El Congreso guatemalteco, de mayoría oficialista, suspendió en la madrugada de este lunes el presupuesto de ajuste que habían votado la semana pasada. Buscan frenar las protestas multitudinarias de los últimos días y cerrar las brechas entre el presidente y vicepresidente.
Lunes 23 de noviembre de 2020 13:06
El presidente del Congreso de Guatemala, Allan Rodríguez, aseguró este lunes que dará marcha atrás al presupuesto del Estado 2021, cuya aprobación el pasado miércoles dio origen el sábado a una multitudinaria manifestación y la quema de un parte del Parlamento por parte de un grupo de manifestantes.
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Rodríguez informó de la decisión en un mensaje junto a diputados de varios bloques aliados al oficialismo.
"Hemos acordado suspender el trámite del presupuesto de ingresos y egresos del Estado para 2021", aseveró Rodríguez, quien añadió que "en consecuencia dicho Decreto no será remitido al Organismo Ejecutivo".
Sin embargo, el presidente del Congreso no se refirió a los cambios que se realizarán al mismo para su envío al presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, antes de diciembre, como contempla la ley.
Sin embargo, algunos miembros de bancadas opositoras denunciaron que ni la Junta Directiva (del Congreso) ni sus bloques tienen la potestad de archivar una ley aprobada por el pleno e instaron a la población a no dejarse engañar por las autoridades parlamentarias.
La aprobación del presupuesto el pasado miércoles, a las 05.30 de la madrugada, provocó un malestar en la población que se tradujo en las manifestaciones del sábado, convocadas durante la semana para expresar el rechazo al Congreso.
Sectores importantes de la juventud, sobre todo de estudiantes protestaron contra las medidas de austeridad y contra lo que perciben como un gobierno corrupto que toma medidas a espaldas del pueblo. El presupuesto reduce las partidas para áreas de desarrollo social y ayuda a los sectores más vulnerables, en un país donde el 50% de los niños sufre de desnutrición crónica, y más del 60% de la población vive en la pobreza, situación que se vio agudizada por la pandemia y los destrozos de los huracanes Eta e Iota. Por el contrario el presupuesto destinaba partidas multimillonarias para gobernadores y alcaldes, y pagos de deuda, lo que generó indignación en la población.
La situación política estuvo además cruzada por una interna dentro del Ejecutivo entre el presidente Giammattei y el vicepresidente Guillermo Castillo. Ante el malestar que había generado la aprobación del presupuesto y la poca popularidad del presidente, Castillo pidió la renuncia de ambos en conjunto, generando un clima enrarecido en medio del llamado a las protestas.
Giammattei compareció públicamente por última vez el viernes por la tarde y desde entonces solo se ha referido a los incidentes del sábado en un mensaje en redes sociales en el que indicó que "se tiene el derecho de manifestar conforme la ley" pero "tampoco podremos permitir que se vandalice con la propiedad pública o privada".
Sin haber vuelto a hacer declaraciones sobre el presupuesto, fue la agrupación política de Giammattei en el Congreso, Vamos (en el que tiene mayoría mediante alianzas políticas), el que salió a reacomodarse con la suspensión del presupuesto. El objetivo sería frenar las movilizaciones e intentar cerrar la grieta, al menos momentáneamente, entre el presidente y el vicepresidente.
En un reportaje este mismo lunes, el vicepresidente Castillo retrocedió en el pedido de renuncia y avaló la suspensión del presupuesto en el Congreso: "yo siempre he dicho que el Presidente va a concluir su período, pero también creo que hay temas que hay que discutir y enmendar como lo dije el viernes (...) me parece positivo que el Congreso haya decidido no enviar el #Presupuesto2021 al Ejecutivo, que justo era una de las demandas ciudadanas". Y aprovechó también para cerrar filas contra los manifestantes que resistieron la represión y los que ingresaron al Congreso y prendieron fuego una parte de él: "en relación a la manifestación del sábado, creo que es deplorable el daño que se causó, pero la gran mayoría llegó a protestar de forma pacífica, que era lo que se esperaba".
Castillo busca de esta manera ubicarse del lado de los manifestantes y contra el presupuesto, anotándose un punto a su favor con la suspensión del presupuesto y buscando preservarse ante la posibilidad de que las manifestaciones contra el desacreditado Giammattei vuelvan a surgir de un momento a otro.