En contexto a la vuelta de clases este marzo 2023 se han convocado varias movilizaciones desde movimiento de mujeres y sobre todo por parte de estudiantes secundarios. La más convocada es la del mochilazo del 9 de marzo, en donde diferentes agrupaciones y movimientos han llamado a participar activamente.
Jueves 2 de marzo de 2023
Ante estos llamados es que el ministro de educación -en entrevista con Cooperativa- se pronunció aclarando que todas aquellas demandas ya se habían resuelto y no existen razones para estas manifestaciones. Así aseguró que temas como infraestructura, sistema de alimentación, entre otras, ya se habían resuelto. Pero ¿realmente estas demandas han sido resueltas hasta al final?. Si el año pasado, por ejemplo, no paraban de viralizarse imágenes de bandejas Junaeb en liceos que eran porciones pobres y de una nutrición insuficiente.
El discurso del ministro Marco Antonio Ávila, se centra principalmente en la labor de poder retomar contenidos perdidos en la pandemia. Es acaso posible recuperar contenidos si por un lado la labor docente está cada vez más precarizada y por otro lado se dice resolver las demandas del estudiantado, en procesos largos cuando lo que se necesitan son respuestas inmediatas para que el aprendizaje logre ser fluido.
El tema de la salud mental no es mencionado por el ministro en ningún momento. Siendo este un tema central para les estudiantes. Cómo es posible llevar una educación de manera completa si muchos de los establecimientos no dan abasto con diferentes casos de salud mental, violencia, etc, ya que no se invierte lo suficiente en profesionales A esto se le suma el costo de la salud mental en Chile, la que muchos no pueden costear y se quedan a la deriva. Es este tema algo importante en la deserción de muchos estudiantes, ya que el estudiar en un lugar hostil no permite el aprendizaje de manera correcta.
¿En serio el ministro de educación no ve motivos para movilizarse?
Puede ser ya que nos vemos afectados principalmente quienes estudiamos en el sector público. Las universidades y los liceos "públicos", del Estado, hace años vienen de una crisis que pareciera ser sin retorno. Y es que el problema de fondo es el funcionamiento del neoliberalismo y de la educación de mercado, al cual el gobierno se ha sumado. Sin terminar de beneficiar a los empresarios de la educación, este derecho seguirá en condiciones precarias.
Necesitamos discutir en asambleas secundarias y en nuestras universidades qué hacer para terminar con las problemáticas de nuestros establecimientos y también de la educación pública a nivel nacional. Retomar la lucha por la educación pública gratuita, democrática y no sexista; educación sexual integral y otras demandas históricas del movimiento estudiantil.
Sí existen razones para seguir movilizados. No es posible que el ministro pueda pronunciarse con respecto a demandas que en el corto plazo no se han visto resueltas. Mas aún si todas aquellas siguen profundizando a la educación de mercado que mantiene precarizado a todo el sistema educativo.
