Luego de tres jornadas sin ventas de divisas, el BCRA se comprometió a liberar gradualmente las divisas para el pago de importaciones.
Emiliano Trodler Economista
Martes 10 de febrero de 2015
Luego de tres jornadas con las ventas de divisas canceladas para bancos e importadores y tras una reunión con directivos de la Cámara de Importadores (CIRA), el BCRA emitió un comunicado oficial en el que declara que se “ampliará gradualmente la posibilidad de acceso al mercado de cambios por parte de los importadores para cancelar compromisos de pago”. Al mismo tiempo que anuncia nuevas medidas de control “tras haberse detectado maniobras de fraccionamiento de operaciones en montos inferiores al piso establecido para informar” y de verificar que “algunas empresas solicitaron a bancos locales la apertura de Cartas de Crédito de Importación de plazos muy cortos e inusuales en el comercio exterior por montos superiores a las pautas acordadas”. Con estas Cartas de Crédito, al cumplirse el plazo de vencimiento, los fondos se debitan automáticamente de las cuentas corresponsales del exterior de los bancos locales que actuaron como garantes y de esta manera se efectúa el pago a los proveedores.
Pero a partir de ahora los bancos deberán informar al BCRA todas las cartas de crédito que abran, explicitando la empresa, plazo, y monto.
En una primera reunión con CIRA, el viernes pasado, el titular del BCRA, Alejandro Vanoli, había justificado la medida por factores estacionales y aseguró que se iría normalizando, tal como fue anunciado en el día de ayer.
Ante las perspectivas de desaceleración de la economía nacional y progresivo deterioro del saldo comercial y de las reservas del BCRA, las expectativas están puestas en los acuerdos comerciales y financieros con China, que en menos cuatro meses aportaron U$ 2700 millones de dólares a las reservas y se tradujeron en un 8,7% de las reservas locales en yuanes. La estrategia del Banco Central apunta a tomar las medidas de control necesarias para contener las presiones cambiarias y la inflación en un año electoral que el gobierno arranca con duros golpes políticos, aunque esto ocurra al precio de la actividad económica.