El 21 de marzo familias, plantilla y estudiantes del IES Miguel de Molinos en Zaragoza han ido a la huelga y a manifestarse frente a la Consejería de Educación contra la desfinanciación de su instituto, con la convocatoria de Contracorriente, Pan y Rosas, el Claustro del centro y CGT y STEA, UGT, COOO y CSIF en apoyo.
Reproducimos el comunicado de la sección de Contracorriente/Pan y Rosas en el IES Miguel de Molinos.
Miércoles 22 de marzo de 2023

Hoy 21 de marzo nos manifestamos ante Educación ante la pésima organización educativa y la indignación que sentimos por los deficientes recursos económicos otorgados a nuestro centro, una situación que venimos arrastrando ya desde años anteriores. Somos mucho más que unas simples cifras económicas. Por eso, es nuestra responsabilidad y única salida convertir nuestro conformismo en rabia y organizarnos, construyéndonos como una juventud que no acepta que el sistema pisotee la enseñanza pública de calidad. Ha llegado la hora de que como miembros del sistema educativo desde nuestro centro nos levantemos y organicemos contra quienes mientras juegan con nuestra dignidad y nos quieren sumisos.
Desde la sección de Contracorriente en el IES Miguel de Molinos participamos y creemos que debemos continuar y coordinarnos con el resto de la plantilla del centro, profes y no docentes, que luchando nos están dando una buena lección también, así que os damos las gracias. Y también con el resto de la juventud en otros centros de estudio y de trabajo, así como con otros sectores que luchan por unos servicios públicos de calidad que están siendo desmantelados, como las sanitarias, las limpiadoras, las ambulancias o el bus urbano que han salido a luchar este año.
Nuestra compañera Iris, de la sección de Contracorriente en el IES Miguel de Molinos de Zaragoza, con el resto del instituto en lucha
Quitan el dinero de los servicios públicos para sus guerras y empresarios, pero no callamos! pic.twitter.com/r42gUr3Ttn
— Contracorriente Zaragoza #OrganizarLaRabia (@Contrac_Zgz) March 21, 2023
En primer lugar, queremos dejar constancia de que ya llevamos años recibiendo unos recursos financieros que dificultan la renovación de ordenadores, proyectores, e incluso la reparación de daños estructurales, y que, al fin y al cabo, dificultan la calidad de enseñanza que recibimos. Nuestro instituto no mejora su calidad en infraestructuras (en plan pupitres, la pintura de las paredes, ordenadores, etc.) sino que vive y ha aprendido a vivir de la subsistencia. Llevamos ya más de dos años en los que la calefacción es muy escasa, llegando en algunos casos a permanecer en clases o laboratorios a una temperatura inhumana de 13ºC, sino es que se estropea que entonces es nula, soportando además el pago del gasto del gas del edificio del INAEM, ya que no nos pagan su parte; más de dos años en los que hay clases en las que les faltan placas del techo porque se han caído -y afortunadamente nadie se encontraba debajo-; más de dos años en los que el dinero del AMPA va destinado a que el instituto subsista en vez de que se dedique a nuestras salidas externas del centro.
El año pasado, con el dinero que el Miguel de Molinos recibió de educación, el instituto se quedó en números rojos e incluso casi no se llegó a pagar al proveedor de folios del instituto. Este año educación nos ha vuelto a otorgar la misma cantidad que el año pasado, con lo que además de estar en números rojos, la situación no mejorará. Por ende, animamos a que la comunidad educativa del centro nos rebelemos contra un sistema que nos niega una de las primeras necesidades básicas, el uso de una calefacción apropiada, que considera que tu vida es menos importante que un simple valor económico y que se interpone en nuestro camino hacia una educación que ha de progresar hacia adelante.
Porque una educación pública que no garantice las condiciones mínimas de trabajo, ni el avance de este, no es una educación de calidad, sino la apuesta por el valor material del aprendizaje por encima de los seres humanos que hay en ella. La comunidad educativa, hoy, todos juntos, luchamos porque sabemos y lamentamos que mientras nosotros asistimos a clases con abrigos, mantas, gorros y guantes, nuestros dirigentes de educación asisten a sus puestos de trabajo en camisa y con calor de hogar -y esa calefacción también la pagamos todos-, igual que los beneficios históricos de las eléctricas que nos la han subido sin cesar.
🕢Mañana a las 12.15 súmate a luchar contra la desfinanciación del IES Miguel de Molinos!
🚩El dinero que quitan de nuestros institutos, sanidad y servicios públicos va para guerras y empresarios, no nos vamos a callar!
✊Organízate y lucha! pic.twitter.com/WNP4uwiJB8
— Contracorriente Zaragoza #OrganizarLaRabia (@Contrac_Zgz) March 20, 2023
En segundo lugar, puesto que el hecho de que el colegio José Antonio Labordeta pase a ser un centro integrado (incluyendo en sus aulas hasta 4º ESO) deja al IES Miguel de Molinos en una situación de prácticamente nula matrícula de alumnos en 1ºESO, con el consiguiente desmoronamiento del centro en cursos venideros, de su enseñanza tanto en castellano como en los programas bilingües, el programa British Council, único en el barrio del Actur, del mismo modo que el programa bilingüe francés, que tantos años lleva implantado aquí.
Esto va más allá de los fondos que recibe este centro y no se trata de competir con el Labordeta: ese dinero está en los presupuestos para la guerra más grandes de la historia, en grandes bancos y eléctricas o en los bolsillos de los empresarios que quieren convertir institutos como este en una fábrica de mano de obra barata y no les interesa que pensemos ni tengamos tiempo libre. ¿Aunque nos estén quitando hasta la calefacción tenemos que tener una actitud pasiva y pensar que “no hay otro camino más que este”?
Nos dicen que nos están formando en un espíritu crítico, pero se supone que no debemos cuestionar ni cuando nuestro centro está siendo desfinanciado. La realidad llama a la puerta, por mucho que este sistema educativo no nos incluya a la hora de tomar decisiones y nos enseñe a competir en vez de cooperar y ayudarnos. Aunque cayera un meteorito, tendríamos que seguir corriendo detrás de una nota. No podemos defender un modelo educativo en el que alumnas y profesores no tengamos ni voz ni voto en nuestro aprendizaje y nuestro futuro.
Por todo ello, hoy 21 de marzo salimos a protestar contra una educación que juega con nuestra dignidad y que pretende que nos resignemos ante un sistema donde los bienes económicos, distribuidos en función de sus negocios, son más importantes que la enseñanza y las personas.
Porque tener calefacción en clase no se debería considerar un privilegio.
Porque que no se te caiga una placa en la cabeza no debería ser un privilegio.
Y finalmente, porque la educación debería estar siempre unida a la razón y a la dignidad de las personas, que nunca debería dejarse en un segundo plano.
Desde Contracorriente no nos resignamos, somos parte de esta lucha en el Miguel de Molinos y tratamos de organizar una juventud que no se conforme. Queremos que este centro deje de ver sus fondos recortados, pero también queremos una educación que nos motive, que nos dé ganas de estudiar y de disfrutar del aprendizaje, no de verlo como una carga y que no sobrecargue a nuestros profes ni les explote junto a nuestras limpiadoras y conserjes. Queremos una educación pública y laica, sin personas en situaciones privilegiadas que puedan dominarnos. Queremos que las aulas sean seguras y lugares de discusión sobre los problemas de nuestro tiempo, donde podamos tener educación sexual, combatir colectivamente el bullying y mucho más, decidir sobre nuestro futuro y tomar las riendas, empezando por cuestionar esta educación al servicio del capital.