Una entrada fuerte, una expulsión, ocho fechas por la cabeza… (Lo primero que se me cruzó fue que no es la misma vara con que se mide una infracción, con fractura incluida, de un jugador de un club grande). Así comienza “El 5 de Talleres”, la muy buena película dirigida por Adrián Biniez, que se estrenó el jueves 26/03.
César Gómez Maestro. Actor.
Sábado 4 de abril de 2015
Foto: asalallena.com
Lo primero que hay que decir de este film es que sorprende, no entré a la sala de cine esperando ver actuaciones tan buenas como las que se ofrecen, ni tampoco una historia tan bien manejada. Me llevaba más el corazón de hincha. Hincha de este club, que fue fundado allá por 1906 por los ferroviarios de los talleres de Escalada, y que supo tener entre sus filas al Pupi Zanetti, o a Germán Denis, o al Tito Pompey, algunos de los “que llegaron”. Pero este film no habla de los que triunfaron, habla del Patón Bonnasiolle, uno de los cientos de miles de jugadores que la remó siempre, desde el “baby” del barrio hasta llegar a primera, pero una primera semi profesional. Jugadores que tiene que hacer y tener otros trabajos para sobrevivir, porque el club paga cuando puede. Que viven en tu barrio, y que tienen tus mismos problemas.
El carisma de los personajes, el guión inteligente y los cambios de ritmo que hay en la película bastan para enamorar a cualquier espectador. Mientras otros filmes argentinos tratan de acercarse lo más que pueden al cine hollywoodense, este no ofrece más de lo necesario, lo que demuestra que a veces la sencillez es el mejor camino para hacer un film de calidad. Sorprende el director, al mostrar esta historia, y no la de una súper estrella. Lejos está del estereotipo de futbolista que nos mostró RR DT en la televisión.
El 5 de Talleres es simplemente pasión y amor, vas a encontrar un DT que le pone eso a cada diálogo, no importando que enfrente hay un equipo de la C, y no el Barca de Messi. Los personajes usan un vocabulario exquisitamente escrito que logra algo que no muchas otras películas del mercado de nuestro país pueden hacer: crear un vínculo con el espectador. Te vas a identificar con ellos, te vas a preocupar por ellos, vas a querer saber qué les pasa, vas a querer que tengan éxito.
El lenguaje cinematográfico de este film es excelente, cada detalle, cada corte de cámara, cada gesto dice algo. Es el clásico ejemplo de “muestra, no cuentes”, hay momentos en que los personajes no dicen nada, pero al mismo tiempo lo están diciendo todo.
“El 5 de Talleres”, es Escalada, pero a la vez es cada barrio, cada pasión que anda por ahí. Porque el Patón Bonnasiolle, tiene que ver qué hace después del retiro de las canchas, como lo deben hacer la mayoría de estos pibes que viene de padres laburantes que sacrificaron mucho para que lleguen. Que en un momento tienen que elegir entre el fútbol y el secundario, porque todo está armado para que deba optar. Y que al momento del retiro, cuando ya “son viejos” a los 35 años, tienen que rehacer su vida casi desde cero, porque ahorros no hay, a ellos no les tocaron.
Mientras los medios nos muestra el éxito de los Messi, Cristiano, y otras grandes superestrellas, que hablan de sumas obscenas por una sesión de fotos, “El 5 de Talleres” nos muestra la realidad de cientos de miles que no llegan a ese modelo, pero que al momento de meter la pata, de saltar a cabecear, no escatiman pasión, ni en la cancha, ni en la vida.