Si bien Piñera tuvo que repudiar públicamente los ataques a migrantes en Iquique durante el fin de semana, volvió a insistir en "ordenar la casa" frente a la migración. La xenofobia no solo fue alentada durante meses por el propio Gobierno sino que unos de sus funcionarios participó de las marchas de este sábado.
Martes 28 de septiembre de 2021 15:53
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, tuvo que condenar este lunes el ataque xenófobo contra migrantes ocurrido el pasado sábado luego de que las imágenes que mostraban la quema de objetos de ciudadanos venezolanos recorriera el mundo.
Sin embargo, insistió en frenar la entrada de extranjeros en el norte del país bajo el lema de "ordenar la casa", es decir dar vía libre para que continúen las expresiones xenófobas que el propio gobierno alimentó con la persecución y estigmatización de migrantes haitianos y venezolanos.
De hecho, con el objetivo de desincentivar la migración, el Gobierno aprobó este año una nueva Ley de Migraciones más estricta, y anunció un proceso de deportaciones con el que pretende echar a 1.500 extranjeros durante 2021.
A esta política activa se sumó ahora la divulgación de que uno de sus funcionarios participó de las marchas que precedieron a las acciones de odio y violencia de este fin de semana.
Se trata de Felipe Hübner Valdivieso, del partido derechista UDI, designado en julio de este año director de Zofri S.A., la firma que administra por ley la Zona Franca de Iquique, y cuyo directorio depende directamente del Gobierno central de Piñera. Hübner Valdivieso asistió en persona a la convocatoria anti inmigrante en Iquique.
“Participé, fuera de horario laboral, el día sábado en la mañana, en una marcha convocada por la sociedad civil para lograr una migración ordenada, legal y segura. Me uní en la Plaza Brasil, y acompañe la marcha hasta el edificio de la ex intendencia”, dijo al medio Interferencia, para luego agregar que “no estuve cuando posteriormente ocurrieron los lamentables y repudiables actos de violencia contra los migrantes”.
Hübner Valdivieso fue uno de los candidatos a convencional que más aportes tuvo para su candidatura, con un monto de 19 millones de pesos chilenos, convirtiéndolo en el cuarto candidato a nivel nacional con más donaciones a su favor. Es abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dicta clases de derecho civil en esa universidad desde el año 2015, según su currículum disponible en LinkedIn y se desempeña como asesor de Presidencia en el Gobierno de Sebastián Piñera desde julio de 2019 hasta la fecha.
Ninguna persona es ilegal
El discurso que promueve el Gobierno y la derecha reaccionaria como el ultraderechista José Antonio Kast tiene el fin de dividir al pueblo trabajador para debilitarlo en su lucha común por mejores condiciones de vida. Un trabajo, una casa, acceso a los servicios y educación son aspectos mínimos que ni siquiera para la población nativa están 100% asegurados. Pero la derecha insiste en mostrar la población migrante como el “enemigo externo” al cual erradicar. La realidad es muy diferente, quienes han acumulado riquezas durante toda la pandemia a costa de explotación e impunidad han sido los empresarios y las instituciones corruptas y represivas como las FF.AA.
Por su parte el candidato del neoreformismo Gabriel Boric hizo una mención en sus redes sociales completamente insuficiente. El rol que ha tenido su formación política, el Frente Amplio, en el Congreso y en la Convención Constitucional, ha sido el de votar junto con la derecha en contra de la indicación que incluyó la participación de las y los inmigrantes entre los principios del proceso constituyente, reafirmando el acuerdo por la paz firmado el 15 de noviembre de 2019 a espaldas al pueblo chileno. La población migrante no tiene siquiera el derecho de auto-representarse en la Convención Constitucional.
En conversación con La Izquierda Diario, Lester Calderón, candidato a diputado por la lista del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) de Antofagasta señaló que "La crisis migratoria actual es internacional, se enmarca en el contexto de pandemia que vivimos, con un aumento explosivo de la pobreza y del desempleo en regiones como América Latina, donde la brecha de desigualdad se ha profundizado, con 209 millones más de personas pobres, pero con los multimillonarios y grandes empresarios aún más ricos. Es necesario impulsar un plan de acogida internacional, el cual mejore las condiciones de los migrantes y las localidades que los acogen. Esto implica terminar con las deportaciones forzadas, asegurar el derecho al libre tránsito sin discriminación, facilitar el transporte para que quienes han decidido migrar puedan reencontrarse con sus familias, garantizar el derecho a residencia, a la vacunación, a la entrega de implementos de protección frente a la pandemia y test de antígenos. Frente a estos hechos y crisis migratoria, es fundamental la unidad del pueblo trabajador independientemente de la nacionalidad".