Esta semana se produjeron explosiones en dos escuelas. Además, docentes y estudiantes se congelan en las aulas. De fondo hay un ajuste al servicio de pagar la deuda pública. En el acto de este jueves Cristina Kirchner volvió a ratificar el pago de la misma.
Jueves 1ro de julio de 2021 23:10
Cristina Kirchner y Axel Kicillof protagonizaron un acto de entrega de 10.000 tablets para niños de sexto año de primaria del municipio de Lomas de Zamora, junto al intendente Martín Insaurralde. Transmitiendo en vivo desde los colegios con los chicos formados en filitas y otros tantos niños sentados en el auditorio donde dieron sus discursos los líderes políticos del Frente de Todos, el tono de campaña electoral fue indisimulable.
El martes de esta semana tuvimos que lamentar las muertes evitables en el colegio que explotó en Neuquén y este jueves ocurrió otra explosión en una escuela de Mendoza. Casi al mismo tiempo transcurría el acto, donde Axel Kicillof se atrevió evocar la memoria de Sandra y Rubén, quienes fallecieron por la explosión de una garrafa en un colegio de la localidad bonaerense de Moreno en 2018, cuando Macri era presidente y Walter Festa, del actual Frente de Todos, era intendente. Las escuelas que explotaron esta semana no merecieron ninguna mención del gobernador, ni de la vicepresidenta.
La entrega de los dispositivos se presentó como la continuidad del programa Conectar Igualdad y el gobernador bonaerense apuntó contra la gestión de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal por haberlo suspendido durante su mandato.
Nadie duda de lo evidente: Cambiemos, en cuatro años de mandato deterioró aún más la educación, recortando un 35%, cerrando programas, atacando a sus trabajadores. Pero, ¿qué pasa con la educación con el Frente de Todos?
El actual Gobierno este año destinó solo un 1,3% del PBI, muy lejos de aquel 6% que utilizaron como bandera en la gestión kirchnerista. El salario docente y no docente también está lejos de haber recuperado lo perdido con Macri. Como el caso de Walter que trabaja como auxiliar de escuela en La Plata y cobra $30.000, menos de la mitad que la canasta familiar. Habiendo destinado tan escasos recursos ¿qué éxitos en materia educativa puede mostrar el Gobierno, más que algunas obras e inversiones simbólicas?
Cristina Kirchner dijo que "si hubiéramos continuado con el Conectar Igualdad qué diferente hubiera sido este problema de las clases presenciales, de la pandemia", refiriéndose a la virtualidad. Cuando el 32 % de los hogares no tiene conexión a internet fija en la Argentina.
Los dispositivos para los niños y jóvenes son más que necesarios, como así también la conectividad, cuestión que los docentes y la comunidad educativa exigen hace meses frente a las bajas ocasionadas con las clases virtuales. Ya en campaña, el oficialismo apuró la vuelta a las clases presenciales en pleno invierno, -acordando finalmente con la oposición de derecha- mientras los contagios se siguen propagando y tanto alumnos como docentes se congelan en todas las aulas del país.
Hoy también habló el ministro Nicolás Trotta y dijo que "cada jurisdicción debe asegurar las condiciones para el dictado de clases y si la calefacción no funciona se tienen que suspender las clases". No se entiende entonces para qué está el Ministerio de Educación Nacional. La descentralización de la educación y su desfinanciamiento sistemático es una herencia neoliberal de larga data que, si se profundizó con Macri, el actual oficialismo no revierte, sino que continúa.
Mientras la comunidad educativa está en una situación crítica en la pandemia, atravesada por los crímenes sociales de "accidentes" que son producto de la falta de inversión, Axel Kicillof y Cristina Kirchner se meten en el juego miserable de la polarización electoral, el de echarse culpas y abstenerse de responsabilidades. Lo que queda claro y que Cristina Kirchner reafirmó en este acto, es que el Gobierno está decidido a pagar la deuda al FMI, a pesar de que "va a pretender condicionarnos en las políticas económicas”, según sus palabras.
El Frente de Todos recurre a la pandemia y a la herencia macrista para intentar disimular que esos "condicionamientos" ya están en marcha y que su Gobierno viene aplicando un duro ajuste fiscal, diseñado en el Presupuesto 2021 y votado por unanimidad por sus legisladores, a medida del Fondo.