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Red Internacional
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Educación. El Gobierno de Mendoza se niega a reconocer la reglamentación de las Escuelas Artísticas

El próximo sábado, el SUTE está convocando una asamblea de Escuelas Artísticas en su sede central para abordar los problemas que se presentan con las continuidades de los suplentes, la homologación de la paritaria del 2015, la creación de una Junta Calificadora propia de esta especialidad y las titularizaciones pendientes.

Jueves 9 de noviembre de 2017 19:10

El próximo sábado 11 de Noviembre a las 18:30hs el SUTE está convocando una asamblea de Escuelas Artísticas en su sede central (Coronel Plaza 556) para abordar los problemas que se presentan con las continuidades de los suplentes, la homologación de la paritaria del 2015, la creación de una Junta Calificadora propia de esta especialidad y las titularizaciones pendientes.

Actualmente funcionan en Mendoza 29 escuelas artísticas vocacionales (EAV), distribuidas en los 18 departamentos, que imparten formación artística específica a más de 12.500 alumnos. Las últimas 4 escuelas fueron inauguradas en el 2016 durante la gestión de Cornejo. Sin embargo, el gobierno provincial se niega a cumplir con el acuerdo paritario suscripto por el SUTE y el poder ejecutivo en el 2015 que establecía la reglamentación de la carrera docente y una Junta Calificadora de Méritos específicas para la modalidad.

Las Escuelas Artísticas fueron creadas en 1947 dentro del sistema educativo público y a lo largo de esos 50 años han abierto la posibilidad de acceder a formación específica en arte a cientos de miles de niñas, niños, jóvenes y adultos, atendiendo las particularidades culturales de cada comunidad. Cada escuela tiene una orientación específica de acuerdo a las demandas de cada comunidad. Actualmente se imparten clases de Música, Artes Visuales, Artes Audiovisuales, Cerámica, Teatro, Danza, Literatura y Artes Ecológicas. Inclusive, permiten acceder a formación específica en instrumentos y danzas que aún no se encuentran en el ámbito terciario o universitario de la provincia.

En este sentido, las EAV han sido una vanguardia en el ámbito cultural y artístico de la provincia: Del Encuentro de Coros Escolares de Godoy Cruz nació el Cantapueblo. El 70 % de los alumnos de la Lic en Música Popular de la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo comenzaron su camino en una escuela artística vocacional. Varios de los jóvenes músicos más reconocidos de la provincia habitaron sus aulas alguna vez. La EAV de San Martín, orientada a la danza, tiene en su haber varios premios internacionales. En la década del 90 se realizaron los primeros campeonatos de improvisación teatral, organizados por la EAV 5-007, del que participaron siendo casi niños los actuales organizadores de la Liga de Improvisación. Y podría citarse una larga lista de ejemplos, más que suficientes para darse cuenta de que el trabajo de las EAV ha tenido un impacto determinante en la vida cultural de los mendocinos en los últimos 25 años.

Sin embargo desde hace muchos años, los docentes han perdido la estabilidad laboral y la reglamentación de la carrera que tenía esta modalidad cuando dependían del estado nacional. Bajo el menemismo, la transferencia de las escuelas dependientes de la nación hacia las provincias y municipios trajo aparejada la precarización laboral de los docentes que en ellas se desempeñaban.

Las Escuelas Artísticas estaban bajo la órbita de la Dirección Nacional de Educación Artística, que regulaba tanto sus contenidos curriculares como la carrera docente de esta especialidad. Mendoza fue una de las primeras provincias en firmar el convenio de transferencia. La firma de dicho convenio se realizó el 28 de febrero de 1992, sólo dos meses después que se sancionara la Ley N° 24.049. Y el mismo fue ratificado por la Legislatura de la provincia el 20 de agosto de ese año a través de la Ley N° 5.896.

El tiempo récord entre la sanción de la ley de transferencia y la firma del convenio con nuestra provincia podría entenderse por el hecho de que tanto en la Nación como en Mendoza gobernaba el Partido Justicialista. Sin embargo, fue determinante el apoyo político que en ese momento le dio la UCR a estas medidas. La senadora radical Malharro de Torres explicaba en la Cámara de Senadores de la Nación su apoyo a la sanción de esta legislación de la siguiente forma “[...] no nos cabe duda que este inciso y el espíritu del proyecto que estamos votando, para cuya aprobación estoy levantando la mano como si fuera de plomo porque tengo un acuerdo establecido pero que me duele, no garantizan ninguna estabilidad [al personal transferido]”[1].

Podemos decir que tenía razón en estar dolida por lo que iba a votar, ya que 25 años después, los docentes de las Escuelas Artísticas continúan precarizados, sin derecho a titularizar por concurso y velando por las resoluciones de continuidad que dependen de la buena voluntad del gobierno de turno cada mes de diciembre.

Durante todos estos años las artísticas han dependido de Juntas de distintos niveles, sin que ninguna contemple las particularidades de su enseñanza y del personal que allí se desempeña. Lo que ha provocado que no se hagan llamados a concurso para titularización y que persista una gran inestabilidad respecto a la continuidad de la planta funcional de cada escuela, entre otras cosas.

Luego de años de reclamos por parte de sus trabajadores, el 24 de agosto de 2015, en ámbito paritario (Expte.1015/S/ 04), se firmó un acuerdo entre el SUTE y el poder ejecutivo provincial para la creación de dicho reglamento y Junta Calificadora de Méritos para la modalidad, que no ha sido cumplido hasta el día de hoy. Convocados por la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, funcionarios de la DGE explicaron que el gobierno provincial no pretendía avanzar en el cumplimiento de este acuerdo. Los motivos que expusieron se centraron en argumentar que las Escuelas Artísticas pertenecían al campo de la educación “no formal” y que, por lo tanto, dar cumplimiento a los acuerdos paritarios atentaría contra la ley provincial de educación (Ley 6.970) y el estatuto del docente (Ley 4.934). Las razones expuestas por los representantes de la DGE para considerar a las escuelas artísticas como parte de la educación informal, se centraron en la “no obligatoriedad” de esta modalidad y las comparaban por lo tanto con clubes barriales o escuelas de Futbol.

En entrevista a un medio local el Director General de Escuelas, Jaime Correas, dijo “son como academias estatizadas” lo que revela, además de su desinformación, su más que clara orientación neoliberal y elitista respecto del acceso de los ciudadanos mendocinos al derecho a ejercer y disfrutar las actividades artísticas (Derecho Nº 13 de la CIDH) y su estrecha visión “privatizante” del asunto. Para él lo natural es que sean privadas…

Los argumentos expuestos por la DGE son falsos también porque el acuerdo paritario no incluye ninguna modificación de los derechos del docente establecidos por estas dos leyes provinciales. Por el contrario, lo invocan en su marco normativo. La larga trayectoria de las artísticas dentro del sistema educativo desmienten de por sí los argumentos más llamativos como la comparación con las escuelas de Futbol, que nunca fueron incluidas bajo la órbita de la DGE o el sistema educativo nacional. La realidad es que la falta de una regulación específica de esta modalidad en nuestra provincia no responde a las ventajas de la “educación informal”. Sino a la precarización laboral que impuso la transferencia de las escuelas nacionales de la descentralización menemista, que implicó la disolución de la DNEA sin que la misma fuera reemplazada por un organismo provincial equivalente. Además, la “no obligatoriedad” de dicha modalidad es equivalente a la modalidad de Jóvenes y Adultos y de los Centros de Capacitación para el Trabajo, dos modalidades que ya cuentan con una carrera regulada y juntas calificadoras de mérito propias en Mendoza.

El marco normativo nacional también reconoce a las escuelas artísticas. La Ley Nacional de Educación 26.206, expresa que el Estado debe garantizar una formación que estimule la creatividad, el gusto y la comprensión de las distintas manifestaciones del arte y la cultura, reconoce el acceso a la educación artística como un derecho de cada ciudadano y menciona a la Educación Artística como una de las 8 modalidades que conforman el sistema educativo. En noviembre de 2015, el Consejo Federal de Educación, estableció un marco regulatorio para la Formación Específica en Artes que contempla las Escuelas Artísticas Vocacionales por su importante función en la comunidad.

Por lo tanto el Gobierno provincial y la Legislatura provincial deben homologar de manera urgente el acuerdo paritario y avanzar en la creación de la Junta. Garantizar la continuidad laboral de todo el personal que se desempeña en estas escuelas, donde no se ha podido concursar ni titularizar cargos ni horas por estas demoras. Y ampliar el presupuesto para que las mismas puedan funcionar en condiciones seguras, con instrumentos, insumos y talleres propios.

Un detalle importante respecto de las continuidades de los docentes de artística es que en el ámbito de la educación no formal (capacitación para el trabajo, educación para adultos, o cualquier otra modalidad “no obligatoria”) se sostiene y estimula la permanencia de los alumnos en el ámbito institucional a partir del vínculo que los alumnos y docentes construyen. Un alumno que no se siente cómodo, simplemente se va. No dar continuidad a los docentes de artística implica interrumpir ese vínculo y probablemente terminarlo si el docente no consigue o quiere retomar esas horas al año siguiente, lo que implicaría una baja dramática en las matrículas de las escuelas para el año siguiente, con su consiguiente cierre de espacios curriculares por baja matrícula. Es decir: un ajuste y achique presupuestario de un espacio que la actual gestión de la DGE no considera importante.

[1] http://faculty.udesa.edu.ar/tommasi/cedi/dts/dt57.pdf