El organismo pronostica que la economía Argentina terminará el año con una caída de 1,7, y afrontará en 2015 otro año de recesión. Las razones, los desequilibrios económicos, la incertidumbre por el conflicto con los fondos buitre y las “tensiones inflacionarias”.
Martes 7 de octubre de 2014 00:27
Una de cal y una de arena. Si en un documento difundido ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó los fallos de Griesa por sus implicancias para las reestructuraciones de deuda el documento del organismo sobre las perspectivas de la economía mundial (WEO, por su sigloa en inglés) dado a conocer esta mañana, prevé que este año la economía argentina concluirá con una contracción económica del 1,7 %, mientras que en 2015 tendrá una nueva caída de 1,5 %.
Este pronóstico de dos años de recesión para el país, respondería a “desequilibrios económicos en aumento”, la “incertidumbre” generada por el litigio con los llamados fondos buitre , y las crecientes tensiones inflacionarias. El informe señala también que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo aumentó en los últimos meses.
La estimación que hace el FMI contrasta con las previsiones que hace el gobierno. El proyecto de presupuesto de 2015 enviado al congreso prevé una expansión de 0,5 % para este año, y un crecimiento de 2,8 % para 2015.
El FMI calcula en su informe que la tasa de desempleo en la Argentina será del 8,8 por ciento en 2014 y del 9,0 por ciento en 2015.
Las perspectivas para Argentina se dan el el marco de previsiones de un ajuste a la baja de la previsión de crecimiento para toda la región. El informe del FMI prevé que Latinoamérica crecerá un 1,3 % en 2014, siete décimas menos de lo previsto en julio. Será la menor tasa de crecimiento registrada en la región desde 2009. El organismo reduce también el crecimiento previsto para 2015, que calcula en un 2,2 %, cuatro décimas menos de lo que preveía hace tres meses. Uno de los principales motivos el el menor ritmo exportador y el deterioro de los términos de intercambio a causa de que con los precios de las materias primas están “estancados”.
Para el FMI no hay margen para un mayor estímulo fiscal, “especialmente en los países con finanzas públicas débiles”.