Por diferencias sobre cómo llevar adelante la lucha de Sandak el abogado Eduardo Díaz del FAT arremete contra el comité de huelga del movimiento violando acuerdos de la asamblea de trabajadores, mientras ellos resisten los embates de la patronal y el gobierno.
Jueves 5 de noviembre de 2015
Las y los trabajadores de Sandak están en un momento muy importante de definición de su lucha, donde no sólo deben enfrentar a la patronal y el gobierno, sino también una política burocrática que, para imponerse, busca pasar por encima del órgano soberano y central de esta lucha, la asamblea obrera.
En ese sentido, la intromisión en las decisiones del sindicato por parte del abogado del FAT, Eduardo Díaz (y miembro del Morena), exceden las atribuciones que competen a la asesoría legal y laboral en una lucha. Con amagos y chantajes de abandonar esta asesoría condiciona la aceptación de sus propuestas para imponer, en los hechos, la conducción política del conflicto. Esto es incorrecto e inaceptable, ya que la conducción incumbe solamente a los trabajadores del sindicato.
Las diferencias respecto a cómo continuar una lucha que lleva ya cuatro años aislada y que en los últimos meses ha logrado alcanzar una importante difusión nacional e internacional, y que recobra nuevos bríos, llevan al FAT a criticar y soslayar la importancia de la relación establecida entre este movimiento con las organizaciones solidarias del DF y el Estado de México que conforman el Comité de solidaridad con Sandak, relaciones impulsadas fundamentalmente por las mujeres que integran el comité de huelga.
Estas diferencias parten de que la política del abogado laboral se basa en la vía meramente legal, en tanto que la de las compañeras del comité de huelga considera la fuerza que puede darle a su lucha la solidaridad efectiva del movimiento obrero y popular, para romper el aislamiento y lograr la libertad de su secretario general preso en el Cereso de Apizaco hace más de dos meses.
En este contexto, las compañeras han acudido a diversas movilizaciones de trabajadores en el DF, a congresos sindicales, a distintas universidades y escuelas, en buscar de solidaridad pero también siendo solidarias con sus luchas. Por ello son reconocidas por varias organizaciones democráticas. En este corto proceso se realizaron acciones desde el comité de apoyo a Sandak junto a las trabajadoras y sus compañeros, como la del 18 de septiembre en Apizaco, Tlaxcala, que el abogado boicoteó citando ese mismo día a una conferencia de prensa del FAT por Sandak en la ciudad de México; esta marcha fue un acuerdo de asamblea votado en presencia suya, y la conferencia se hizo de forma inconsulta, como todo lo que suele hacer este abogado. Esa acción era muy importante para las y los trabajadores, como para cualquier luchador, pues se trataba de la libertad de su preso, por lo que culminó afuera del penal de Apizaco donde se exigió la libertad inmediata e incondicional de Gustavo Labastida, secretario general del sindicato, así como la solución a las demandas de las y los trabajadores.
A nuestro entender, ese boicot atenta contra los intentos del comité de huelga de fortalecer el movimiento y superar el aislamiento provocado por la política del FAT todos estos años; es la reacción condenable del abogado Eduardo Díaz que no tiene acuerdo con que el movimiento adopte la movilización como forma de lucha y se relacione con otras organizaciones hasta lograr la reapertura de la fábrica.
Otra acción muy importante de este comité, que pese a ser muy combativa y nuevamente votada en asamblea y que también la boicoteó el FAT, fue la que se realizó el 16 de octubre en Calpulalpan, en el marco del acto oficial en el Palacio Municipal del gobernador priísta Mariano González Zarur con los tres poderes.
En esos días también se produjo una acción impositiva de este abogado, cuando en una asamblea “propuso” la conformación de la planilla del nuevo comité ejecutivo, la cual tenía que nombrarse para presentarla a las autoridades y pelear así la toma de nota. Opinamos que ningún abogado, ni el más capaz, debe entrometerse en estas decisiones propias de la asamblea de los trabajadores pues este abuso de su papel muestra el menosprecio por la base trabajadora y la independencia sindical, y en nada se diferencia de los métodos de los sindicatos oficialistas controlados por la CTM y el Congreso del trabajo, y mucho menos pueden ser aceptables en un sindicato independiente.
Posteriormente, siguiendo esta conducta y en una actitud arbitraria, el FAT se opuso a que la compañera Ángeles C -que está al frente de la lucha por la libertad del compañero detenido-, fuera parte de la comisión que entró a Gobernación el día 20 de octubre en Tlaxcala, para exigir la libertad de Gustavo Labastida. En su lugar, la comisión fue encabezada por el abogado del FAT y el secretario del trabajo del sindicato que, lamentablemente, avaló esta arbitrariedad. El argumento difamatorio del abogado del FAT fue “que no podía trabajar más junto a la compañera porque no le tenía confianza”.
Nueva imposición del abogado del Morena que debilita la lucha
Con el objetivo de minar la fuerza que viene tomando esta nueva política basada en los métodos de la democracia obrera (que advierte a la base sobre lo riesgoso que es aceptar las miserables liquidaciones que ofrece la patronal), el abogado del FAT en una reciente asamblea, demandó la destitución de la compañera que se ha puesto al frente del comité de huelga, como condición para seguir llevando el caso.
Sabiendo de la valía y del trabajo desarrollado por el comité de huelga, Díaz recurrió a esta medida chantajista para debilitar a la compañera y al comité de huelga, reemplazándola por una trabajadora temerosa de que los abandone el abogado.
Así, el abogado busca debilitar a quienes impulsan una política que apunte a lograr la reapertura de la fuente de trabajo recurriendo a la lucha y la solidaridad, alertando a los trabajadores contra toda maniobra y negociación desventajosa con la patronal de aceptar una liquidación miserable que, además implicaría la eliminación del contrato colectivo de trabajo y la implantación de un régimen de trabajo maquilador a domicilio.
Para la destitución de la compañera Ángeles, en la argumentación del representante del FAT, no hubo ninguna acusación moral, ni por falta de combatividad, ni por métodos antidemocraticos, ni hubo ningún argumento de peso. Su único argumento fue “que no podía trabajar con la compañera”, la misma que luchó por ligar a varias organizaciones a la lucha de Sandak para dar moral a sus compañeros y arrancar a su preso del reclusorio.
Evidentemente, quiere aislar a las compañeras que han impulsado una política para romper el aislamiento del sindicato y no subordinarse a los que plantean una negociación con la patronal, que pase por encima de la antigüedad de los trabajadores y el asesinato de la compañera que resistió a los golpeadores de la empresa cuando violentamente retomaron el control de la planta.
En base a esta ofensiva del FAT contra los y las trabajadoras combativas del sindicato de Sandak, y ante las maniobras para desmovilizarlos, es pertinente exigirle al FAT que haga públicas las negociaciones qué esté haciendo con la empresa. Opinamos que las organizaciones solidarias con esta lucha, respetando la vida interna sindical, tenemos derecho a saber qué se está negociando y asesorar a los trabajadores que no conocen de estas cuestiones legales, pues nada les es informado ni consultado.
Un caso decisivo para toda la zona
Creemos que, de ganar la ofensiva de la patronal para no reabrir la fábrica y convertir a los trabajadores en maquiladores en sus propios domicilios, ganan todos los patrones de la zona, ya que las condiciones de explotación en ese importante corredor industrial van a empeorar y avanzar a la semi-esclavización. Por lo que el único “pecado” de las compañeras del comité de huelga, ha sido levantar una política combativa para evitar que triunfe la política de la transnacional, así como la del aislamiento y la lucha meramente legal que, en última instancia, conviene sólo al patrón.
Fortalezcamos la solidaridad con la lucha de Sandak
El MTS, como parte del comité de solidaridad con esta dura lucha, hace un llamado a las organizaciones solidarias a rechazar la intromisión de este delegado del FAT en su intento de someter al sindicato; en particular al sector que está al frente de la lucha por la libertad de Gustavo Labastida y la reapertura de la planta.
Si bien no podemos responsabilizar directamente al Morena, organización de la cual se reivindica Eduardo Díaz constantemente ante los trabajadores, no podemos ocultar que uno de sus cuadros en el terreno legal está atentando contra los derechos de los trabajadores y violando la autonomía sindical. Esto, mientras chantajea constantemente a los trabajadores con el abandono de la asesoría legal sino se subordinan a sus mandatos.
Por la misma razón que somos respetuosos de la autonomía sindical, de la libre discusión y toma de decisiones por la base trabajadora -es decir de la democracia obrera-, no podemos proponer a los trabajadores que cambien su asesoría legal. Eso será producto de su propia reflexión y de las discusiones que estas valerosas compañeras tendrán que hacer al interior de su asamblea, sin la intromisión del abogado ni agentes externos. Pero, sí podemos y debemos demandar a las organizaciones solidarias con esta lucha, que rechacen la intromisión de este abogado del Morena (o de cualquier otro partido político) en las decisiones de la asamblea de los trabajadores y acabe con sus chantajes.
Para las organizaciones combativas y democráticas, los abogados tienen una función específica: llevar la cuestión legal y aconsejar a los trabajadores en ese terreno promoviendo y aceptando que las decisiones sindicales y políticas las toman los trabajadores y su asamblea soberana.
No imaginamos a los compañeros de sindicatos como el SUTIEMS, el SITUAM, el STUNAM, o la CNTE, permitiendo que el asesor laboral decida quiénes conforman el comité de huelga, las comisiones negociadoras y hasta su comité ejecutivo.
En última instancia, y como le dijeron los trabajadores al abogado, él está al servicio del sindicato (y por lo que devenga honorarios), y no la asamblea al servicio de sus intereses.
Por todo lo que aquí detallamos, llamamos al comité de apoyo a Sandak a redoblar la solidaridad en torno a esta lucha y por la libertad de Gustavo Labastida que ya lleva casi 3 meses preso y la asamblea no cuenta con ninguna información al respecto. Así como a crear las mejores condiciones que fortalezcan la lucha y que moralicen a los trabajadores para vencer en sus justos reclamos.
El objetivo no puede ser otro que continuar y reforzar la lucha por la reapertura de la fábrica y la defensa del contrato colectivo de trabajo. Hay que enfrentar cualquier política que vaya en contra de los intereses de los trabajadores, de sus conquistas, y el futuro de las nuevas generaciones de toda esa zona.
Por ello, en los próximos días convocaremos a una reunión de la Comisión de solidaridad con la lucha de Sandak para definir nuevas acciones por la libertad de su compañero preso y por el triunfo de todas sus demandas.