Chile. El Gobierno chileno presentó su agenda legislativa buscando contener el descontento

El lunes el gobierno chileno comenzó a desplegar su agenda legislativa con la que busca hacer frente a las críticas de una “sequía” y falta de control político de la coyuntura. Con el énfasis puesto en materia laboral, siendo el proyecto estrella el aumento del salario mínimo, el Gobierno no ha escatimado en gestos hacia los trabajadores para recuperar el apoyo en los sectores populares, que es donde más aumentó su desaprobación según las últimas encuestas.

Los últimas sondeos no han sido del todo benevolentes con la gestión del presidente Gabriel Boric. Tras un “turbulento aterrizaje”, en palabras del propio presidente, no se han escatimado recursos para señalar a todos los medios que la instalación se acabó y que a partir de este momento se dejarán atrás los errores “no forzados” que marcaron las primeras semanas del “debut” del nuevo gobierno.

Pero como el rechazo a Boric continúa subiendo en las encuestas, los sectores políticos ligados a los empresarios y el establishment neoliberal han subido el precio de su apoyo para sostener al gobierno. De esta manera el Ejecutivo ha tenido que comprometerse una y otra vez con la agenda de austeridad fiscal que le exigen estos sectores, así como coquetear con la posibilidad de cercenar aún más el proceso constituyente para limitar cualquier “aspereza” de este que pueda incomodar a la elite.

Un ejemplo de esto último, es la respuesta que ha dado el gobierno a las demandas estudiantiles. Para sorpresa de muchos en el Gobierno, un actor muy activo en las calles durante estas primeras semanas de gobierno han sido los estudiantes. Desde fines de marzo y durante el mes de abril, marchas y tomas de establecimiento se han sucedido a lo largo del país colocando en una incómoda posición el relato de un presidente que precisamente emergió desde las movilizaciones universitarias.

No se han escatimado recursos retóricos de parte del presidente Boric para convencer a los estudiantes que este es "su gobierno". Pero la juventud no tiene motivos, y con razón, para confiar cuando la respuesta a sus demandas es ofrecer mano dura a los desobedientes estudiantes que infringen la ley.

Pero las respuestas de “fondo” no aparecen en la propuesta gubernamental. Los 10 mil millones de pesos chilenos comprometidos por el ministerio de Educación para infraestructura en los colegios, bien observó una panelista de la radio bio bio que solo alcanzan para arreglar 1 solo colegio (aludiendo a que ,por ejemplo, la sola remodelación del liceo “acuático” costó 11 mil millones). Represión y migajas son la respuesta de Boric a la juventud, similar a las que dio el establishment que administró por 30 años la herencia neoliberal de la dictadura.

La agenda legislativa y el temor al “6 retiro”

Durante el comité político de este lunes, se informó por parte del gobierno el ingreso de cuatro proyectos de ley y 33 urgencias legislativas. Además del proyecto que aumenta el salario mínimo, también se presentará una iniciativa que regula el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEPP), el cual busca frenar el alza del precio de la parafina con miras al inicio del invierno.

El Ejecutivo presentará también un proyecto de ley que plantea un mecanismo para garantizar el pago de deudas de pensión alimenticia a niños y adolescentes. Adicionalmente, se ingresará un proyecto que busca regular los intereses moratorios de los créditos entregados por la Dirección General del Crédito Prendario (DICREP), conocido como "La Tía Rica".

Todo esto no disipa el temor de que no sea suficiente para contener el descontento con la actual gestión, sobre todo considerando que el aumento de la inflación prácticamente podría diluir el alza del salario manteniendo la situación de precariedad en la cual se debaten millones de familias.

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Dado que a grandes líneas el Ejecutivo de Gabriel Boric mantiene el eje que traza una administración neoliberal de la economía, evitando aumentar el gasto fiscal, el gobierno busca dar señales a la trabajadores de que se efectuarán algunas “reformas” en beneficio de las mayorías populares buscando contener el descontento, apelando a la paciencia y al compromiso con el programa.

El tema es que la debilidad gubernamental se comienza a percibir desde los salones del Parlamento, donde ya un grupo de diputados se encuentra dando una discusión para que un proyecto de sexto retiro de los fondos de pensiones privados no sea archivado hasta el 2023 y se voté en la sala para su tramitación.

En los próximos días se avizoran nuevas “turbulencias” para la moneda, quien buscando quedar bien con “dios y con el diablo” diluye cada día más el apoyo de las masas populares a su gobierno y vuelve más inestable el eje que sostiene al gobierno.