Este 28M se celebran las elecciones municipales y autonómicas y esta campaña electoral nos ha enseñado que no existe una alternativa para les jóvenes trabajadores. Según todas las encuestas se prevé que la abstención entre los votantes más jóvenes aumente respecto a las anteriores. Un síntoma más ante la falta de respuesta a los grandes problemas que vive la juventud trabajadora por parte de los partidos del Régimen.
Viernes 26 de mayo de 2023
Desde que tenemos uso de razón, quienes hoy estamos por debajo de los 30 años, hemos vivido una crisis económica y social que no nos ofrece ninguna salida. La crisis del capitalismo que arrastraba desde el 2008 y que se ha visto profundizada por la pandemia y por la Guerra de Ucrania que se ha visto acompañada de la bancarrota de bancos, crisis en la cadena de suministros, inflación, crisis de combustibles… golpea con mucha más fuerza sobre la juventud trabajadora. El 85,7% de los jóvenes seguirán sin poder independizarse, la tasa de paro juvenil se sitúa en el 30%, el 66% de los jóvenes que trabajan tienen un contrato temporal y el número de suicidios entre los menores de 30 años se cuenta por centenas cada año.
Esta falta de alternativa para la juventud trabajadora se manifiesta en una decepción con el neorreformismo que venía a asaltar los cielos y se quedó satisfecho con asaltar los parlamentos pero para instalarse en ellos y continuar haciendo una defensa del Régimen del 78 y ahora lavándole la cara al PSOE. Pero también se traduce en un crecimiento de la derecha trumpista de Isabel Díaz Ayuso y de la extrema derecha y todos sus prejuicios reaccionarios entre los sectores menos proletarizados de la juventud.
En esta situación en la que les jóvenes nos vemos avocades bien a sucumbir ante los prejuicios de la LGTBIfobia, el machismo, el racismo, etc. o bien a un miedo a estos prejuicios y votar al “malmenor” que supuestamente quiere pararlo pero que lleva a cabo sus mismas políticas lo que tenemos claro desde Contracorriente, Pan y Rosas y la juventud de la CRT es que si ninguno de estos partidos cuestionan el dominio de clase y que debemos apostar por construir la alternativa que lo haga y luche contra él y por unir a una clase trabajadora más diversa que nunca.
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Sube la abstención y falta una alternativa
Les jóvenes de 35 años que somos trabajadores, estudiantes o ambas a la vez por la situación precaria de nuestras familias no tenemos una alternativa política que defienda verdaderamente nuestros intereses, es por ello que hemos visto aumentar el nivel de abstención a un 17% en los últimos años. Pero ¿por qué les jóvenes trabajadores no tenemos alternativa?
Estos últimos cuatro años del “gobierno más progresista de la historia”, después de una pandemia que nos ha precarizado más de lo que ya estábamos y de una crisis económica y social agudizada por la sed imperialista y la Guerra de Ucrania; hemos visto que lejos de poder cambiar nuestra situación han profundizado nuestros problemas.
Un gobierno que aprobó una reforma laboral que en lugar de dejarnos tener contratos intermitentes y precarios ha hecho que los contratos sean fijos, sí, pero en su precariedad. Un gobierno que mandaba policías con tanquetas a los trabajadores en Cádiz y también lo hacía cuando salíamos a protestar contra el asesinato homófobo de Samuel. Un gobierno que felicitaba la matanza en las fronteras a migrantes y la actuación de la Gendarmería marroquí y que ha aumentado los presupuestos militares como nunca antes en los 40 años de democracia burguesa. Con este derechismo “progresista” obvio no vamos a creer que puede haber una alternativa por izquierda en los partidos del Régimen.
Pero quienes sí parecen tener una alternativa en estas elecciones son los niños y niñas bien de la Comunidad de Madrid. En Ayuso se cristaliza la política populista y trumpista del PP de una manera nunca antes vista. Esta política ha conseguido popularizar un discurso contra los sanitarios en lucha que se han visto exprimidos hasta la última gota de sudor por la infrafinanciación de la sanidad.
Pero también su legislatura se ha visto llena de escándalos, desde un intento de pacto para acabar con las leyes de “ideología de género”, el escándalo de la venta millonaria de mascarillas a su hermano o el de los menús infantiles ofrecidos por Telepizza. Todo ello sumado a una administración negacionista de los problemas de género de las mujeres y el colectivo LGTB así como una criminalización de los barrios obreros, en especial los conocidos por estar compuestos por una mayoría racializada.
También vemos en Madrid como alrededor de estas elecciones ha emergido un partido que trata de “hablarle” a la juventud, Más Madrid. Si bien a nivel nacional dirigidos por Íñigo Errejón excompañero de Pablo Iglesias, en su forma adoptada en la Comunidad de Madrid su cara más visible es Mónica García, una médica que no se cansa de hablar de la cultura del esfuerzo de los médicos pero que habla de colaboración público-privada así como se reivindica como un partido para las pequeñas y medianas empresas cada vez más empobrecidas y arrastradas a un proceso de proletarización.
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Aunque tampoco hay que olvidar a Rita Maestre que se presenta como la heredera de Camena y de su administración, y, siendo sinceros, efectivamente es así. La alcaldía de Carmena se vio caracterizada por la adaptación a las exigencias climáticas de la UE en la ciudad de Madrid, aunque sin dar soluciones reales al problema del transporte público y a la entrada desde fuera de la ciudad a los trabajadores. Pero también fue la alcaldía del pelotazo inmobiliario y de los desahucios en barrios de trabajadores, hecho que a Maestre pareció encantarle cuando sigue reclamando más policías con las que los ciudadanos debemos tener una relación cercana mientras nos desahucian, nos agreden por manifestarnos o nos detienen por disfrutar de nuestro ocio.
Digamos no al malmenorismo, ¡Construyamos la alternativa!
Aun con esta situación crece el miedo a esa derecha rancia y reaccionaria que no oculta su odio y sus amiguismos con los empresarios del Estado y eso manifiesta la lógica del malmenor ayudando a mantener una mínimo de fuelle a una izquierda que sigue apuntalando el Régimen del 78, gobernando para los empresarios y que hace política reaccionaria pero por lo menos así no gobierna la derecha.
La política de derecha “progresista” ni es el mejor de los peores mundos ni tampoco es la única alternativa a la derecha. Más bien esa retórica sirve para seguir justificando a una izquierda que le abre las puertas a la derecha y que va a seguir parando y rompiendo huelgas y precarizándonos a les jóvenes trabajadores.
Contra esta lógica del ciclo decepción-miedo-decepción que favorece el crecimiento de la extrema derecha les jóvenes tenemos la alternativa de construir una nueva organización política basada en combatir de primera mano la precariedad, de decir no a los acuerdos entre burocracias y patronales, de decir basta al machismo, la LGTBIfobia y el racismo institucional.
Este 28M no podemos volver a caer en el miedo contra una derecha que se ve aumentada en fuerzas por la política derechista de un gobierno supuestamente progresista o por las promesas vacías de un partido que pinta de verde el capitalismo y habla de salud mental pero que pretende “acabar” con la precariedad financiando con “paguitas” a las grandes multinacionales. Es por ello que llamamos al voto nulo apostando por la construcción de una alternativa independiente de los partidos del régimen político.
Podemos construir una organización política que acabe con la derecha y sus reaccionarismo, también contra la lógica del malmenor que sigue lavando la cara al Régimen del 78 y con las condiciones de explotación y opresión que sufrimos día a día.
¡Sumémonos a un proyecto socialista y revolucionario que acabe con la derecha, el falso progresismo y el capitalismo!
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