Aunque hace tres días el ministro Guzmán negó que estén evaluando restricciones, ayer se oficializaron nuevas medidas del Banco Central y de la Comisión Nacional de Valores para limitar la demanda de divisas.
Miércoles 16 de septiembre de 2020 10:54
En el medio de una crisis que se profundiza, y cristalizando la faltante de dólares como un problema significativo, Miguel Pesce, presidente del Banco Central anunció las siguientes medidas que restringen el acceso al dólar ahorro:
Dólar ahorro: El cupo mensual de compra de hasta 200 dólares por persona para atesoramiento se mantiene. Pero ahora se va a deducir de ese cupo las compras con tarjeta de débito o crédito al exterior. Por ejemplo: si alguien realiza una compra de 200 dólares con tarjeta de crédito hoy, el mes que viene no va a poder comprar dólares. Si realiza una compra de 400 dólares, no va a poder comprar por 2 meses.
Nuevo recargo de 35 %: para la adquisición de moneda extranjera o compras con tarjeta de crédito, además de un recargo del 30 % por el impuesto país, se suma una retención de 35 % a cuenta de Ganancias y Bienes Personales. Para quienes paguen ganancias podrán descontarlo de la liquidación final, pero para quienes no paguen ganancias deberán pedir una devolución a la AFIP a fin de año (sistema que replica el aplicado en el último período de gobierno de Cristina Kirchner, con Marcó del Pont al frente de Banco Central). También quedarán alcanzados los servicios de streaming como Netlflix o Spotify, entre otros.
Esto eleva desde hoy el precio efectivo de acceso a la divisa de $103 a casi $131.
El nuevo valor del dólar surge de sumarle a la cotización minorista, que cerró ayer a $79,25, ya no sólo el 30% del impuesto PAIS ($23,77), sino también la retención antes mencionada, que se aplica también sobre el valor de compra inicial de la divisa (otros $27,74), por lo que el precio efectivo de compra sería de $130,76.
La nueva retención entra en vigencia a partir de este miércoles 16 de septiembre, no para las compras previas.
Excepciones al recargo del 35%: La compra de libros (en cualquier formato), la adquisición de medicamentos y los gastos referidos a prestaciones de salud, el uso de plataformas educativas o software dedicado a ese fin no está alcanzado por la percepción del 35%. Tampoco deben pagar este recargo los gastos asociados a proyectos de investigación cuando los investigadores se desempeñen en el ámbito del Estado nacional, provinciales y los municipios y las universidades que integran el sistema universitario argentino.
Apertura de nuevas cuentas en dólares: En el caso de la apertura de nuevas cuentas en dólares, los bancos deberán "hacer una evaluación de los ingresos" para habilitar una nueva cuenta a sus clientes, en lugar del criterio simplificado que existe actualmente para la apertura de cajas de ahorro en pesos.
Especulación con Contado con Liquidación: En el caso de la dolarización de grandes inversores, a través del contado con liquidación, se dispuso aumentar el "parking" (plazo en que debe inmovilizarse los títulos adquiridos en pesos antes de su venta) a 15 días.
Limitaciones a las empresas: Las grandes empresas deberán refinanciar sus deudas con el exterior. Las compañías endeudadas en dólares que paguen cuotas de más de U$S 1 millón mensual tendrán que reestructurar sus pasivos. Incorporará un período de gracia para permitir que renegocien con sus acreedores. Además, considerará la posibilidad de la cancelación de hasta el 40% de los vencimientos de capital y una reestructuración del 60% de vencimientos a 2 años de vida promedio, pero no impedirán el pago de intereses, aclaró Miguel Pesce.
Impulsan el endeudamiento privado externo: Se reducirá la participación de grandes empresas en las líneas de crédito que las entidades financieras ofrecen para la prefinanciación de exportaciones. Buscan que aquellas grandes empresas con acceso a los mercados de crédito internacional se endeuden afuera (“aprovechando” las condiciones por la reestructuración de la deuda pública) liberando margen de financiaciones para el crédito local de pequeñas y medianas empresas exportadoras.
Un sinceramiento de la crisis
La crisis por la pérdida de dólares se agudiza. El gobierno confiaba en la reestructuración de la deuda externa para solucionarlo, pero aún no se terminó la renegociación con el FMI, el costo de financiamiento afuera sigue siendo elevado y los mercados están cerrados, al tiempo que la crisis interna aún habiendo restringido las importaciones, no libera los dólares suficientes.
El Banco Central tiene un drenaje de reservas sin fin. En el año acumula una pérdida de U$S 6.000 millones de activos netos, según Esteban Domecq, director de Invecq. La entidad llevaba 12 semanas seguidas perdiendo reservas. Esta pérdida se duplicó desde julio con intervenciones del Banco Central en el mercado de cambios para mantenerlo bajo control.
Las reservas netas rondan los U$S 7.000 millones de acuerdo a estimaciones. En diciembre de 2019 se estiman en U$S 11.500 millones.
En lo que va del año la cuenta financiera del sector privado no financiero acumuló hasta julio un déficit (fuga neta) de U$S 3.884 millones. Sólo en julio ascendió a U$S 1.225 millones, como consecuencia de las cancelaciones netas de deuda financiera y la formación de activos externos. En las primeras 9 ruedas de septiembre las reservas cayeron 388 millones de dólares y en lo que va de 2020 acumulan una retracción de U$S 2.327 millones, según un informe de la consultora PxQ, de Emmanuel Alvarez Agis.
En lo que va de septiembre, se vendieron cerca de U$S 900 millones para abastecer la demanda que no se pudo cubrir con ingresos "genuinos" por exportaciones.
¿Por qué faltan dólares? No es, meramente, un problema por la compra del dólar minorista para atesorar y preservar los ahorros de los pequeños ahorristas y de los trabajadores que pueden hacerlo. Sino que hay un problema estructural de pérdida de reservas por los sistemáticos pagos de deuda sostenidos hasta último momento por el gobierno de Alberto Fernández, y que se suman a la estrategia de pago de Mauricio Macri hasta el final. Incluso en pandemia le pagó vencimientos al FMI. También la fuga de capitales, legal e ilegal, de las grandes empresas que se aceleró con la crisis y los distintos mecanismos de las empresas para sacar los dólares.
No fue magia. Si faltan dólares los responsables hay que buscarlos en el poder económico y los gobiernos que avalan permanentemente el saqueo a los sectores populares. Por eso es necesario una estrategia opuesta por el vértice: rechazar al FMI, no pagar la deuda externa, nacionalizar el sistema bancario en una banca única estatal bajo control de los trabajadores y monopolizar el comercio exterior, para preservar los recursos del país de la fuga y la especulación y elaborar un plan de salida a la crisis a favor de las mayorías sociales.