Crisis en Colombia. “El Gobierno colombiano intenta desmovilizar a la juventud”

El Gobierno de Iván Duque viene avanzando con su agenda de la Mesa Nacional de Diálogo para desactivar a juventud colombiana, que junto a trabajadores y pueblos originarios, viene resistiendo en primera línea la feroz represión del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y los grupos paramilitares que se cobraron decenas de muertos y heridos.

La presión de las protestas llevó a que Duque utilice una vieja táctica para desactivar la resistencia llamando a una Mesa Nacional de Diálogo con una agenda larga para recibir durante el mes de mayo a distintas organizaciones. Esta mesa fue apoyada por la mayoría de las organizaciones políticas, como Bloque Histórico de Gustavo Petro (que esperan a ganar tiempo pensando en las elecciones del 2022) apostando a desmovilizar a la juventud y el pueblo trabajador. El primer encuentro la semana pasada fue un fracaso y el Comité Nacional de Paro, integrado por diversos sindicatos y organizaciones sociales, llamó a nuevas jornadas.

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La Izquierda Diario dialogó con Laura Natalia Pava, una de las jóvenes de primera línea, activista estudiantil y miembro del Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (MODEP).

Nos dice Natalia “En la primer ronda de lo que Duque llama Gran Mesa de Diálogo Nacional que fue con las organizaciones sociales y el Comité Nacional de Paro no se llegó a nada porque no estuvo de acuerdo en la demanda principal que es la desmilitarización de las ciudades y otras condiciones básicas de movilización. Mientras se daba el diálogo afuera había una confrontación fuerte con los movimientos sociales y el ESMAD que no frenó las masacres.

Este martes tocó con un sector del movimiento estudiantil. Según el periódico El Tiempo “el mandatario junto con los ministros de Hacienda y Educación llevaron a cabo un encuentro con 51 líderes estudiantiles (36 de forma presencial y 15 virtual) de diferentes partes del país.” Y agrega “El encuentro, (…) pretendía, por un lado, explicar cómo funcionará la gratuidad en la educación superior pública, pero también avanzar en una agenda de negociación entre las partes en medio del paro”.

Sobre esto Natalia nos aclaró que, "A ese espacio no asistió ninguna de las organizaciones políticas que están en paro, ni de ACRES [ Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles] que es una de las organizaciones más importantes, ni representantes de ninguna asamblea a nivel nacional. En cambio fueron muchos estudiantes y jóvenes de las organizaciones del Centro Democrático (el partido de Duque) y otros parecidos. Esto fue lo que se denunció en el marco de la movilización que partió de las diferentes universidades e iban en contra de esa reunión de estudiantes con Duque".

Recordemos que la educación en Colombia está privatizada y sus costos son altísimos. Los sistemas de becas son totalmente excluyentes, o sea la pobreza está bajo un sistema de catálogos por estratos según los ingresos de las personas y tienen las puertas cerradas a las becas de la educación privada, ya que los colombianos pueden llegar a endeudarse hasta 10 años o más para pagar la educación de sus hijos. Mientras que la universidad publica (donde se pagan bajos aranceles) es prácticamente inalcansable.

La educación pública es una demanda histórica de los estudiantes, por eso el presidente Iván Duque anunció la medida de matrícula cero para estudiantes de universidades públicas de estratos 1, 2 y 3 durante el segundo semestre del año. Pero Natalia explica que Ellos están tratando de pedir la matrícula cero, que está bien, pero no lo consideramos como algo urgente, desde las movilizaciones opinamos que hay otros puntos mucho más importantes. Justamente no quisimos ponerlo como punto principal porque el Gobierno quiere desmovilizarnos. O sea que se trata de una maniobra de Duque consediendo parcialmente a una demanda corporativa estudiantil.

Como cuenta la dirigente estudiantil, esta es una política que aplicaría en el próximo semestre, ni siquiera es clara la fuente ni el mecanismo de asignación, además tampoco hay relación con lo que se dio el año pasado que fue ínfimo y la mayor parte de la plata la terminaron poniendo las gobernaciones, alcaldías y las mismas universidades y esto por lo cual ahora estamos en una crisis muy importante.”

Y agregó que “Nosotros en las universidades lo vemos como una falsa promesa porque no es clara, es solo por un semestre y porque es una demanda histórica que el Gobierno siempre dijo no se le iba a prestar atención.”

El mismo periódico El Tiempo recolectó el testimonio de uno de los estudiantes que participó de la reunión. El joven reconoce que “No están las garantías para negociar con el Gobierno cuando la noticia de matrícula cero no subsana los problemas de la educación superior. Nos quieren comprar con tres pesos durante un semestre que nos van a pagar la matrícula, pero realmente no es solamente que nos paguen la matrícula, son las condiciones bajo las cuales estamos estudiando”, mencionó una de las estudiantes asistentes que pidió no ser identificada.

Durante la tarde el miércoles se llevaban a cabo negociaciones con la alcaldía de Cali (donde tuvo lugar el principal foco de resistencia y donde se dio la peor represión). La mesa de diálogo se rompió porque paralelamente se estaba llevando a cabo una represión a manos del ESMAD contra una columna indígena en la ciudad de Buga, a pocos kilómetros de Cali, perteneciente al Valle del Cauca.

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Esta situación de conjunto muestra que las mesas de negociación están fracasando rotundamente, lo cual genera cada vez menos expectativas en que se llegue a acuerdos concretos. Mientras tanto, como lo expresa Natalia, se van a continuar las jornadas de lucha. La juventud muestra de distintas maneras su rechazo a la mesa de diálogo del Gobierno. Es imperioso que el conjunto del pueblo trabajador colombiano, las organizaciones indígenas y sociales sigan el ejemplo de la juventud movilizada para imponerle su propia agenda al Gobierno de Duque hasta que caiga.