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Red Internacional
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Estado Español. El Congreso de los Diputados contra el pueblo catalán

El 71% de los Diputados votaron contra el Referéndum de Catalunya. Al igual que en 2014, la mayoría del Congreso de los Diputados se pronuncia contra el derecho a decidir del pueblo catalán.

Guillermo Ferrari Barcelona | @LLegui1968

Sábado 24 de junio de 2017

El PDeCAT ha presentado una moción que pedía el respeto al Referéndum del 1O en el Congreso de los Diputados. El 71% de los parlamentarios, en total 250, votaron en contra. Mientras que 92 votaron a favor. Las bancadas del PP, Ciudadanos, PSOE sumaron el grueso de los noes. Mientras que a favor estuvieron los votos de Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís y Bildu.

Al igual que en 2014, el Congreso de los Diputados se pronunció en contra. En aquel entonces se pedía la competencia para que la Generalitat pueda realizar consultas. Fueron 299 diputados los que votaron en contra. Rajoy y Rubalcaba hicieron piña contra la consulta, como ahora lo hacen Rajoy, Sánchez y Rivera.

El Congreso se ha dedicado sistemáticamente a cercenar los derechos del pueblo catalán, conjuntamente con el poder ejecutivo. No importa si estaba Rajoy o Rodríguez Zapatero al frente del mismo. La respuesta es la misma: “no es no”. Y, si había alguna duda, al Tribunal Constitucional. Un puñado de jueces reaccionarios puestos por el PSOE y el PP, obviamente dijeron, dicen y dirán lo mismo.

El Estado español contra Catalunya

Desde 2003 hasta 2010 hubo un proceso de renovación estatutaria en Catalunya. Se acabaron los 23 años de Jordi Pujol, con el Pacto de Tinell y el acuerdo de renovar el Estatut entre el PSC, ERC e ICV. El Presidente, en aquel entonces Zapatero, había prometido que respetaría el Estatut que aprobase el Parlament. A partir de allí, todo fueron recortes.

El primer recorte lo hizo Zapatero cuando vio el borrador que trataba el Parlament (ojo con el concierto económico, el poder judicial y nada de la obligación de conocer el catalán). Más tarde, lo recortaron entre Rodríguez Zapatero y Artur Mas: nada de nación, ni concierto económico, aunque a Mas le sedujo el aumento del presupuesto autonómico. Finalmente, el Congreso de Diputados serruchó casi todo el preámbulo.

En junio de 2006 se realizó el referéndum de un Estatut sumamente recortado. El 73% de la población votó a favor. Sin embargo, la abstención superó el 50% del padrón electoral. El Sí al Estatut fue débil y lo dejó jurídicamente aprobado, pero poco legitimado.

El PP promovió juntar firmas para hacer un referéndum en toda España sobre el Estatut de Catalunya, cuestión rechazada por el Congreso. Finalmente, Rajoy presentó un recurso de inconstitucionalidad ante el TC. Recurso que el TC aprobó en 2010 y así se acabó de tumbar algunos artículos esenciales y la vía estatutaria. No respetaban, ni el Estatut, ni los recortes, ni nada.

Hay que organizar el 1O en las calles

Está claro que el Estado español, a través de sus diferentes instituciones, lo que pretende es reafirmar la opresión nacional. Por un lado, porque no reconocen las diferentes naciones que albergan históricamente la península, y, por otro, porque las clases dominantes no están dispuestas a dejar de “cortar el pastel”.

Cada vez es más claro para la mayoría de la población que es imposible acordar el Referéndum. En la agenda tienen señalado el 1O. Igual que Rajoy, Rivera y Sánchez. Estos porque quieren hacernos pasar por el estrechísimo aro de la Constitución del 78. Los primeros porque hace ya años que se movilizan y quieren votar.

El Referéndum del 1O será unilateral. No hay que esperar a la prórroga como dijo Puigdemont. Hay que convocarlo y organizar al 80% que quiere votar. En primer lugar porque para celebrar el 1O habrá que torcer el brazo al Régimen del 78 y, porque habrá que defender el resultado del Referéndum para que sea vinculante.

Procesos Constituyentes organizados por los trabajadores

Sólo con los métodos de la movilización obrera y popular se podrá ejercer el derecho de autodeterminación. No es posible engañar al opresor, ni tampoco acordar el fin de la opresión. El diálogo fructífero es el diálogo entre los diferentes pueblos del todo el Estado. Un diálogo que respete las legítimas aspiraciones de los pueblos y que busque una confluencia que satisfaga a todos.

Este reaccionario Régimen del 78, con su Monarquía puesta por Franco y ésta democracia para ricos, solo sirve para las empresas saqueen las arcas públicas y se enriquezcan los políticos que les regalan los contratos públicos. Es decir, es una democracia para los capitalistas y una dictadura contra los trabajadores y los pueblos oprimidos.

Ni la autodeterminación nacional ni buscar una unión de los pueblos libres y voluntaria podrá resolverse de manera íntegra y efectiva bajo el capitalismo y el Régimen del 78. Esta unión solo se será posible sobre la base de impulsar procesos constituyentes, impuestos con la lucha de clases y organizados por los trabajadores y los pueblos de la península, en la perspectiva de conquistar gobiernos de trabajadores y una Federación Libre de Repúblicas Socialistas Ibéricas.