El día 25 de agosto, la División de Logística del Ejército envío una licitación que se aceptó por la compra de 130 escopetas antidisturbios, las mismas que causaron la pérdida completa de la visión a Gustavo Gatica y que dejó cientos de víctimas de traumas oculares.
Jueves 3 de septiembre de 2020
Fotografía: Desconocido
Durante la semana pasada por parte del Ejército se realizó la licitación por 130 escopetas antidisturbios de marca “Meriva”, calibre 12 milímetros. Licitación que fue adjudicada por la empresa Cramick SA. Que ya se había encontrado involucrada en fraude por la venta de chalecos antibalas a la PDI.
El monto al que ascendió esta compra es de $47.244.470 aunque dentro de los oferentes de la licitación habían propuestas más económicas que la que fue aceptada por la empresa Cramick SA.
Estas escopetas son las mismas que dejaron completamente ciego a Gustavo Gatica, joven de 21 años y estudiante de psicología de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, quien perdió la visión tras el disparo de perdigones en una manifestación el 8 de noviembre del 2019 en Plaza de la Dignidad, donde Gustavo se encontraba fotografiando las manifestaciones contra el gobierno de Sebastián Piñera.
Al mismo tiempo, fueron cientos de víctimas con trauma ocular durante la rebelión de octubre, en donde los responsables materiales, es decir, la policía que efectúo los disparos, como también los responsables políticos, refiriéndose a el Gobierno, hoy se encuentran en impunidad.
Fotografía de: J. Vázquez
Y es que el actuar de las policías resulta totalmente cuestionable. Recordemos el inicio del caso de Gustavo Gatica, en uno de los primeros sumarios internos de Carabineros validó el uso de escopetas antidisturbios y aseguró que "no existe certeza" de que este tipo de arma haya causado sus lesiones oculares, diciendo que los balines eran de goma, mientras desde Departamento de Ingeniería Mecánica (DIMEC) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas a solicitud de la Unidad de Trauma Ocular del Hospital del Salvador, advirtieron que los perdigones estaban compuestos en un 80% de metal, y tan solo en un 20% de caucho.
Por parte de la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular exigen que el gobierno y el resto de los responsables políticos de mutilaciones oculares se hagan cargo de los daños provocados. Y es que ante el daño irreparable se hace necesario exigir juicio y castigo a los responsables y que estos hechos no queden en la impunidad.
