Frente a un gobierno antiobrero que profundiza sus medidas de ajuste y recortes, dirigentes políticos del MPP como Orsi y otros se esmeran por dar señales de “entendimiento” diálogo y buen relacionamiento. De la mano del principal precandidato y su sector político, el FA se corre aún más al centro de cara al 2024
Jueves 13 de octubre de 2022
Foto: Alessandro Maradei, La Diaria
Más allá de las urgentes necesidades populares, para los partidos políticos se acercan las elecciones nacionales de 2024 y lentamente se comienzan a delinear las posibles candidaturas para los principales cargos.
En el Frente Amplio no es una novedad que Yamandú Orsi ya está en carrera para ser el candidato a presidente y con distintos movimientos muestra el perfil con el que entiende que debe posicionarse el Frente para recuperar el gobierno.
No está solo en estos movimientos, el MPP y su principal referente, el Pepe Mujica acompañan estos posicionamientos con declaraciones y acciones concretas.
Hace algunas semanas fue noticia la promocionada presencia de Carmelo Vidalín en un congreso del MPP.
La invitación a un histórico integrante del Partido Nacional a “disertar” en un acto que se supone de un partido de izquierda habla por si mismo. Se trata de un representante de un partido que es un pilar del régimen político burgués del Uruguay, el que además está actualmente gobernando con un programa de ajuste y reformas neoliberales y conservadoras.
“Hay que sacarse el balde” y “abrir la cabeza” dijo Mujica en relación a la presencia de Vidalín en el encuentro , y las frases no dejan de ser verdad: hay que sacarse el balde y terminar de asimilar que el MPP y el Frente Amplio de conjunto, están totalmente asimilados al régimen de dominación; se alternan con blancos y colorados y se esfuerzan por llevarse bien con los demás partidos del régimen y asegurar la gobernabilidad.
El encuentro del MPP fue pocas semanas después del anuncio del libro que sacarán Mujica y el expresidente Sanguinetti, un connotado representante de la derecha antiobrera y que además fue artífice de la impunidad para los violadores de derechos humanos de la dictadura. Ni memoria le queda al “Pepe” quien señaló en la ocasión que esta unión al país “le conviene” .
Orsi el heredero
Yamandú Orsi, apadrinado por Mujica, es el elegido por el MPP para competir por el liderazgo del Frente Amplio en las próximas elecciones. Su forma de hacer política refleja esta misma perspectiva que impulsa su sector político.
Vale recordar, que en plena pandemia, y desde su cargo de intendente canario, Orsi junto a Marne Osorio y Sergio Botana, firmaron en conjunto una carta que convocaba a un acuerdo nacional señalando que conforman “una comunidad espiritual de todos los pelos que ha entendido que juntos somos más fuertes para apoyar en todos los frentes, sin otros colores que los de la patria. "Estamos dispuestos a dar ese gran diálogo para la reconstrucción, para cuando amaine la tormenta” .
La vocación de Orsi por el diálogo y la negociación con los que gobiernan para los ricos y contra los trabajadores, refleja el leitmotiv de la política del MPP: Su estrategia apunta a que el Frente Amplio se modere aún más para intentar conquistar el centro político. La figura de Orsi además es un guiño al electorado del interior, tantas veces esquivo para el Frente en estas últimas décadas.
Orsi además, y siguiendo a su referente José Mujica, combina sus discursos con apelaciones a lo emocional, donde intenta sintonizar con “la gente común” hablando por ejemplo de la soledad en la que caen los adictos y de la pasta base como “este drama casi existencial para la nación” .
Sus deliberadas simplificaciones terminan banalizando problemas sociales complejos donde jamás está presente una crítica seria al capitalismo y además coquetea con la represión como respuesta frente al narcomenudeo y el microtráfico. Que las acciones concretas de Orsi para afrontar el problema del narcotráfico privilegien las reuniones con los ministros de Defensa y del Interior dejan ver un tufillo represivo en el encare del problema.
Vale recordar que en junio compartió charla con el ministro del interior Luis Alberto Heber en el teatro Politeama de Canelones. Más allá de puntuales matices se encargó de subrayar que es “codo con codo” (con el gobierno) que hay que afrontar los problemas.
Nuevamente muestra esta intencionalidad en su apoyo a las declaraciones del ministro de defensa Javier García con quien se reunió el mes pasado para buscar nuevos puntos de acuerdo.
El diálogo y el entendimiento con el gobierno parece ser la propuesta de Orsi, postura que se reafirma nuevamente cuando llama a un pacto político contra el narcotráfico.
"Yo creo que aburre la educación" dijo Orsi en M24 el mes pasado. La frase, (fiel al estilo simplificador del propio Orsi y su maestro Mujica) se da en tiempos de conflictos educativos y una lucha profunda que llevan adelante docentes, estudiantes y trabajadores y justo cuando el gobierno retacea presupuesto para la educación en la Rendición de Cuentas y pretende avanzar con una reforma a tono con las necesidades de los empresarios.
Como “diagnóstico” del problema de la educación decir que “aburre”
parece más bien un guiño al gobierno que fundamenta la reforma en que hay que enfocarse en las competencias y rebajar contenidos; su postura deja de lado los problemas estructurales derivados de décadas de bajo presupuesto y su impacto en la calidad de la educación.
La podredumbre del régimen y la “unidad nacional”
Orsi se muestra sin rodeos apuntando a profundizar el rol del Frente Amplio como gestor y administrador del capitalismo y desde allí desplegar su estrategia de acuerdos y negociaciones apelando a la responsabilidad institucional y la unidad nacional como valor supremo.
La catarata de hechos en que se vio involucrado el gobierno en estos últimos meses, con el pasaporte de Marset, el nombramiento de José Reyes (un amigo de Lacalle) en la embajada argentina, el escándalo de Alejandro Astesiano muestra a las claras la podredumbre de este régimen político que Orsi y el MPP tratan de rescatar.
La propia situación política llevó a que el candidato hiciera algunas críticas y marcara distancia de Lacalle y compañía, pero sus críticas solo tienen un fin electoralista. A lo sumo Orsi, siguiendo la tradición del MPP y del Frente Amplio, puede decir que ellos serán más honestos, pero nunca se atreverá a poner en tela de juicio el sistema que causa y sostiene estas situaciones.
El Frente Amplio, de la mano de Orsi afronta la recta final de este gobierno plenamente integrado al régimen, como una oposición que no se plantea ninguna lucha seria contra el gobierno y pone en 2024 las promesas de cambios. La experiencia de 3 gobiernos nos muestra que si llegan al gobierno dejarán intactos los avances neoliberales que impulsaron los partidos de la coalición multicolor.
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Una izquierda anticapitalista por una salida obrera y socialista
En un sentido contrario a esta izquierda que integrada al régimen que se ha convertido en la pata izquierda que da estabilidad al capitalismo uruguayo, desde La Izquierda Diario luchamos por una salida obrera a la crisis, que termine con este sistema económico que trae miseria y pobreza a amplios sectores de la población.
Creemos que hay que levantar un programa anticapitalista que afecte las ganancias de las multinacionales y los empresarios.
En un camino opuesto al que plantea Orsi, el MPP y el FA creemos que hay que dejar de hacer buena letra con este régimen de opresión y comenzar a tomar medidas concretas: hay que revertir el proceso privatizador de estas últimas décadas, terminando con el trabajo chatarra con sueldos de hambre. Hay que enfrentar el agro business y la destrucción del medio ambiente, terminando con los subsidios y exoneraciones a las grandes patronales, con impuestos a la riqueza y las grandes ganancias.
Este programa, opuesto al del FA, lo pueden imponer las y los trabajadores y el pueblo pobre movilizado y organizado, con independencia política y sin subordinarse a intereses ajenos a nuestra clase.
Esta es la izquierda que necesitamos construir; una verdadera izquierda anticapitalista, obrera y socialista.
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