Vanesa Spaccavento @VaneSpaccavento
Jueves 26 de febrero de 2015
Desde que la moda de enrejar parques se volvió parte de la política de Estado del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA) y, sobre todo desde lo ocurrido en el Parque Centenario, el temor por el enrejado del Lezama despertó la organización de quienes lo disfrutan, sin horarios, a diario. Esa pelea no sólo es con el Gobierno sino con los grandes medios, porque son ellos quienes manejan la opinión pública, son ellos quienes disfrazan de delincuentes a quienes luchan por lo público y son ellos los que preparan el terreno para la represión.
¿Por qué evocamos al gobierno de Macri y a los medios? Porque el verano del 2013 no escatimó en represiones de la Metropolitana, así como tampoco se privó del rol de encubridor de los medios.
La Asamblea de Vecinos de Parque Centenario fue reprimida; la noticia sólo fue cuestionada duramente porque en la vorágine una periodista de la TV Pública recibió algunas balas de goma.
La Asamblea de la Sala Alberdi fue reprimida (en marzo del mismo año) dos veces. La primera tuvo la particularidad de contar entre sus heridos a tres periodistas de medios alternativos, pero no con balas de goma; esta vez, en sus piernas, sintieron el plomo. ¿Los grandes medios? Aún siguen sin solidarizarse con los colegas. La segunda tuvo una particularidad también: fue a unas pocas cuadras de Plaza de Mayo, mientras transcurría el acto en conmemoración de los treinta mil desaparecidos, a 37 años del último golpe de Estado.
En abril ocurrió el hecho más aberrante, no sólo por los heridos sino por dónde trascurrió. La Policía Metropolitana, ignorando impunemente la cautelar que protegía al taller 18 del Hospital Borda, irrumpió por el portón del fondo y reprimió a todo aquel que intentó impedir que arrasen con ese lugar lleno de trabajos y risas; así fue que reprimieron a médicos, enfermeras y hasta a internos, además de personas que se acercaron para solidarizarse.
Lo común en todos los casos es que, previa o posteriormente, los medios prepararon a la opinión pública para que la noticia no perjudique la imagen del PRO, haciendo de las represiones algo supuestamente inevitable y hasta justificado. Algo cuasi merecido, pintando a cada herido de delincuente. Omitiendo información de cada caso y hasta valiéndose de la palabra “enfrentamiento” para disfrazar la palabra represión. En cuanto a lo ocurrido puntualmente en El Borda, cierto es que el revuelvo mediático fue inevitable pero, mientras pudieron, hablaron de incidentes y enfrentamientos: no de represión. Paralelamente mucho hablaron sobre los beneficios de la construcción del Centro Cívico y poco (o nada) sobre la cautelar que protegía dicho espacio que quedó reducido a escombros.
Los vecinos del Parque Lezama llevan años organizados, llevan años apelando al diálogo y llevan años tratando este tema en la Justicia. Mientras tanto, quienes gobiernan repiten la estrategia: disfrazan la privatización del espacio público de mejoras, lo justifican apelando a la inseguridad, y mientras se llenan de diálogo para los discursos… responden con indiferencia tanto a los vecinos como a lo que dictaminó la justicia.
Al día de la fecha, éste es el detalle de la situación informado por la Asamblea de Vecinos:
Los puntos acordados en la primera reunión fueron:
Presencia del Ministro de Ambiente y Espacio Público Edgardo Cenzon o en su reemplazo Patricio Di Stefano (Subsecretario de Uso del Espacio Público).
Ninguno de los dos funcionarios se hizo presente en el lugar.
Copia de denuncias por vandalismo, según publicación diario La Nación el 26 de Enero de 2015.
No presentado.
Permiso de la Comisión Nacional de Monumentos, Sitios y Lugares Históricos que aprueban específicamente la instalación de rejas.
No presentado.
Intención política de aprobar plan de manejo participativo para el Parque Lezama.
No presentado.
Luz de obra y finalización de veredas.
No se colocarán luces de obra.
La finalización del arreglo de las veredas fue condicionada a la instalación de las rejas.
La fecha de finalización de obra, de la puesta en valor, sería el 30 de Abril, aunque la extensión de obra publicada en el boletín oficial del 19 de febrero de 2015 es de 120 días y vence el 6 de Marzo.
De la reunión se pudo dilucidar que las obras no cuentan con:
Plan de monitoreo arqueológico, por ser el Parque Lezama potencial sitio arqueológico.
Resguardo de los bienes patrimoniales, ejemplos: ningún funcionario supo responder dónde se encuentran las luminarias originales (en total 55) y tampoco pudo responder dónde se ubican los monumentos extraídos del parque.
La Comisión Vecinal Parque Lezama quiere aclarar que:
La intención de colocar las rejas y romper el acuerdo logrado no surge de las falsas denuncias de vandalismo (publicadas por La Nación el 26 de Enero de 2015), sino que ya estaban decididas desde el 11 de agosto de 2014 según consta en el Boletín Oficial del 19 de Febrero (pag. 136 a 140 y anexos)
Además de los $23 millones, el GCBA aprobó una partida adicional por $ 6.832.987,83 para la colocación de rejas.
Dato anecdótico: la colocación de cada portón (sólo colocación) cuesta $12.226,86.
Actualmente las obras no se encuentran demoradas por la no instalación de rejas, sino debido a problemas de asignación y aprobación de partidas en las distintas etapas de las obras.
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La autora dirige el sitio autogestivo www.corriendolavoz.com.ar