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Red Internacional
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CORONAVIRUS. El Gobierno teme al pico de contagios y evalúa mayores restricciones en el AMBA

Funcionarios de la Ciudad y la Provincia bonaerense, volverán a reunirse con Nación para evaluar cómo continuar con la cuarentena. Tras el aumento de contagios en los barrios más vulnerados del AMBA, temen que se disparen los contagios.

Osvaldo Vera

Osvaldo Vera @eslou._

Lunes 1ro de junio de 2020 18:05

La reunión tripartita que será encabezada por el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero junto a sus pares de Provincia y Ciudad, además de los ministros de Salud y Seguridad de las tres jurisdicciones, se da en el marco de la cercanía de la finalización de la prórroga de la cuarentena obligatoria dispuesta el último 23 de mayo por el presidente. Temen el pico de contagios, y que el sistema de salud termine colapsando, lo que demostraría el fracaso de cómo aplicaron la cuarentena, donde faltaron los testeos desde los primeros días.

En las últimas semanas las portadas de los diarios muestran la difícil situación que están viviendo los habitantes de las villas de emergencia tanto de la Ciudad de Buenos Aires, como del conurbano bonaerense, en el contexto de la crisis desatada por la pandemia del coronavirus. En estos barrios, sin acceso al agua potable, a servicios esenciales como cloacas, gas, luz, entre otros, el "quédate en casa" parecía un lindo eslogan pero muy alejado de sus realidades.

En esos barrios fueron detectados cientos de casos positivos por Covid-19, con una tasa de contagio mucho mayor a la media del AMBA. En el barrio Padre Mugica, ex-Villa 31, además de la muerte de Ramona, militante de la organización La Garganta Poderosa, con el correr de los días fue extendiéndose la lista de contagiados y fallecidos.

Recordemos que allí entre nación y provincia se tiraban la pelota sobre la responsabilidad de haber tenido hace tiempo al barrio sin acceso al agua potable.
En la última semana fue el turno de los asentamientos del Gran Buenos Aires. La noticia no fue ninguna asistencia real para la gente que vive allí o algún salario de emergencia que les permita afrontar la cuarentena, sino que se estaba produciendo un verdadero desastre sanitario en el barrio Villa Azul, lindero a Villa Itatí, y que se ocupa parte de los partidos de Quilmes y de Avellaneda. La respuesta por parte del Estado en este caso fue la militarización de la mano del ex-carapintada y actual Ministro de Seguridad de Kicillof, Sergio Berni. El barrio fue cercado a punta de escopeta, mientras adentro sus habitantes reclamaban por agua y alimentos. Los cuales nunca llegaron en la medida necesaria.

En este contexto los funcionarios ven acercarse el fin de la última prórroga decretada por el presidente Alberto Fernández. Se manifiestan diferencias sobre todo entre el Gobierno de la Ciudad y el gobierno provincial. Mientras Larreta y sus funcionarios abogan por un aumento en la flexibilización, a pesar de la situación en las villas, el aumento de los contagios en los hospitales o centros de comercio, desde provincia se escuchan voces que van en un sentido contrario.

En declaraciones recientes, el Viceministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak recomendó retroceder de fase en el AMBA. Señaló, respecto a eso, el aumento de casos en el último tiempo en ese área, y la cercanía del pico de contagios. En su opinión si no se retrocede en la flexibilización implementada, se irá a un colapso del sistema de salud.

Kicillof, consultado por las declaraciones de su viceministro, aclaró que las mismas fueron hechas desde un punto de vista epidemiológico y que todavía no está nada definido.

Entre medio de estas controversias, sobre la modalidad que adoptaría una nueva extensión de la cuarentena diferenciada por regiones y provincias del país, nada se escuchó acerca de las situaciones de millones de trabajadores y trabajadoras que desde que comenzó el aislamiento obligatorio, vieron afectados sus ingresos por distintas vías, como ser los despidos, las suspensiones o los recortes salariales entre otros métodos usados por las empresas para achicar sus "costos".

A la par que se garantice a la población trabajadora todas las medidas sanitarias necesarias, las novedades de las últimas semanas y días sobre la difícil situación que están viviendo las poblaciones más pobres en los barrios de emergencia, pone a la orden del día la discusión sobre un salario de emergencia de 30.000 pesos para todo el que lo necesite sin restricciones, no como ocurrió con el insuficiente IFE. Recursos hay y podrían salir de cobrar impuesto a las grandes fortunas, como el proyecto de ley que presentó en FIT en el Congreso nacional.


Osvaldo Vera

Integrante de Agrupación Marrón de Coca Cola-Femsa

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