En octubre se votará junto a las elecciones nacionales el plebiscito impulsado por el PIT-CNT y otras organizaciones; que promueve, entre otras cuestiones, la eliminación de las AFAP. Sin embargo el Frente Amplio dará libertad de acción e impulsa un llamado a un diálogo social si es gobierno. ¿Cuál es el significado de esta propuesta? ¿Podemos esperar algo favorable a las y los trabajadores?
Lunes 29 de julio
Frente Amplio: Libertad de acción y diálogo social
La presentación de las firmas para habilitar el plebiscito, y su posterior ratificación por la Corte Electoral, terminaron de instalar el tema de la seguridad social en la campaña y llevaron a los distintos partidos a explicitar sus posiciones.
En el caso del Frente Amplio esto se ha hecho más complicado, porque la fuerza política arrastra desde el mismo comienzo de la recolección de firmas, una pugna interior que lleva a que no se logren consensos sobre los puntos a plebiscitar.
Así fue como en octubre del 2023 el plenario del FA definió la libertad de acción, lo que implicó por ejemplo que en ningún comité o local de la coalición se pudieran recolectar firmas.
La situación actual, con las elecciones a la vuelta de la esquina, reactualizó esta discusión y llevó a que algunos de los sectores del FA que apoyan el plebiscito, pidieran la reconsideración de la postura inicial, dado que ahora es un hecho su realización.
La puja aún no se termina de dirimir, pero todo hace pensar que primará la coexistencia de opiniones y por lo tanto se continuará con la línea de “libertad de acción”.
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Esto llevará seguramente a que no todas las listas del Frente Amplio ensobren la papeleta, y perjudicará seriamente las chances del plebiscito, que además tiene en su contra el hecho de que todos los principales presidenciables (Orsi incluido), se han declarado explícitamente en contra de las propuestas a plebiscitar.
El contenido del diálogo social que propone el FA
En paralelo a la resolución sobre la libertad de acción el congreso del Frente Amplio de noviembre de 2023 definió las bases programáticas que impulsarían en un próximo gobierno, las que de alguna manera fueron resumidas en el documento de abril de este año conocido como “33 prioridades programáticas para un plan de gobierno 2025-2030".
El documento en general tiene cierto nivel de ambigüedad de manera de contemplar las diversas posiciones que coexisten en el FA sobre diversos temas, incluida la seguridad social.
En el mismo se plantea “generar las condiciones para el acceso a la jubilación a los 60 años de edad […]. Impulsar un sistema de seguridad social con tres pilares: solidario (no contributivo), de reparto intergeneracional (contributivo) y de ahorro (no lucrativo)”.
Como se ve claramente no hay un rechazo expreso a las AFAP ni una definición tajante de mantener los 60 años como la edad para jubilarse.
La postura es consistente con lo hecho en los 3 gobiernos del Frente Amplio, donde aún con mayorías parlamentarias las AFAP no se tocaron, y con las distintas declaraciones de los principales referentes frenteamplistas (Astori o Mujica incluidos) a lo largo de los últimos 10 años planteando que había que subir la edad para poder acceder a la jubilación.
Dialogo social… con los empresarios y con los partidos patronales
Por otra parte cuando el FA habla de un futuro diálogo social si llega al gobierno, plantea que al mismo serán convocados una diversidad de actores; sus bases programáticas dicen:
“convocar a un amplio, democrático y genuino diálogo social entre todas las organizaciones políticas y sociales, representativas del conjunto de la sociedad”.
Evidentemente cualquier intento de generar transformaciones a favor de las y los trabajadores (como los 3 puntos que plantea el plebiscito) contarán con la oposición de casi todo el sistema político y también por supuesto de los empresarios. Los sectores del capital financiero que están por detrás de las AFAP no querrán perder el negocio, y ningún empresario va a querer perder las ventajas que han obtenido en las últimas décadas, que han ido siempre en el sentido de bajar los aportes patronales a la seguridad social.
En este marco, la política del FA va dejando ver más claramente sus objetivos.
Algunos grupos que lo componen directamente sabotean el plebiscito, pero el conjunto del Frente Amplio (incluyendo el Partido Comunista) apuesta en realidad a un diálogo social donde se contemplarán las voces de empresarios y partidos políticos entre otros sectores sociales.
Fernando Pereira ha sido claro: “Es que el programa propone un diálogo que sería la forma, sin dar posiciones finalistas, porque si no, no sería un diálogo" [1]
A esta altura nadie le cree a Alejandro “Pacha” Sánchez cuando dice…no compartimos la papeleta por su forma, sí por sus objetivos".
Más bien es al contrario: Al igual que la derecha, el FA no quiere eliminar las AFAP y está dispuesto a subir la edad para jubilarse (así se han expresado sus principales dirigentes), quizá haciendo excepciones en algunos sectores donde se hace imposible trabajar más allá de los 60 años.
Cuando en estas elecciones está planteado un plebiscito sobre la seguridad social que claramente tiene una posición contra el lucro en la seguridad social y por no subir la edad jubilatoria, tener como programa un hipotético dialogo social en el futuro, va objetivamente en contra del triunfo del plebiscito.
Abrir expectativas en que en ese diálogo (con empresarios y partidos de la derecha) dará una salida a los justos reclamos populares en el tema de seguridad social, le hace el juego a la propia derecha y sus propuestas.
Cuando se hace más que necesario apoyar activamente el plebiscito, el FA como mínimo mira para el costado y hace vagas promesas a futuro, con un resultado totalmente incierto.
Por una campaña activa a favor del plebiscito
Todos los principales candidatos a estas elecciones se han pronunciado en contra del plebiscito y sus propuestas.
Ninguno de los partidos acepta que trabajadoras y trabajadores se propongan definir como será el sistema provisional y que la propia Constitución integre estas definiciones. Por el contrario estos partidos prefieren seguir los lineamientos de los organismos internacionales que responden al imperialismo (BM, FMI) o a las presiones de los empresarios.
Este plebiscito en particular además, pone en debate el modelo de país, porque al plantear la eliminación de las AFAP cuestiona un pilar del régimen actual.
Frente a la oposición y resistencia de la derecha (y de importantes sectores del Frente Amplio) la organización y movilización popular es la que puede garantizar el triunfo, y de esta manera evitar el aumento de la edad jubilatoria y poner fin al lucro empresarial con los fondos previsionales de las y los trabajadores.