La decisión fue publicada ayer en el Boletín Oficial. Es en el marco de la misión de la ONU que supervisará el llamado “proceso de paz”. Se trata de una muestra del alineamiento del Gobierno con el imperialismo.
Gloria Pagés @Gloria_Pages
Miércoles 2 de noviembre de 2016
El Gobierno de Cambiemos dio autorización oficial al envío de personal de las Fuerzas Armadas a Colombia. Ayer, el Boletín Oficial publicó: "Autorízase la salida del territorio nacional de medios, personal militar, de seguridad y vinculado a la colaboración humanitaria y social, destinados a cumplir con el eventual requerimiento por la Organización de las Naciones Unidas, para participar en el proceso de paz, acordado entre el Gobierno de la República de Colombia y la Organización Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), por el término de tres (3) años, a partir del día 3 de octubre de dos mil dieciséis, ello conforme a la información detallada en el Anexo I que pasa a formar parte de la presente ley".
Esto ya había sido anticipado por Mauricio Macri cuando participó de la firma del Acuerdo Final en Cartagena de Indias, a fines de septiembre, junto a Ban Ki-Moon -jefa del FMI- y el presidente del BID, entre otros representantes del imperialismo.
A pesar del triunfo del NO en el plebiscito que debía refrendar o rechazar el acuerdo, las negociaciones entre el Gobierno de Santos y las FARC siguen vigentes. En ese marco, se ratificó el envío de tropas, en una expresión clara del alineamiento que el Gobierno nacional tiene respecto de sus socios imperialistas nucleados en la ONU, principalmente Estados Unidos.
Tal alineamiento queda expresado en los fundamentos de la actividad que llevarán a cabo los militares argentinos: “Confirmación del compromiso de la República Argentina con los preparativos para la aplicación del cese al fuego y el mecanismo de monitoreo y verificación establecidos por la Misión de las Naciones Unidas en Colombia”, y “Reafirmación de la política de Estado de participación nacional en las misiones de mantenimiento de la paz o políticas autorizadas o establecidas por las Naciones Unidas”.
La Misión estará encabezada por “representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas”, y “será una misión política integrada por observadores internacionales desarmados, que se encargará de vigilar y verificar la dejación de las armas y formará parte del mecanismo tripartito que vigilará y verificará el cese del fuego y de las hostilidades bilateral y definitivo”, explicita el anexo que fundamenta la ley publicada en el Boletín Oficial.
La estrategia del Gobierno de Macri hacia las Fuerzas Armadas viene mostrando intentos de reconciliación y de dar vuelta la página del genocidio, con el fin de recomponer el poder de las mismas. Para esto también viene ensayando tareas relacionadas con la llamada “guerra contra el narcotráfico y el terrorismo”. En ese marco, las Fuerzas Armadas son un instrumento de la política exterior.
Su integración a las misiones de los Cascos Azules de la ONU no tiene nada que envidiarle a la política que tuvo el kirchnerismo en la materia, con el mismo objetivo de recomponer, a través de supuestas “misiones humanitarias” a esta institución que quedó absolutamente maltrecha y cuestionada luego de la dictadura genocida y de la derrota en la Guerra de Malvinas.
Miembros de las Fuerzas Armadas son parte, entre otras tantas misiones, de la MINUSTAH, la fuerza de ocupación presente desde 2004 en Haití asegurando en el país más pobre de América -sometido a hambrunas, enfermedades y catástrofes naturales- los intereses del imperialismo.
La presente Misión en Colombia no tendrá otro carácter que el de contener conflictos locales y recomponer el orden al servicio de las grandes potencias.