidos, estrategias y enfoques pedagógicos.
El acceso, permanencia y egreso en la educación superior es un derecho. Por eso es importante no dejar pasar ningún intento de cierre de carreras, de cursos o de modalidades, organizándose en cada lugar de estudio entre docentes y estudiantes, que es como históricamente se ha defendido la educación pública
3) Una reforma que ataca el derecho al acceso a la educación
El gobierno pretende avanzar también con lo que denominan la “Universidad Pedagógica”, concentrando el grueso del conocimiento en un solo lugar que, obviamente, no podrá contener al total de los estudiantes que estudian actualmente en los diferentes IES de la provincia. Con esta modificación, se estaría atacando también la característica territorial de los IES, en muchos casos la única opción para acceder a estudios superiores en zonas urbanas del interior o rurales, y cada vez con mayor fuerza en el desarrollo local de cada departamento. Con esta política se constata que, para el gobierno, la cantidad de estudiantes que optan por la educación terciaria son un gasto. En Mendoza hablamos de al menos 40 mil estudiantes.
El acceso, permanencia y egreso en la educación superior es un derecho. Por eso es importante no dejar pasar ningún intento de cierre de carreras, de cursos o de modalidades, organizándose en cada lugar de estudio entre docentes y estudiantes, que es como históricamente se ha defendido la educación pública. Además, es necesario garantizar que cualquiera que lo desee pueda estudiar y recibirse. Para ello hace falta boleto educativo gratuito; becas; terminar con los pocos o ausentes recursos y las aulas superpobladas que no garantizan una buena relación pedagógica entre estudiantes y docentes. Docentes bien pagos y con todos sus derechos vigentes para que no tengan que acumular decenas de horas y poder preparar, planificar, capacitarse y trabajar con su mejor y mayor energía con sus estudiantes.
4) Las mujeres trabajadoras, principales víctimas del sistema educativo del gobierno
El gobierno no solo ataca a las trabajadoras de la educación, sino también a las futuras docentes. La falta de Jardines Infantiles reduce las posibilidades de estudiar a las mujeres que son madres. La falta de equipos de profesionales, aleja del efectivo derecho a la educación a las mujeres que son víctimas de situaciones de violencia. #MásParaEducación y #NiUnaMenos deben transformarse en una realidad para las miles de mujeres que desean formarse y ser docentes.
El movimiento estudiantil junto a los trabajadores de la educación, con el apoyo de toda la comunidad educativa, son actores centrales para defender el derecho a la educación pública. Por eso, ante el avance del gobierno, este miércoles 4 nuevamente estará en las calles la exigencia de #MásParaEducación encabezada por el SUTE, donde el reclamo de los estudiantes terciarios contra el ataque a la formación docente será uno de los ejes principales.
Virginia Pescarmona
Docente, Corriente 9 de abril/Lista Bordó, Mendoza