El 30 de marzo, se confirmó el primer caso de coronavirus en el departamento de Tarija. Recién ayer se han aislado a 46 personas que tuvieron contacto con el primer infectado y existen 446 personas sospechosas. Sin embargo, por falta de reactivos, hasta el momento solo se realizaron 10 pruebas. #CondicionesDeBioseguridadYa #ReactivosYa #TestMasivosYa
Jueves 2 de abril de 2020
Foto: El Deber
Un sacerdote fue el primero en ser diagnosticado con el COVID-19 en Tarija, quie se habría contagiado hace un par de semanas en Cochabamba. Luego de ser diagnosticado, se pudo conocer que habría dado misas en al menos 6 comunidades, lo que amplia muchísimo el rango de contactos que tuvo y que son sospechosos de portar el virus.
Al momento, la gobernación reporta que se habrían aislado a 46 pacientes, de los cuales 16 están aislados en sus domicilios por haber tenido contacto directo y están a la espera de una prueba. Mientras que existen alrededor de 446 sospechosos en el departamento. La situación puede empeorar porque además las comunidades que tuvieron contacto con el sacerdote son mayormente las que producen los alimentos y luego los venden en la ciudad por lo que el rango de contactos se acrecienta aún más.
Sin embargo, a pesar de todos estos factores, hasta el momento solo se han podido realizar 10 pruebas, de las cuales aún se esperan los resultados de 4, ya que no se cuentan con los reactivos y se deben mandar a otros departamentos para que se realice el análisis de las mismas. El director del SEDES en Tarija indicó que si bien cuentan con los equipos técnicos para procesar las pruebas, carecen de reactivos para hacerlas, por lo que enfatizó en acatar la cuarentena y, en caso de sospecha de presentar síntomas, comunicarse con el 160. Sin embargo, muchos denuncian que la línea está colapsada.
Por otro lado, no existe preparación de ningún tipo para atender a quienes den positivo al virus, hace pocos días se denunciaba que el personal del hospital San Juan de Dios no contaba con las medidas básicas de bioseguridad, y que estaban utilizando impermeables de plástico (los de lluvia) y bolsas en los pies, mientras se evalúa utilizar todo un pabellón de ese hospital para trasladar a los enfermos.
El gobernador Adrián Oliva anunció hace unos días que se había habilitado una sala de terapia intensiva exclusiva para el tratamiento de las personas con COVID-19, que cuenta con 33 camas con respiradores, sin embargo, a medida que la situación vaya empeorando esto será absolutamente insuficiente.
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Frente a esta situación se hace urgente exigir la centralización de todo el sistema de salud, público y privado, bajo control de las y los trabajadores del sector y profesionales expertos. Solo de esta manera los recursos que sí existen pueden ser puestos al servicio de salvar vidas y no para salvar bancos y a empresarios. Es urgente la distribución masiva de los insumos y materiales de bioseguridad para todos los y las trabajadores de salud y la población en riesgo. La cuarentena por sí sola no es suficiente, el testeo masivo es una necesidad que apremia porque es la única manera de mapear las zonas de riesgo y para poder ir aislando el virus. Por ello los recursos deben garantizar los reactivos y el testeo masivo ya!.