Recientemente el subsecretario Hugo López-Gatell anuncio que debido a la “desaceleración” en la baja de contagios, se prevé que en los próximos días estemos viviendo en el país un “repunte” de contagios.
Miércoles 21 de octubre de 2020
Es importante tener presente, que si bien (de acuerdo a las cifras oficiales) hubo una disminución en los contagios en los últimos 3 meses, la realidad es que esa disminución es mínima, considerando que los casos positivos se han mantenido en niveles cercanos al primer repunte de la pandemia en la semana epidemiológica 17, tal como lo muestra la siguiente gráfica.
En la semana 17 (19 al 25 de abril) estaba vigente aún la “Jornada Nacional de Sana Distancia” en la que se prohibieron actividades no esenciales, aunque hubo empresarios como Ricardo Salinas Pliego que desacataron obligando a sus trabajadores a salir y exponerse a los contagios.
Pese a que la mayor parte de estados en el país se encuentran en semáforo amarillo, la realidad es que el número de contagios que se han registrado desde el 1 de junio -fecha en que se diera por iniciada la etapa de la “Nueva Normalidad”- son iguales o mayores a los registrados en las semanas críticas en las que se suspendieron las actividades no esenciales en el país durante la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Lo que ha colocado a México entre los primeros 10 países con número de contagios, el cuarto país con más decesos y el primero con más trabajadores de la salud muertos.
Partiendo de afirmar que los contagios en el país se han mantenido en cifras muy altas (aunque bajen un poco algunas semanas según cifras oficiales), la situación podría agravarse contemplando algunos factores como el inicio de la temporada de contagios de la Influenza AH1N1, la baja en las temperaturas y las próximas festividades por el día de muertos.
Las autoridades han mantenido un discurso en el que responsabilizan absolutamente a los individuos de la propagación del virus, ante este riesgo llaman a las familias a no concentrarse en panteones o ritos religiosos.
También se publicó recientemente desde la rectoría de la Basílica, la suspensión de actos religiosos los próximos 11 y 12 de diciembre en las tradicionales “mañanitas” a la Virgen de Guadalupe.
Sin embargo, mientras México siga siendo parte de los países que menos pruebas de detección de Covid19 aplica, el sece de contagios y muertes se ven lejanos. Pues sin pruebas la detección y tratamiento oportuno se vuelven un privilegio para quienes pueden pagar las pruebas en laboratorios privados, teniendo así mayores riesgos de agravar su situación clínica y morir.
Tampoco es posible localizar de manera efectiva y oportuna los focos de contagio, lo que ayudaría a hacer aislamientos efectivos y oportunos que disminuyan los contagios.
Mientras se sigan destinando recursos miserables para el sistema de salud público, y persistiendo la carencia de equipo, medicamento, personal suficiente y el déficit en infraestructura, estos seguirán siendo factores claves que permitan el avance de la pandemia. Carencias que viven también las y los trabajadores de la salud al no acceder al material de protección, lo que ha ocasionado los mil 410 decesos de trabajadores de la salud hasta septiembre de este año.
Este 1 y 2 de noviembre, encontrará a miles de familias viviendo las dificultades pandémicas que el desempleo, la enfermedad y la angustia por los contagios nos ha traído. Sumado a eso, el dolor de la perdida de más de 100 mil personas en nuestro país – la mayor parte pobres, trabajadores, comerciantes, las y los que se expusieron más a los contagios al no poder quedarse en casa, las y los que no pudieron recibir una atención oportuna y digna- que no son números ni estadísticas. Son abuelas, madres, padres, hijas, hermanos, son nuestras familias.