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Red Internacional
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Deuda pública. El Gobierno busca financiarse con el HSBC y otros bancos privados

La deuda no tiene fin. Saturado el mercado de bonos públicos ante la excesiva emisión, el gobierno buscará continuar su estrategia de endeudamiento por otros medios, la de los bancos internacionales.

Lucía Ortega

Lucía Ortega @OrtegaLu_

Miércoles 14 de marzo de 2018

El ministro de Finanzas actualmente envuelto en un fuerte escándalo por sus negocios con cuentas offshore, Luis Caputo, anunció recientemente que no habrá más operaciones en el mercado de capitales internacional este año. Pero lejos de significar un coto al endeudamiento público, ello expresa los limites de haber inundado los mercados con papelitos argentinos.

De continuar emitiendo dichos bonos, se desvalorizarán los bonos que tienen en mano los amigos especuladores del gobierno mientras que aumentará la tasa de interés con la que se endeuda el Tesoro, agravado por los posibles aumentos de la tasa de interés norteamericana (FED).

Calculan que por esa vía en estos dos meses y medio de 2018 el gobierno ya alcanzó el 50 % de la meta de endeudamiento prevista. El gobierno no cesará en su política de endeudamiento. Ahora priorizará otras dos vías para conseguir financiamiento: la del mercado local y la de los bancos internacionales.

En el caso del endeudamiento en mercado local, el gobierno crea y emite permanentemente tipo de instrumentos, incluidos aquellos en donde les garantizan una cláusula gatillo a los especuladores en caso de que los rendimientos equiparen a la inflación. Este 12 de marzo el gobierno anunció una nueva emisión de Letras del Tesoro (Letes) por $ 1.200 millones. Se espera que busque captar localmente entre U$S 8.000 y U$S 10.000 millones.

En el caso de los bancos internacionales el primer nombre fuerte para realizar un préstamo al gobierno proviene del HSBC, que le otorgaría un préstamo que ronda los U$S 1.000 millones, mientras que otras entidades aún no develadas ofrecieron sumarse con más dinero.

Así lo aseguraron ayer el diario La Nación, señalando que las conversaciones con el banco HSBC están avanzadas las conversaciones y cuyo destino del dinero sería una parte del Repo, una línea de crédito de corto plazo otorgada contra la garantía de bonos públicos, compuesta por unos U$S 2.000 millones a dos años. Es decir, el HSBC le facilitaría la mitad de ese fondo.

Favor se paga con favor, el titular del banco HSBC es Gabriel Martino, uno de los principales banqueros amigos del gobierno e implicado también en operaciones de fuga de capitales. En el año 2015 había sido apartado de su presidencia en HSBC por el propio Banco Central, acusado de diversas operaciones fraudulentas. En el 2016 volvió a ocupar su puesto como CEO.

La operación es similar a la que se organizó en 2016, cuyos fondos ingresaron el año pasado, por el aporte de los bancos Nomura, Bilbao Vizcaya, Francés, HSBC y Citibank. En total, fueron U$S 6.000 millones.

Además del Repo, el gobierno negocia por intermedio de Caputo otras vías tradicionales de endeudamiento mediante la banca internacional, sin garantía de bonos. La semana próxima habrá reuniones con los líderes de varios bancos internacionales para evaluar esta alternativa.

Entre los bancos que se sumaron a esta idea está el JP Morgan, que, aunque iba a participar del Repo en principio, luego se bajó y, desde entonces, no participó en ninguna de las colocaciones que hizo el Gobierno.

Como una manera de volver a activar la relación, el Morgan podría ser uno que participen de esta operación, con una ingeniería que solía utilizarse en los mercados emergentes hasta los años ´90, cuando los bancos fueron reemplazados por los bonistas como acreedores de los países.

Siga el baile de la deuda

El endeudamiento previsto por el gobierno para el 2018 es de unos U$S 30.000 millones. De acuerdo al informe de Finanzas del segundo trimestre de 2017, en el primer año y medio de gobierno la deuda pública bruta se incrementó en más de U$S 50.000 millones.

Según el último informe del Indec del tercer trimestre de 2018, solamente la deuda pública externa (la parte de deuda externa correspondiente al Gobierno Nacional) trepó a los U$S 134.273 millones, un alza de 36,2 % con respecto al tercer trimestre de 2016.

De esta manera, el espiral de endeudamiento continúa, apuntalado por la vuelta forzosa al “gradualismo” que obliga al Gobierno a cubrir el creciente déficit fiscal con endeudamiento. Pero son los propios intereses de deuda los que profundizaron ese déficit financiero. Así, el ajuste aplicado con la reducción de subsidios, que implicó más tarifazos de los servicios públicos, no alcanzó para reducir los gastos.

Los intereses de la deuda pública siguen escalando junto con la deuda misma. Sólo en enero subieron 226 %, y llegó a $ 29.818 millones.

Según un informe de Ecolatina, durante 2017 el pago de intereses por la deuda del Tesoro aumentó más del 70 %, casi llegó a los $ 225.000 millones. En el 2018 los intereses de deuda alcanzarán al menos al 2,2 % del PBI, frente al 1,5 % alcanzado antes de asumir en 2015.


Lucía Ortega

Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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