26,4 millones de euros para unir varias estaciones de esquí atravesando el Canal Roya. El proyecto implica un regalo de dinero del Gobierno de Aragón a la patronal turística pasando por un valle de altísimo valor ecológico e histórico que se encuentra en proceso de declaración de espacio protegido.
Miércoles 21 de diciembre de 2022
El proyecto trata de unir dos pistas de esquí de Astún y Formigal, separadas actualmente por carretera, a través de 8,8 km de telecabina que atraviese el valle del Canal Roya. El plazo de ejecución está planeado para ser de al menos un 75% en 2025.
Un proyecto que demuestra la negación del cambio climático de las partes involucradas, tanto la DGA como el gobierno estatal que han dado el visto bueno. Sin tener en cuenta la futura reducción de nieve ni el impacto tanto de las obras de construcción como de la futura infraestructura para la flora y la fauna de la zona, incumpliendo así también los propios principios que impone la UE de no hacer daño significativo a los ecosistemas. Incluso, se saltaría el hecho de que quede en proceso su declaración como Parque Natural Canal Roya-Anayet.
Además perpetúa un modelo turístico basado en salarios de miseria y un ocio para ricos construido con dinero público por empresas privadas que pretenden sacar beneficio de hacer del medio ambiente un simple parque de juego en plena crisis ecológica para así competir con el resto de pistas de esquí de Europa.
Este dinero forma parte de los Fondos Next Generation EU para hacer frente a los efectos de la pandemia. Dentro de ellos se encuentran los Mecanismo para la recuperación y la resiliencia (MRR) que se presentan así: “constituye el núcleo del Fondo de Recuperación y está dotado con 672.500 millones de euros. Su finalidad es apoyar la inversión y las reformas en los Estados Miembros para lograr una recuperación sostenible y resiliente, al tiempo que se promueven las prioridades ecológicas y digitales de la UE.”
Como vemos la sostenibilidad y las preocupaciones ecológicas no son más que puro marketing que dista enormemente de la realidad. En el caso de los fondos covid, ni el refuerzo de los sistemas sanitarios, ni el saneamiento de la hucha de las pensiones... entran dentro de las finalidades de estas “ayudas”. Por “recuperación económica y social” se entienden realmente los planes de colaboración público-privada, que estarán destinados a rescatar a la patronal.
El plan para destruir Canal Roya entra dentro de ese regalo de dinero estatal a la patronal turística. El Gobierno de Aragón, conformado por PSOE, Podemos, IU y Chunta, va a destinar 33.7 millones de euros para cinco proyectos de turismo, dícese hacia la “sostenibilidad”, lo que no encaja con el macroproyecto que plantea destruir una región virgen como la de Canal Roya. Tanto Chunta como IU y Podemos han salido a oponerse al proyecto que ha sido aprobado por el gobierno del que forman parte.
Organizaciones ecologistas de todo el Estado y grupos de defensa de las montañas aragonesas ya han planteado llevar esta decisión por la vía judicial. Mientras tanto, una iniciativa de recogida de firmas a través de la plataforma change.org ya ha reunido más de 19.000. La solución a esta crisis no vendrá de los mismos gobiernos y empresas que la han generado y que no están dispuestos a detener la generación de beneficio económico para ellas y emprender una transición ecológica.
