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Red Internacional
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CON LA COLABORACIÓN DE BURÓCRATAS SINDICALES Y LA COB. El MAS impone flexibilización neoliberal contra los trabajadores de SABSA

Los trabajadores y trabajadoras de SABSA perdieron sus derechos contemplados en La Ley General del Trabajo y hoy son un sector más bajo la antiobrera Ley del Estatuto del Funcionario Público. Esto es resultado de los planes de ajuste presupuestario del MAS y la complicidad de la dirigencia sindical y la COB. Se impone un nuevo ciclo donde parte del reducido sector formalizado de trabajadores del país (12% - 13% según el CEDLA) se reduce aún más, quedando, más precarización y flexibilización laboral.

Miércoles 2 de marzo de 2022

Foto: redes

Hace unos meses, en diciembre de 2021, en la derrota de AASANA (Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea), cuando las y los trabajadores pasaron sin derechos a NAABOL (Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos), la burocracia cobista evitó la unión y solidaridad con otros sectores además de dividir a las bases con funcionarios del MAS dentro de las filas de los trabajadores. Eso dejó solos a las y los trabajadores que pretendían luchar para mantener su trabajo. En el caso de SABSA (Servicios de Aeropuertos Bolivianos) acaba de suceder lo mimo.

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SABSA fue creada en 1996, en pleno proceso neoliberal, con la capitalización de los tres principales aeropuertos internacionales del país, el de El Alto en La Paz, Jorge Wilsterman en Cochabamba y el de Viru Viru en Santa Cruz. La trasnacional Abertis -AENA tenía a los trabajadores con extensas horas de trabajo, una contabilidad de salarios falsas que presentaba el ministerio de trabajo, despidos y amenazas por intentar armar un comité de trabajadores o el sindicato. Existía un clima de miedo, frustración y bronca. Debido a esta situación el sindicato tenía que ser hecho clandestinamente, porque también entre los trabajadores había quienes confiaban en los patrones. Hasta que en 2005 con cautela y con la bronca acumulada de los trabajadores impusimos el sindicato en la ciudad de La Paz.

El sindicato nació denunciando los millones de dólares que fugaba del país la transnacional inglesa Abertis-Aena con una doble contabilidad. También revelando la explotación laboral a la que estaban sometidas las y los trabajadores. Fue creado con democracia asamblearia y delegados de sección, además de ganar una rica experiencia en ayudar a armar otros sindicatos como fueron los compañeros de aseo urbano, trabajadores de aduana, talleres fabriles y muchos otros. Estos elementos democráticos y de solidaridad de clase fueron el aporte y parte del programa que compartimos en la Casa Obrera para apoyar a los sindicatos que se armaron en ese tiempo. Que nos valió la persecución política de la burocracia de la COR donde el MAS empezaba a mostrar su cara bonapartista sacando y persiguiendo a los sindicatos disidentes. La victoria fue posible debido a la unidad de las y los trabajadores, la firme desconfianza de la vanguardia que organizó el sindicato sobre la base de una orientación de independencia política de los trabajadores.

Con organización independiente de los patrones y del Estado, el sindicato fue planteando la necesidad de la nacionalización de los aeropuertos bajo control obrero. El MAS, después de varios años, tomó la consigna de nacionalización, pero sin el control obrero. Así tenía el camino libre en la administración de los aeropuertos que por todos estos años entregó millonarios ingresos al Estado, con estos ingresos se llegó a pagar el bono Juancito Pinto durante todos estos años, por ejemplo.

Con marchas y mítines, las y los trabajadores, logramos imponer el sindicato y conquistamos derechos laborales básicos que la transnacional violaba: el pago de horas extras, recargos nocturnos, movilidades de transporte, refrigerio, mejores horarios y más personal para cumplir las normas aeronáuticas, además de organizar el sindicato en los tres aeropuertos internacionales del país. Sin embargo, el clima de confianza en el gobierno del MAS fue ingresando en el sindicato y se eligieron directivas que coqueteaban con la burocracia que empezaba a recibir dádivas del gobierno. Esta confianza en el gobierno fue sembrada, con los años de crecimiento económico y la comodidad en la que entraban los trabajadores. De a poco se eliminaron los delegados por sección, cada vez menos asambleas y la movilización o marcha ya no estaba en los planes del sindicato. La confianza en las negociaciones en el ministerio de trabajo era más fuerte llegando al colmo de reunirse en las oficinas de la empresa.

Hoy la confianza en el gobierno -que viene sosteniendo una política empresarial-, por parte de la burocracia de la COB, COD y CORes es aterradora. Los sindicatos como el de SABSA sin delegados y en asambleas amañadas han entregado los derechos laborales traicionando a los y las trabajadoras. Hoy se deja paso libre al Estatuto del Funcionario Público. Perdimos el sindicato, las horas extras y empezarán, nuevamente, horas extensas de trabajo y la estabilidad laboral es verso y a conveniencia de políticos y empresarios influyentes que no dudan en ser prepotentes contra las y los trabajadores cuando usan el transporte aéreo.

De la derrota de los trabajadores y trabajadoras de SABSA tenemos que aprender lecciones: en primer lugar, no pisotear la independencia política de los trabajadores, no se puede estar con los patrones privados y tampoco con los gobiernos de turno. Los primeros explotan a los trabajadores en función de expoliar al país de sus riquezas, los segundos, gobiernos populistas, que engañan a la población con discursos falsos de pachamamismo y socialismo para garantizar las ganancias de los ricos del país.

Hay que alertar al pueblo trabajador que el proyecto del gobierno es implantar el Estatuto del Funcionario Público a todos los trabajadores del Estado, de la misma manera que lo intentaron los neoliberales en su momento. Para un gobierno administrativista y tecnócrata como el de Arce Catacora, las y los trabajadores, seguimos siendo números y un factor de ajuste para que mejoren sus cuentas.

Hoy cuando la pandemia y la crisis económica están generando pobreza y precarización laboral las y los trabajadores de todos los rincones del país necesitamos organizarnos con independencia política, frente a un gobierno que cada vez se va derechizando más y que como ya lo ha demostrado antes con Evo y hoy con Arce, está dispuesto a garantizar la ganancia de los empresarios golpistas. Hay que poner un alto con la organización y movilización de los trabajadores y trabajadoras, precarizados, “formales” e “informales”, con contrato o sin contrato, con las y los campesinos pobres y sectores populares que están sufriendo las decisiones capitalistas del gobierno.

La derrota en SABSA ha puesto al desnudo que mientras tuvimos un sindicato con una dirección que defendía la independencia política recuperamos nuestros derechos laborales mediante un sindicato que era un instrumento de lucha y luego con una dirección masista, o afín al MAS, volvemos a perder todos nuestros derechos laborales, e incluso el mismo sindicato, que llegó a transformarse en un instrumento de persecución política contra las y los trabajadores y defensa de un gobierno que cada vez más despliega políticas antiobreras. Tenemos que sacarnos de encima a la burocracia sindical, recuperando nuestras organizaciones y reestableciendo la democracia interna para ponerla al servicio de la defensa de nuestros derechos y no al servicio del gobierno y patrones de turno.